19 de junio 2019 - 00:01

Alivios coyunturales para mantener el dólar

Durante los próximos meses habrá que enfrentar al mercado.

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En su afán de exhibirse como los mejores -y, lejos de agenciarse tal beneficio-, la actual Administración ha propendido a perder el contacto con la realidad. Recuerde la frase: “Eso es lo que hicimos, ese crecimiento invisible sucedió”.

Desde el comienzo los funcionarios han tendido a referir acontecimientos tristes de orden económico-social, como naturales: “pasaron cosas”. Han actuado como si los fenómenos acaecidos fuesen reductibles para ser explicados mediante narraciones (telling stories) y presentaciones ejecutivas (power point). Los neo cuantitativistas han faroleado esquemas de lógica explicativa propios de las ciencias exactas. A esta altura muchos tenemos dudas sobre la posibilidad y conveniencia de seguir aplicando las mismas estrategias. Los asuntos están tornándose muy sensibles.

Se trata de encontrar alivios coyunturales para mantener el dólar. Pichetto no añade votos, pero es un “vale a cuenta del próximo peronismo”. Sin peronistas no se pudo. Pichetto vino para ayuda a terminar el mandato en paz. La estrategia no tiene que ver con ganar las próximas elecciones. Pichetto-desde ahora, con casi todas las elecciones provinciales perdidas, supone gobernabilidad para seguir el ajuste. Durante los próximos meses habrá que enfrentar al mercado.

Si la dinámica política y social no diera sobresaltos bruscos, hay posibilidades de mantener la pax cambiaria hasta agosto, sin que el BCRA dilapide dólares. Por razones estacionales en agosto, se reduce el actual y escaso ingreso de divisas provenientes de la cosecha. Nadie va a esperar a 2020 para comprar dólares. Es una torpeza pensar: “El BCRA tiene poder de fuego”. Hay un límite para vender dólares, hacer anuncios espectaculares, cambiar logotipos y desplegar presentaciones pseudocientíficas.

Si las estadísticas se publicaran en tiempo real, en estos días estaríamos en shock. Creció desempleo, pobreza e indigencia, retrocedimos a 2005 en esas asignaturas. Para que esto no suceda, ¿el BCRA interviene con una política monetaria más laxa? La respuesta es no. La política monetaria es híper contractiva. No hay dinero. Esto contribuye a detener el dólar en forma inversamente proporcional a la faena de impulsar el malestar social.

En el aspecto financiero, habrá que examinar la renovación de las Letras del Tesoro en pesos y dólares. No son bajas las probabilidades de tener que conseguir considerables cantidades de pesos, con el fin de cubrir la brecha de financiamiento del Tesoro en el último trimestre. Christine Lagarde confesó que el FMI subestimó la situación “complicada” de Argentina. El mensaje es: será necesario evitar desvíos significativos en las metas acordadas, para que no les ocurra lo que a Cavallo en 2001-a quien la Entidad abandonó-, y se interrumpan los imprescindibles desembolsos de junio y septiembre que suman u$s 10.800 millones.

La economía no se recuperó. Ni la cosecha, ni las medidas proactivas del Gobierno, ni los ajustes salariales que se van acordando en paritarias han ayudado significativamente. Si no concurre una recuperación evidente de la actividad durante el segundo semestre, el malhumor social se entrevé impetuoso.

No solo los sectores industriales, el comercio, y la construcción seguirán sin ver “brotes verdes” en el corto plazo, ni siquiera la rimbombante cosecha aportará auxilio suficiente.

La situación no puede seguir siendo explicada de forma tan atrevida. Se dice frívolamente que la masa salarial real dejaría de caer en los próximos trimestres con una inflación mayorista del 5% que acumula 68% anualizado. Retener lo que se tiene no alcanza, el salario esta devastado. En un contexto donde el desempleo comienza a espiralizarse por los cierres de empresas que no venden, no cobran ni compran; el último semestre acumularía toda la inercia nociva.

