31 de octubre 2022 - 09:40

La ganadería atraviesa una tormenta perfecta

La foto del sector revela un mercado interno deprimido y con precios a la baja en las materias primas.

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El presente de la ganadería bovina -aunque podrían tomarse también la porcina, aviar, etc, muestra una foto que tiene más oscuros que claros: un mercado interno deprimido y con precios a la baja en las materias primas, la exportación que cerró septiembre con números negativos y todo esto en un escenario de sequía como pocas veces se vio. El cóctel es explosivo.

Según datos de la Cámara de Industria y el Comercio de la Carne (CICCRA), en septiembre se faenaron 1,17 millones de cabezas de hacienda vacuna, lo que implica una caída de 4,8% en comparación con el mes de agosto. En tanto, la faena de hembras en el mismo período fue un 6,8% más alta que un año atrás y llegó al 43,3% de participación total, lo que implica ubicarse en el límite inferior del intervalo que es consistente con el mantenimiento del rodeo vacuno.

La sequía agravó la situación y provocó una reducción en la oferta de maíz disponible al mismo tiempo que afectó las pasturas, por lo tanto se incrementaron los costos de alimentación del ganado. Ahora, los productores deben deshacerse de sus rodeos y enviarlos a faena.

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En un contexto de consumo interno deprimido, con una sociedad golpeada en términos económicos, los precios deben bajar para que la carne se venda.

Eso es lo que efectivamente ocurre cuando el precio en góndola no se mueve mientras la inflación no baja del 6% o 7% mensual. El consumo se sostiene a costa de una caída en el precio de la hacienda.

En el caso de las exportaciones, cerraron septiembre en baja. Según un informe del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC), durante el mes pasado los embarques cayeron el 5,3% respecto de agosto hasta las 54.400 toneladas peso producto y cerraron en u$s300 millones, una merma del 10,2% mensual y una tendencia decreciente hacia los próximos meses.

Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Angus, aseguró en diálogo con Ámbito que “la ganadería esta en un momento muy complejo, se alinearon los planetas de manera negativa: veníamos de buenos años, de buenos precios, de buenas expectativas, pero se derrumbo el mercado de China, la Cuota Hilton también y lo mismo ocurre con el consumo a causa de una inflación que le saca la plata del bolsillo a la gente”.

EL MERCADO INTERNO

Una de las mayores preocupaciones que tiene la industria ganadera - mas allá de la situación coyuntural respecto del troceo por la que atraviesa radica en lo que ocurre con la economía doméstica, puesto que el 75% de la producción de carne vacuna se comercializa en el mercado interno.

Juan José Grigera Naon, titular del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) explicó a Ámbito que “en el mercado interno se decía que la demanda era inelástica, pero hoy se puede decir que es elástica, sujeta al poder adquisitivo de los ciudadanos, teniendo en cuenta el panorama inflacionario”.

Los problemas que genera la caída de consumo se podrían sobrellevar si tuviéramos un mercado de exportación atractivo, pero las condiciones globales nos conducen a un escenario incierto al menos hasta el primer trimestre del 2023.

El titular del IPCVA explica que “China esta sufriendo una crisis financiera con devaluación de su moneda y al mismo tiempo vive un proceso de acumulación de carne de cerdo, lo que determina una caída en los precios que paga por la carne vacuna.

En cuanto a Europa, las tasas de inflación altas que surgen de los subsidios que se dieron durante la pandemia sumado a la crisis energética derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, provocarán una baja de importaciones de carne que se traducirá en caída de precios.

DURA ADVERTENCIA DE LOS CRIADORES

Desde la entidad que agrupa a los criadores de Angus, una de las razas mas fuertes de la ganadería, Bustillo explicó que “si no se acomodan las variables económicas para que el productor siga en el negocio, comenzará la liquidación”.

Al ser consultado sobre este punto, el dirigente explicó que “la gente vive de sus vacas, el 80% de la ganadería esta en manos de pequeños productores de menos de 300 cabezas y no van a resistir demasiado. Si hay que pagar las cuentas, empezaran a vender la maquina de producir, que son nuestras vacas. Esta historia es conocida: con la sequía en 2008 y una coyuntura como la actual, liquidamos 12 millones de cabezas”.

Bustillo criticó el rumbo económico y lo responsabilizó por lo que le pueda pasar al sector en los próximos meses ya que “si no se acomodan las variables macroeconómicas, caerá la oferta y se encarecerá el precio. Con las intervenciones de los mercados termina ocurriendo que la gente paga más caro lo que quieren que sea barato”.

Los próximos meses para el productor ganadero implicarán un gran desafío, por eso aseguran que será fundamental ser eficientes en la producción y esperar que el precio de la hacienda en pie detenga su caída.

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