21 de diciembre 2018 - 00:02

Cámara "emprolija" cuadernos y da señal de alivio a empresarios

Cristina de Kirchner, jefa de asociación ilícita más acotada. Gatilla pedido de desafuero. Hombres de negocios procesados sólo por "coimas". Menos embargos. Puñado de exfuncionarios libres. Todavía pendiente situación de Rocca, pero guiño a Techint.

Claudio Bonadio  
Claudio Bonadio  

La Cámara Federal hizo lo que se esperaba de ella: confirmó los procesamientos de la expresidenta Cristina de Kirchner, y de los exfuncionarios Julio De Vido y Roberto Baratta como líderes de una asociación ilícita en la que incluyó como organizadores al exsecretario José López, al financista Ernesto Clarens y al extitular de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner, estos tres últimos, “arrepentidos”. El mensaje que habían recibido los camaristas fue tajante: “emprolijar” la instrucción de Claudio Bonadio antes de que siga escalando a instancias superiores. Sin sorpresas, valido su actuación, dejó fuera de la asociación ilícita a la mayor parte de los empresarios (procesándolos por cohecho -coimas-, lógico), liberó a los hombres de negocios presos y lo mismo a los funcionarios de segunda línea y trazó un mejor panorama para el empresariado. Casi un regalo de Navidad para reorganizar el desbarajuste inicial que causó la caótica causa. Sobre Cristina, gatillará el indemne pedido de desafuero prometido.

En la resolución de 89 hojas, los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi dejaron afuera de la asociación ilícita a los empresarios que estaban procesados por ese delito, como Ángelo Calcaterra, Aldo Roggio, Luis Betnaza, Gabriel Romero, Juan Chediack, Enrique Pescarmona, a quienes sólo los consideró responsables de cohecho. Techint fue un gran ganador del fallo: los jueces recomendaron profundizar si no había sido un soborno forzoso atento al argumento de la cuestión humanitaria por la nacionalización de SIDOR. En cambio, como miembro de la supuesta banda quedó procesado Gerardo Ferreyra, de Electroingeniería, quien permanecerá detenido. El resto de los empresarios que están en la cárcel o en prisión domiciliaria quedarán en libertad. A la mayoría se les redujo el embargo a cifras más “accesibles” que la desopilante de $4.000 millones que les fijó Bonadio.

La Cámara también revocó la falta de mérito que había beneficiado a los empresarios que habían cumplido órdenes para entregar coimas, entre ellos, Jorge Neira, Héctor Sánchez Caballero, Rodolfo Poblete, Héctor Zabaleta, Francisco Valenti y Osvaldo Acosta. Lógicamente anuló la obediencia debida para coimas inaugurada por Bonadio. A todos se les mantiene el procesamiento por haber entregado dinero. Pero en lugar de dádivas, la figura elegida es cohecho o coimas.

El chofer Oscar Centeno, arrepentido y cuyas fotocopias dieron origen al expediente, quedó procesado, pero está bajo el régimen del imputado colaborador. Sus textos fueron validados por completo como una bitácora de la corrupción. Un paso en falso de la Cámara que jamás los tuvo a mano como prueba directa. Sin embargo, fueron totalmente refrendados en sus páginas como prueba válida, lo mismo que el polémico inicio de la instrucción en manos de Bonadio, algo cuestionado bajo el supuesto “forum shopping”. Rechazaron además la inconstitucionalidad de la ley del arrepentido y consideraron válidas las confesiones.

“Infinidad de pagos, un único punto de convergencia. Una pirámide donde los diversos orígenes de la recaudación conducen a un mismo vértice”, sostuvieron. “Las probanzas colectadas en autos han revelado los actores, los lugares y las rutinas de esta comunidad ilícita, enclavada en el seno de la Administración Pública Nacional”, indicaron apuntando hacia Cristina. Definieron a la organización como “Corrupción con rasgos definitivos de gravedad y descomposición institucional, increíblemente prolongada en el tiempo”.

Los empresarios excarcelados son Carlos Mundín, presidente de BTU y el rionegrino Raúl Vertua, que estaban detenidos en la cárcel de Marcos Paz. También alcanza la medida a Néstor Otero y Juan Carlos Lascurain, estos dos ya estaban en arresto domiciliario. Los exfuncionarios que estaban presos y quedan libres son Walter Fagyas, expresidente de Enarsa; Hernán Del Río, chofer de José María Olazagasti, que era el secretario de Julio De Vido; Ezequiel García, ex director de Energías Renovables del Ministerio de Planificación; y Hernán Gómez, exasesor del Ministerio de Planificación. En tanto, el exjuez Norberto Oyarbide fue beneficiado con la falta de mérito, al igual que el operador judicial Javier Fernández. Los empresarios ya manejaban como información extraoficial que podrían pasar las fiestas mucho más aliviados con la señal que bajo desde la Cámara, que por un lado puso orden, aunque dejó muchos puntos todavía oscuros y no se adentró en una matriz de prueba que aún falta y que podría amenazar la prosecución de un juicio.

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