La líder de operaciones de OnStar para General Motors Mercosur, Ana Karina Rubini; el gerente de calidad y mejora continua de la división Energy en ABB para el cluster Argentina/Chile/Colombia, Jorge Bourdette; el director de Ingeniería en Inteligencia Artificial de UCEMA, Sergio Pernice; y el presidente de la Cámara de la Industria Argentina de Software, Pablo Fiuza, participaron del primer panel de Ámbito Debate sobre Innovación & Tecnología.
La inteligencia artificial ante la posibilidad de producir un cambio de paradigma histórico
Profesionales de OnStar, ABB, UCEMA y la Cámara de la Industria Argentina de Software formaron parte del primer panel de Ámbito Debate sobre Innovación & Tecnología.
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Innovación: la estrategia que define el futuro empresarial
Referentes de OnStar, ABB, UCEMA y la Cámara de la Industria Argentina de Software formaron parte del primer panel de Ámbito Debate sobre Innovación & Tecnología.
Durante el ciclo, moderado por la periodista especializada en negocios de Ámbito, Andrea Glikman, Bourdette rompió el hielo al señalar que “ABB es una empresa de origen suizo y sueco, con presencia en 140 países y se dedica a automatización y electrificación, con varias divisiones y presencia en Argentina hace algo más de 100 años”.
“Somos proveedores de la industria. Nuestro trabajo apunta a que las industrias sean más productivas, funcionen mejor y sean más eficientes, con un eje en el cuidado y la sustentabilidad”, definió.
El desarrollo de la inteligencia artificial
Bourdette puso el foco en las tres áreas de desarrollo de la inteligencia artificial (IA). “Está el uso interno para las personas como auxiliar en el trabajo diario, con herramientas como chatbots y otras menos conocidas; hay herramientas para funciones específicas, como ser venta, legales, ingeniería o desarrollo; y después está todo lo que es IA como agregado a lo que es producto, como puede ser nuestra plataforma Genix que se usa para desarrollar aplicaciones centradas en IA”, resaltó.
A su turno, Pernice planteó más ángulos, incluyendo el de las inversiones. “Para dimensionar de lo que hablamos, las inversiones ya confirmadas en los próximos 4 años, ajustado por inflación, es equivalente a diez proyectos Manhattan, solo en IA”, resaltó e indicó que “nunca en la historia humana pasó algo así y eso trae un montón de incertidumbre porque no sabemos cómo va a evolucionar esto”.
Pernice destacó el impacto de las nuevas tecnologías en las inversiones.
A su vez, el referente de UCEMA manifestó que “desde el punto de vista de los creadores se da una situación muy paradigmática y es muy similar a lo que pasaba en la primera revolución industrial”, al definir que “científicamente no entendemos bien lo que está pasando, porque hoy hay máquinas que reproducen de manera sorprendente lo más humano que tenemos que es nuestra capacidad de pensar y comunicarnos”.
En cuanto a la experiencia para el usuario, agregó: “Tenemos una adopción más rápida que en ningún momento en la historia. A nivel individual, cualquiera que use se da cuenta que aumenta su productividad de manera exponencial. Por otro lado, a nivel empresa, esta mayor productividad se tiene que trasladar en un cambio de procesos”.
La innovación aplicada a salvar vidas
A su turno, Rubini destacó el desarrollo del servicio de OnStar. “En nuestro caso, lo que surgió como un simple botón que servía para hacer una asistencia en forma personalizada, se convirtió después de 30 años en un sistema integral de seguridad que funciona en nuestros vehículos de General Motors y Chevrolet en Argentina para salvar vidas”, sostuvo y lo calificó como “la mejor combinación entre IA y servicio personalizado”.
Rubini destacó el desarrollo del servicio de OnStar como pionero en el sector.
“Tenemos un módulo dentro del vehículo con el que podemos identificar cuando sucede un choque. Si se despliegan las bolsas de aire o el pretensor del cinturón de seguridad, el vehículo hace un llamado a OnStar en forma automática asumiendo que el conductor puede estar, de mínima, en shock. En nuestro sistema nos dice en qué lugar ocurrió el accidente, es decir la geolocalización, la velocidad, la cantidad de pasajeros y de qué lugar del vehículo ha sido el accidente”, detalló sobre cómo funciona.
Así, valoró que “la persona que está atendiendo se pone en contacto y a la vez se envía la fuerza de emergencia” y destacó: “Con todo esto, tenemos más de 3.000 casos en Sudamérica y en Argentina tuvimos 77 casos en el último año. Más allá de que también sirve para el recupero vehicular”.
