11 de septiembre 2019 - 00:00

Cómo reinventar la empresa en tiempo de dificultades

Richard Branson.
Richard Branson.
AFP PHOTO/William WEST

Richard Branson es un empresario multimillonario británico dueño del grupo Virgin. Emprendedor desde muy joven, ha construido su fortuna invirtiendo en negocios donde nadie aconsejaría ingresar, compitiendo con rivales que poseían muchos años de experiencia en el mercado. Así incursionó en rubros diversos: música, aviones, trenes, telecomunicaciones, y bebidas cola pasando por escudería de autos.

En su trayectoria no estuvo exento de dificultades, pero en sus disertaciones prefiere hacer foco en un accidente ocurrido en 2007 cuando se produjo el descarrilamiento de una formación de la VirginTrains. Esa vez, como siempre, su primera regla en situaciones complejas fue estar presente y llegar a la escena lo más pronto posible. Lo segundo, tomar el control y comunicar (aunque sea poca o nula) la información disponible. Por último, siempre mantener la calma. Esas reglas le permitieron salir airoso, al igual que en la crisis de las hipotecas subprime en el 2008 con su firma Virgin Money.

Llevado esto a nuestras empresas post-PASO y pre elecciones, bien pueden aplicarse sus recomendaciones. Varios aspectos permiten sortear con éxito una crisis y transformarla en una oportunidad por encima de nuestros competidores o bien en negocios nuevos que al día de hoy no existen.

Estar presente y mantener la calma son factores claves para motivar al capital humano. En épocas de crisis se puede recurrir a una figura que no es novedosa, pero que se encuentra de moda: el intrapreneurship. Esto consiste en innovar y ser creativo en la propia empresa, por parte de los mismos colaboradores. Implica involucrarlos, motivarlos y hacerlos partícipes de las mejoras que puedan imaginar, ya sea para mejorar procesos o bien para crear nuevas líneas de negocios inexplotadas.

Asimismo, es necesario entender la conformación de los costos y cómo minimizarlos. Desde los operativos hasta los financieros. El enemigo en la economía actual es la ociosidad y el desperdicio.

También es el tiempo de las alianzas. Ya sea integrando la relación con clientes y proveedores, como también buscando aliados en el mercado internacional. Argentina comienza a ser una plaza muy apetecible cuando el tipo de cambio se encuentra alto y permite la participación en empresas sin grandes desembolsos de moneda extranjera.

Internacionalizar. Parece la solución simple, pero es la más compleja y de largo plazo. Si el tipo de producto lo permite, es la solución que transformará al país y permitirá blindar a la compañía de los riesgos coyunturales que la economía argentina tiene.

Cada crisis es única e inesperada. La gerencia debe tener la información y la habilidad para anticiparse y sortearla de la manera más exitosa.

Toda compañía ha sufrido y sufrirá múltiples crisis. La capacidad de un ejecutivo para dirigir su empresa durante los malos tiempos, tan bien como en los buenos, muestra por qué sólo unos pocos ejecutivos son merecedores de ser llamados líder.

(*) Secretario de posgrado en UADE Business School

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