La caída del crédito al sector privado como consecuencia de la inversión de los bancos en LELIQ, en términos reales es de alrededor del 50%. A la vez, existen dudas en los analistas, para cuando llegue la hora en que los bancos quieran hacer efectivos los dividendos de LELIQ, donde tienen puesto 80% de sus activos. La política monetaria destruyó los préstamos. Los bancos están devengando unas ganancias tan extravagantes en sus balances, que comienzan a generar profunda antipatía en la mancomunidad de negocios.

Siguiendo con la comedia, al 3,1% de IPC de mayo-altísimo para un mes- se lo explicó como “una inflación declinante”, cuando el acumulado interanual tocó 57,3%, el más alto desde 1992.

A la pulverización de la actividad económica Dujovne denominó: “pausa en la recuperación”. La utilización de la capacidad instalada cayó a 61,6% en abril frente al 67,6% de igual mes del año pasado en línea con una caída del -8,8% en la actividad (Indec).

Con déficit de la cuenta corriente del orden de 2,5 puntos del PBI, un déficit fiscal que se ubicará en el entorno de 6%, déficit cuasi fiscal de alrededor de 4,5% del PBI, con los mercados cerrados para la Argentina, la economía se está volviendo explosiva. Todos saben que no existe financiamiento para las obligaciones financieras del gobierno que vencen en 2020, año de cambio, donde además cae violentamente el auxilio del FMI.

Sin nuevos contratiempos previos, Pichetto mediante -en una comparación estática- el mandato Macri finalizará con déficits gemelos-como empezó-, pero con una relación deuda/PBI de 90%, en lugar de 44%-si no se produce otra devaluación antes-. El tipo de cambio se viene atrasando y parece que seguirá igual en lo que resta del año. Las tarifas-luz y gas-y el combustible son incompatibles con los costos de producción y posibilidades de las familias argentinas. Si el dólar se disparara, la relación deuda/PBI podría hacerse inadmisible y habría default explícito. El déficit fiscal total del sector público consolidado, con provincias, más el cuasi fiscal es inaudito y se ha fagocitado todos los esfuerzos de la ciudadanía. La gente contribuyó con la reducción del gasto primario como nunca, pero está muy fatigada. Las mayores necesidades de financiamiento hacen que la deuda pública, sin acceso a los mercados sea insustentable. Con este modelo habría que profundizar el ajuste fiscal acordado con el FMI. Como eso no va a ocurrir sin estallido social, será difícil que la deuda siga “performing” (pagos de capital e intereses al día).

La falta de credibilidad en el presidente Macri y una formula oficialista provisoria “pour la gallerie”, acelera la dolarización de carteras. Este sigue siendo no solo un inconveniente superlativo, sino “el único tema” que preocupa al Gobierno.

El equipo continúa narrando y relatando con el fin de provocar ilusión ante una ciudadanía que asiste atónita, casi estoica, al derrumbe de su calidad de vida. Los mismos técnicos-que hoy ocupan cargos-y, los que ya se fueron, cuando estaban en la oposición, propagaban crónicas muy diferentes sobre temas idénticos.

Todo académico ajusta su ponencia al auditorio en una conferencia, pero la ciudadanía no es el Coloquio de IDEA, y el contraste del contenido del discurso con la realidad es muy notable.

“Telling stories”, infografías forzadas y artificiosas, un alto porcentaje de demagogia, no es “lo políticamente correcto”. Desnaturalizar y negar las circunstancias es contraproducente. Y, el “pour la gallerie”, era para los salones de la alta política francesa. Hoy -¡El rey está desnudo!- Tenemos que decirlo como el grito del niño que se atrevió a decir la verdad que todos encubrían, mientras los modistos que hicieron “el mejor traje invisible” para el rey, ya se habían escapado.

Como en el cuento de Andersen, el presidente Macri y aquel monarca, tal vez convocaron a los “mejores artesanos”. Los mandatarios compraron ese traje “invisible”, el más hermoso del mundo; tan espléndido era en el cuento, que como en la fábula, nos quieren hacer creer que “sólo los tontos no pueden verlo”.

*Máster en Política Económica Internacional, Doctor en Ciencia Política, Profesor de MBA.

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