12 de agosto 2022 - 00:00

Recuperar aprendizajes para asegurar el acceso equitativo a una educación de calidad

El derecho a la educación en América Latina y el Caribe se ha visto altamente comprometido y las soluciones que se diseñen deben hacerse cargo tanto de los factores recientes, como los de largo plazo que han de enfrentar los sistemas educativos.

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El cierre de las escuelas provocado por la pandemia ha tenido como resultado, entre otras consecuencias, una pérdida de aprendizajes sin precedentes, que constituye uno de los desafíos clave que enfrentará el mundo en las próximas décadas, y que las comunidades educativas ya están abordando.

El rezago escolar, acrecentado durante el periodo de educación a distancia, remite a las desigualdades estructurales y brechas que existían antes de la pandemia, lo que amenaza de cerca el acceso equitativo a una educación de calidad. En este contexto, el derecho a la educación en América Latina y el Caribe se ha visto altamente comprometido y las soluciones que se diseñen deben hacerse cargo tanto de los factores recientes, como los de largo plazo que han de enfrentar los sistemas educativos.

Existen numerosos estudios que indagan en cómo hacer para que la escuela en contexto de pandemia y la vuelta a clases presenciales sea un terreno fértil para la recuperación de aprendizajes. En esta tarea es fundamental que tanto gobiernos como comunidades educativas estén alineados para abordar este desafío. También es necesario construir soluciones que sean pertinentes para los sistemas educativos de la región, levantar información, generar diálogo, y disponer de los avances que ha realizado la investigación educativa en el mundo.

A nivel regional, se han puesto en marcha programas de nivelación y recuperación de distinto tipo y que ponen en acción diversas estrategias pedagógicas y de formación. Por ejemplo, este año, con el Ministerio de Educación de Panamá, desarrollamos y lanzamos el Programa de Recuperación Integral y Socioemocional de Aprendizajes (PRISA), que pone a los docentes como protagonistas del proceso. Desde hace décadas, sabemos que el aprendizaje de los estudiantes está estrechamente vinculado con la calidad del desarrollo profesional docente y la formación continua. Esta iniciativa propone el apoyo a docentes y escuelas a través de herramientas y recursos de formación que contribuyan a mejorar las decisiones pedagógicas para avanzar en la recuperación de aprendizajes. Estas propuestas se fundamentan en las prácticas de mayor efectividad en la mejora de los aprendizajes y pueden ser usadas para la recuperación de aprendizajes.

Por otro lado, una sistematización comparada reciente de estrategias de recuperación de aprendizajes realizada por Denise Vaillant y Carlos Marcelo en colaboración con SUMMA, levanta recomendaciones para tener en cuenta, entre las que se cuentan:

  • Diagnosticar de manera simple, rápida y flexible: Conocer los niveles de partida en relación con un conjunto de variables es importante tanto para el diseño de las acciones a implementar como para su seguimiento y evaluación.
  • Considerar las necesidades diferenciadas de cada uno de los estudiantes: es necesario adaptar contenidos, ritmos y niveles de exigencia en función de los intereses, posibilidades y necesidades de cada estudiante. Una de las estrategias más extendidas en materia de individualización refiere a la asignación de alumnos (en grupos) en función de sus niveles de competencia, especialmente en lectoescritura y matemáticas.
  • Adaptar y flexibilizar los contenidos curriculares: Las adaptaciones curriculares pretenden dar una respuesta creativa a las situaciones de abandono, rezago o reingreso de estudiantes.
  • Desarrollar pedagogías orientadas al aprendizaje profundo: La participación de los estudiantes, su motivación y desarrollo de sentido por lo que se aprende, son elementos centrales a considerar para cualquier propuesta de recuperación de aprendizajes.
  • Fortalecer los programas de desarrollo profesional docente: Los profesores necesitan desarrollar capacidades para adecuar su conocimiento a cada situación de enseñanza y aprendizaje, lo que implica indagar acerca de lo que los estudiantes hacen y piensan y cómo comprenden lo que se les ha enseñado.

El abordaje de las brechas de aprendizaje, que la pandemia ha agudizado, desafía a los sistemas educativos de una doble forma: por una parte, demanda poner en acción procesos efectivos de revinculación de los estudiantes con la escuela, que ayuden a recuperar los aprendizajes perdidos, y fortalecer la continuidad de sus trayectorias educativas. Por la otra, poner al centro de las preocupaciones, aquellos desafíos permanentes para la educación pública: el abordaje pedagógico de la diversidad de desempeños dentro del aula, el distanciamiento de estudiantes que no han logrado desarrollar un vínculo robusto con la escuela y su proceso educativo, y la actualización de las prácticas pedagógicas de los docentes, instalando como referencias necesarias aquellas estrategias que han demostrado su efectividad en contextos similares.

Por el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, SUMMA.

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