Como armar una tabla de quesos perfecta en tres simples pasos

Hay variedades que no pueden faltar, pero los acompañamientos también hacen la diferencia. Aquí consejos sobre cómo lograr una combinación ideal y qué bebida marida mejor.

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Luz Azul

Una tabla de quesos sabrosa y bien variada siempre es una opción clave para acompañar un buen momento: desde la antesala del asado del domingo, hasta para disfrutar durante el partido o como infaltable en la previa con amigos.

Pero, ¿cómo armarla correctamente? ¿Y qué bebida es mejor para acompañarla? Gabriela Benac, socia de la compañía láctea Luz Azul comparte sus consejos para armar la combinación perfecta en tres simples pasos.

Paso 1: elegir los quesos

A la hora de armar nuestra selección, es muy importante tener en cuenta cuáles son esos imprescindibles que no pueden faltar. Estos son: un buen Parmesano, Provolone, Roquefort (queso azul), queso con hierbas y un Gouda.

  • Parmesano: es un queso de pasta dura con sabor picante.
  • Provolone: es un semi duro con sabor suave
  • Roquefort: es un queso de alta humedad, con un sabor característico y fuerte.
  • Saborizados: son esos quesos de masa de gouda (suave) con distintas especias, entre ellas hierbas, ají, caprese, orégano o pimienta.
  • Gouda: queso de pasta semidura con pasta cerrada (sin ojos), con notas muy suaves.

Otras opciones

  • Pategrás: queso con ojos, con un dejo de dulzor.
  • Gruyere: queso con ojos, con sabor picante.

Paso 2: seguir un orden

Mantenerlo es importante tanto en el armado previo y presentación final de nuestra tabla, como al momento de elegir por dónde empezar a probar.

Para esto, existe un regla básica a respetar: siempre hay que empezar del más suave al más picante y dejar para el final a quesos fuertes como el Roquefort. Esto es así porque si se empieza por el picante, queda ese sabor en la boca y se hace más difícil poder apreciar los quesos de las otras variedades.

Paso 3: elegir los acompañantes

Si bien los quesos son los grandes protagonistas de nuestra tabla, existen otros factores de los cuales dependerá el éxito. Desde las bebidas, hasta los toppings y el pan: todo es importante.

Para saber cómo elegir correctamente los agregados de tu tabla, se recomienda tener en cuenta estos puntos

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  • ¿Con qué bebidas combinan bien cada uno?

La cerveza o los aperitivos se llevan muy bien con los quesos suaves. Para los picantes, lo ideal es elegir un vino que tenga más cuerpo, como un Cabernet Sauvignon. Cuanto más fuerte el sabor del queso en la boca, más contundente debe ser la bebida.

  • ¿Qué tipo de pan se debe usar?

Las galletas de campo, esas bien crujientes con un toque de queso de rallar, siempre son una buena opción. Mientras que para los quesos más suaves, una trenza o un buen miñón son excelentes opciones.

Se debe tener en cuenta que los panes saborizados con quesos no combinan bien.

  • ¿Con qué otros ingredientes se pueden combinar?

Cerezas al marrasquino: no sólo combinan bien por el sabor agridulce y la unión de colores, sino porque además son las encargadas de “decorar” y de terminar de vestir la tabla.

Uvas: combinan bárbaro, pero también se puede jugar con otro tipo de frutas.

Aceitunas y pickles: dos clásicos que no pueden faltar

Un buen aceite de oliva: punto principal en los quesos de rallar.

También se le puede sumar algunas hojas de rúcula, tomate cherry y albahaca.

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