Las posibilidades del sector de software
Por otra parte, Fiuza se refirió al sector de software, que en Argentina toma en cuenta a las empresas que desarrollan, producen o comercializan, con un entramado de 160.000 personas. “Para dar una idea, tenemos un 60% más que la textil e incorporamos 6.100 nuevos empleos durante el año pasado y el anterior”, expresó.
El experto asoció eso al ingreso de divisas. “Tenés 6.200 empresas, muchas empezando a trabajar en IA y una industria que exporta algo así como 3.000 millones de dólares. Y si uno toma toda la economía del conocimiento, estás en el tercer consorcio exportador del país, con 10.000 millones de dólares”, afirmó.
Con respecto al impacto a futuro de la IA, se mostró de acuerdo con el concepto que lo asocia a revolución industrial y redobló la apuesta: “Es como cuando el hombre descubre el fuego. Primero lo usa para calentarse, después ve que puede cocinar, desarrollar su cerebro y así viene la civilización. Creo que lo que estamos viendo es una puntita del total”.
La captación de talentos y la educación
Por otro lado, Fiuza resaltó como un éxito del sector a la ley de promoción del software, actualmente de economía del conocimiento. “Trae cierta estabilidad y a cambio pide que las compañías tengan que certificar calidad, destinar gastos a capacitación y desarrollo. Y es una política de Estado que pasó por cinco gobiernos y dio estabilidad, más allá de nuestros vaivenes”, apuntó.
Y añadió: “El segundo punto tiene que ver con la parte académica. Se hizo un muy buen trabajo y empezaron a aparecer carreras de tres años con títulos intermedios que nos sirven a las empresas, porque necesitamos talentos”.
Sobre este punto, Pernice contó que UCEMA “tiene presente a la IA en todas las materias y todas las carreras”, pero contó que “específicamente en marzo comenzamos con la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial, de la cual vamos a anunciar en pocos días que cerramos las vacantes”.
“Es una carrera de 5 años con la idea de que los profesionales puedan generar la propia IA y sumarse a la industria. Con dos años tienen un título de analista además y la salida laboral está recontra asegurada porque la demanda por profesionales con estas habilidades es bestial, siendo que todavía se concentra en las tecnológicas y financieras, pero se viene para todas las industrias”, observó.
Notorios avances en el desafío de la adopción
Al referirse a los desafíos de la IA, Bourdette consideró que “en las nuevas tecnologías siempre aparece la adopción, que es muy despareja generalmente”, aunque resaltó que “hay áreas donde se aprovecha más y me sorprende cómo se usan los chatbots en marketing y ventas o el uso de agentes para delegar tareas repetitivas”.
Sobre este desarrollo de herramientas específicas, explicó que “dentro de la empresa tenemos un chatbot propio, que garantiza la confidencialidad y nos permite preguntar específicamente sobre productos, aplicaciones y procedimientos internos para utilizarlos en nuestro beneficio y el del cliente, siempre controlando porque todavía estamos en una etapa donde la IA no está madura”.
Bourdette destacó la adopción de la IA en individuos y empresas.
Al mismo tiempo, afirmó que “el área de desarrollo usa la IA en todo el ciclo de vida, desde documentación y requerimientos hasta programación, debugging, testeo y generación de datos”. “Lo que aumentó la productividad es terrible y también utilizamos esto para predecir problemas antes de que ocurran”, valoró.
En suma, consideró que “es bastante sorprendente la adopción porque, cuando se ven las ventajas, tiende a ser más rápida” y destacó que “la gente quiere usarla más, por eso creo que el impacto es tan grande que no lo podemos medir”.
Aplicado al mundo automotor, Rubini señaló que la tecnología de OnStar llegó a “un millón de vehículos conectados en la región y más de 100.000 en Argentina”, al precisar que “esto significa que el cliente con una app que se llama myChevrolet puede dar comandos remotos, como desbloquear o bloquear las puertas, localizar el vehículo, hacer sonar la bocina, encender las luces y, sobre todo, pueden tener el diagnóstico en la palma de la mano”.
“No solo fuimos pioneros, sino líderes. Porque esta información nos sirve para notificar a los clientes cuando llegan al kilometraje del servicio preventivo y que pueda agendar el turno con el concesionario oficial, que ya no tiene que hacer los cálculos porque lo tiene online”, cofió y sentenció: “Lo que es fácil y bueno, el cliente lo adopta enseguida”.
