13 de enero 2020 - 20:51

Tambalea cláusula gatillo en provincias por rojo en cuentas

En 2019, aplicación de subas de salarios por IPC desequilibró finanzas de los distritos. Agonía prematura en Córdoba y Tucumán. Gobernadores apuntan otros esquemas en paritarias 2020.

Juan Manzur

Juan Manzur

Las paritarias de este año en las provincias entre gobiernos y gremios de estatales revistarán una paradoja. La misma inestabilidad que originó ese invento argentino como es la “cláusula gatillo” derivó en niveles tales de descontrol inflacionario que llevará a que ese mecanismo se termine ahora disparando a sí mismo. Un esquema de negociación que nació para errar en los cálculos, pero no para soportar los márgenes de pifia de 2019.

Por eso, en la antesala de las negociaciones con los sindicatos, los gobernadores ya trabajan en esquemas para ponerle fin al método de actualización automática de salarios en relación a los índices de inflación.

Las provincias que habían dado ese beneficio a los estatales tuvieron en 2019 una presión extra sobre sus cuentas, que no pudieron compensar con una recaudación a la baja por la menor actividad. Es que al incluir gatillo en las negociaciones, en las provincias sospechaban que la inflación 2019 quizás fuera más elevada que el 23% que había pronosticado el gobierno de Mauricio Macri… pero no un IPC cercano al 55% (el Indec lo anunciará mañana). Es decir, las erogaciones corrientes por pago de haberes (en muchos distritos, el mayor gasto) también quedaron lejos de los presupuestos provinciales que habían aprobado las respectivas legislaturas entre finales de 2018 e inicios de 2019.

Con el sector docente, la decisión del ministro de Educación Nicolás Trotta de convocar a las paritarias nacionales -que había extirpado Macri- le da algo de respiro a las provincias: en esa discusión se fija un piso salarial sobre el que luego empiezan a negociar en cada distrito. En los pagos donde rige la actualización por IPC, ese piso queda bajo.

Final anticipado

En algunas provincias, la agonía del gatillo fue prematura. Córdoba y Tucumán, por caso, dejaron la actualización automática antes del cierre del IPC 2019.

El último en suspender fue el tucumano Juan Manzur, quien anunció la semana pasada la postergación de la cláusula gatillo para los estatales en relación con el último tramo del año. Luego, Manzur voló a Buenos Aires y se reunió con el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, y al día siguiente recibió un adelanto de coparticipación por $1.000 millones para darle respiro a las finanzas tucumanas.

En Córdoba, la administración de Juan Schiaretti se rigió por aumentos automáticos hasta septiembre. Y Santa Fe pasó a un esquema de revisión mensual en agosto pasado, durante la gestión de Miguel Lifschitz. Hasta el momento, se siguió aplicando el gatillo incluso en el primer mes de Omar Perotti como gobernador, quien deberá ahora afrontar una negociación. “Hay que sentarse a hablar con los gremios”, dicen en el entorno del mandatario peronista, donde están expectantes de lo que se cierre a nivel nacional. A raíz de las dificultades económica, Perotti extendió el cronograma de pagos a estatales semanas atrás. Este hecho sumado a las denuncias sobre el estado de las cuentas de Santa Fe, hacen presagiar una discusión tensa con los sindicatos, que exigirán seguir atando los sueldos al IPC.

Complicado

En Mendoza, el Gobierno dejó entrever que la continuidad de la indexación por inflación será al menos difícil. Durante el mandato de Alfredo Cornejo, su ministra de Hacienda Paula Allasino había señalado que la cláusula gatillo “complicó los números”. Ahora, los funcionarios de Rodolfo Suarez apuntan a modificar el esquema y ofrecer a los sindicatos un porcentaje fijo de aumento, con la posibilidad de una reapertura de la paritaria si se vuelve a disparar la inflación como en 2019.

Un caso similar se da en San Juan. Antes de que el peronista Sergio Uñac iniciara su segundo mandato, su actual vice y entonces ministro de Hacienda, Roberto Gattoni, había manifestado que ”con este escenario, no se va a poder aplicar el año que viene”. Su sucesora en Hacienda, Marisa López, mantuvo el libreto.

“Es muy difícil de sostener la cláusula gatillo como única variable a tener en cuenta para un acuerdo salarial”, dijo López ante la consulta de este medio. Si bien no descartó su aplicación, la propuesta a los gremios incluirá modificaciones.

Asimismo, los docentes bonaerense, con Roberto Baradel (Suteba) a la cabeza, le pidieron el 26 de diciembre a Axel Kicillof que, como deseo para 2020, mantenga la cláusula gatillo. Será el debut del gobernador en una paritaria que a su antecesora María Eugenia Vidal nunca le ahorró disgustos. En Buenos Aires, Agustina Vila, titular de Educuación, puso paños fríos al reclamo e indicó tras esa reunión que “hay que analizarlo en el contexto de la paritaria”. Y derivó el foco en la mejoras de aspectos edilicios. En La Plata también aguardan el desenlace de las esperadas paritarias nacionales para cada sector.

En Neuquén, donde los salarios se actualizan por trimestre en base a un promedio del IPC Neuquén, Córdoba e Indec, manifestaron a Ámbito Financiero desde despachos cercanos a Omar Gutiérrez que están en plena negociación con los gremios. Y en Salta, en la órbita de Gustavo Sáenz señalaron que aún no hay definiciones respecto a la propuesta que llevarán a los sindicatos.

Dejá tu comentario

Te puede interesar