21 de junio 2019 - 00:01

América del Norte en clave Dylan

Se cumplen 44 años de la mítica gira Rolling Thunder Revue. El cantante lo celebra con un documental de Martin Scorsese en Netflix.

Joan Baez y Bob Dylan.
Joan Baez y Bob Dylan.

Es el otoño de 1975 en EE.UU. El país busca recuperar su orgullo tras el desastre en Vietnam. Saigón cayó y faltan solo meses para el Bicentenario; urge volver a los días de gloria. Atrás quedaron los 60’s, su prédica antibélica y el auge del movimiento hippie. Los tiempos están cambiando… otra vez. Después de casi una década sin salir a la ruta, Bob Dylan alista una crew fuera de serie para lanzar una de sus aventuras más osadas: la Rolling Thunder Revue, una gira en la que realizará 57 shows en diversas ciudades y que se extenderá hasta la primavera de 1976.

Mezcla de happening y circo rodante, el tour será definido como uno de los hechos más sobresalientes de la escena rockera de los 70, una era donde comenzaba a digitarse otro mundo. A 44 años de aquella caravana itinerante que incluyó a figuras como Allen Ginsberg, Joan Baez y Muhammad Ali, entre otras, el laureado Martin Scorsese une fuerzas con el trovador de Minnesota y lanza un documental homónimo que retrata los entretelones de los días en la carretera, basándose en el diario de viaje que el escritor y director Sam Shepard publicó en 2006.

Scorsese husmea en bambalinas donde el delirio parece ser la ley primera e intenta desnudar las sombras que orbitan en torno de Dylan. Mientras, un micro desgarbado de colores opacos surca los caminos rastreando aquellas historias que el sueño americano parece haber olvidado y que son la materia prima del Nobel de Literatura.

Dylan
Bob Dylan y Allen Ginsberg junto a la tumba de Jack Kerouac.
Bob Dylan y Allen Ginsberg junto a la tumba de Jack Kerouac.

En el camino

Siguiendo el rastro de los peregrinos que arribaron en el siglo XVII, la Rolling Thunder Revue tendrá su show debut en Plymouth, Massachusetts. Ubicado en el noreste del país, se trata de uno de los bastiones del liberalismo y del norte pujante, cuya capital estatal es Boston. Allí Dylan dará dos conciertos en el War Memorial Auditorium. La región es de vital importancia cultural para el genoma de la nación, dado que allí fue el génesis de los EE.UU. tal y como los conocemos. Entre sus lugares de interés, Plymouth cuenta con diversos museos que invitan a recorrer la historia colonial, destacándose el Mayflower II, una réplica del barco donde llegaron los primeros habitantes de la zona en 1620.

Otra de las paradas de relevancia que el artista tendrá en su itinerario será Lowell, una ciudad del condado de Middlesex, Massachusetts. Es en el cementerio local donde Dylan y el poeta Ginsberg regalan una de las postales más emblemáticas de la gira, al visitar la tumba del escritor y fundador de la generación beat, Jack Kerouac, hijo pródigo de la urbe norteña. Entre versos improvisados, citas a Shakespeare, y acordes acústicos, el tándem rendirá tributo a los restos del autor justo sobre su esquela. Kerouac fue una de las plumas más importantes del siglo XX, y sentó precedente con una novela que se volvió proclama de la bohemia mundial: “En el camino”. Murió en 1969, a los 47 años, a causa de una cirrosis que le originó múltiples hemorragias internas.

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Norte de la frontera

Después de repartir la primera etapa del tour entre los estados de Massachusetts, Vermont, New Hampshire y Connecticut, el cantante cruza los límites nacionales para iniciar la conquista del otro gigante continental: Canadá. Allí ofrecerán tres shows. Quebec será la cabeza de playa donde la Rolling Thunder Revue debutará en el país de la hoja. Esta metrópolis de origen francés fue fundada a comienzos del 1600 y convertida en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985. Está apostada a orillas del río San Lorenzo. Su imponente parlamento, la universidad Laval, la ciudadela, y la “Notre Dame Du Quebec” son algunos de los lugares de visita obligados para quienes deseen recorrer una ciudad que parece haberse detenido en el tiempo.

En Toronto, la urbe canadiense más poblada y la capital del poder financiero, Dylan toca dos veces. Toronto es un sitio moderno y futurista. Esta meca del comercio y el deporte está ubicada a la vera del lago Ontario, y otorga múltiples posibilidades para los turistas que arriben en verano (en invierno es un sitio hostil). Desde hacer compras en el Yonges -Dundas Square, hasta una excursión al corazón de la naturaleza en las Cataratas del Niágara, Toronto tiene una gama variopinta de posibilidades para quienes disfruten tanto del cemento como del verde, y hasta incluye playas urbanas sobre el espejo de agua. La aventura canadienese del músico tendrá su epílogo en Montreal. Un único concierto el en el Montreal Forum servirá para despedirse antes del regreso.

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Un huracán en el Madison

De los sitios visitados, será Nueva York donde emergerá el mito en todo su esplendor. Con entradas agotadas, Bob se presenta en el Madison Square Garden el 9 de diciembre. Queda atrás la idea de que el tour solo contempla lugares pequeños. Patti Smith y Muhammad Ali sobresalen entre un público exultante, donde también hay viejos desertores de la Rolling Thunder Revue, y hasta el padre de Ginsberg ocupa una butaca. No es para menos: la ciudad es la capital cosmopolita del mundo. Vanguardista y faro del rock and roll, conviven allí todo tipo de subculturas con el epicentro financiero mundial.

Si bien la gira se extenderá hasta mayo de 1976, es en Nueva York donde adquiere su carácter épico, porque es ahí donde Dylan deja en claro que puede conmover a una multitud, y dos días más tarde hacer lo propio para un grupo provinciano en cualquier bar desértico.

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