“También estamos atentos a los cambios de la sociedad en general. Antes las mascotas estaban fuera y para cuidar la casa y hoy están dentro y forman parte de la familia. Así es que estamos dando un nuevo servicio que se llama OnStar Pets. Ha pasado que los clientes se olvidan a la mascota en el vehículo y lo dejan bloqueado. Ante esa desesperación, ahora es tan fácil como apretar un botón dentro de la app o llamarnos y desbloquear, no hace falta romper un vidrio. Esto ejemplifica como la IA combinada con un servicio los 7 días las 24 horas es un beneficio real y concreto”, graficó Rubini.
La integración y el potencial de las nuevas tecnologías
Al observar las oportunidades a futuro, Fiuza reveló que la industria del software “tiene como responsabilidad poder ayudar al resto de los entramados productivos a crecer” y reconoció la vorágine de los cambios, al recordar que “cuando llega el ChatGPT, nosotros no esperábamos tanto, las principales consultoras internacionales planteaban 5 años más”.
“Eso cambia el perfil de la gente que vamos formando y creo que en los próximos diez años se va a venir la computación cuántica, que va a potenciar la IA y la integración de datos y ciberseguridad”, razonó, mientras vio gran potencialidad en el uso de la IA “para parte agraria y el sector de la biotecnología”.
Pernice fue más lejos al anticipar que “tenemos todas las razones para presuponer que esta tecnología va a ser recontra transformadora en los avances científicos” y puso el foco en la energía. “Si la IA nos ayudara a estabilizar la fisión nuclear, entramos en una era de ilimitada energía, porque tendríamos un Sol en la Tierra”, comparó.
A la par, mencionó oportunidades en soluciones de medicina. “Lo que pasó con el Premio Nobel de Química en 2024 que se dio por entender a la perfección la proteína era un problema irresoluble y los modelos de IA entendieron todo y lo hicieron público, al punto que hoy hay miles de científicos usando su modelo”, valoró. “Es una antesala de un increíble aumento en nuestra capacidad de hacer antibióticos. Es una tecnología que habilita avances científicos y estamos en una etapa de quiebre”, aseguró.
Entre la “oportunidad inevitable” y la cuestión de la productividad
Por otra parte, Fiuza destacó la implicancia en los negocios de la adopción de IA y comparó: “Veo desarrollos que eran para dos años con equipos de 40 personas y hoy lo llevás a un año con equipos de la mitad”. “Por supuesto que da miedo, pero esto hay que verlo como una oportunidad”, insistió.
Fiuza se refirió a la mejora en la productividad y al potencial impacto transformador de la IA.
Para Bourdette se trata de “una oportunidad inevitable” y destacó la adopción en algunos sectores. “Sorprende bastante que en el área que trabajamos como proovedores de la industria, en general son cautos en adoptar nuevas tecnologías porque pueden provocar accidentes, pero en este caso, sobre todo las grandes empresas, han hecho punta en la adopción de la IA y nos piden que le demos más”, resaltó.
Pernice contrapuso este escenario con el concepto de productividad. “Con la maravilla tecnológica que tenemos, a la hora de transformarse en aumento de la productividad en las empresas, todavía es difícil, excepto en casos como el software, por la naturaleza de la actividad y en parte por el tipo de personas que trabajan allí”, apuntó.
Sin embargo, aclaró: “Acá no hay una tecnología que es ficción, esto es real. Las empresas tienen que probar, experimentar e invertir y asumir que la traducción en productividad no es tan simple como uno desearía. El que decida esperar hasta que aclare, se va a quedar”. A la par, analizó que “hay procesos pensados en individuos que aumentan su productividad, pero el proceso sigue siendo el mismo, por lo que hay que repensar de cero los procesos”.
¿Hay que avanzar en la regulación?
Al ser consultados por un marco normativo, los referentes también dieron su visión. “Venimos trabajando hace un año y la postura del sector no está de acuerdo con regular la IA. Sí se habla del marco legal, porque sería necio no ver cuestiones en redes que pueden afectar en salud, seguridad o acceso al empleo”, sostuvo Fiuza.
No obstante, llamó a en primer lugar “revisar el Código Penal, el Código Civil y la ley de protección de datos, que fue pionera, pero tiene más de diez años y hay que actualizarla”. Ese proceso “no es fácil y se puede probar en un entorno controlado”, aunque pidió “tener mucho cuidado en pensar en el ciudadano, pero sin desincentivar las inversiones”.
Al respecto, Bourdette llamó a poner el foco en “un montón de cosas que tienen que ver con la ética, seguridad, datos personales e individualidad” y admitió que “en algún punto es limitante y quizás frene un poco a los inversores, pero es un debate que hay que dar en el Congreso y me parece muy bueno que los organismos de control se estén preocupando por esto”.







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