8 de marzo 2019 - 00:01

Con apoyo de Pekín, Huawei demanda por daños a EE.UU.

Busca acceso a la construcción de la red de 5G en ese país. Pero la Casa Blanca la acusa de espionaje, tiene judicialmente acorralada a la hija de su fundador y busca la solidaridad de países aliados.

Contraataque. La plana mayor de la empresa tecnológica Huawei anunció ayer, durante una conferencia de prensa brindada en Shenzhen, sur de China, una ofensiva legal contra las restricciones que le impone EE.UU.
Contraataque. La plana mayor de la empresa tecnológica Huawei anunció ayer, durante una conferencia de prensa brindada en Shenzhen, sur de China, una ofensiva legal contra las restricciones que le impone EE.UU.

Shenzhen (China) - El grupo chino Huawei, al que Estados Unidos acusa de espionaje, contraatacó ayer al anunciar una demanda contra Washington por haber prohibido a su administración adquirir equipos de telecomunicaciones de la compañía.

Con evidente respaldo del Gobierno de su país, el gigante mundial de los teléfonos inteligentes, que pelea con Apple el segundo lugar detrás de Samsung, lleva así la batalla ante los tribunales, después de haber lanzado una campaña mediática destinada a combatir las acusaciones de Washington, que afirma que en los equipos de la empresa para la futura red 5G podría estar infiltrado el régimen de Pekín.

Huawei indicó que la demanda se presentó en Plano, Texas (sur), y apunta a la prohibición de que el Gobierno estadounidense compre equipos y servicios del grupo chino o trabaje con empresas terceras que sean clientes suyas.

“El Congreso de Estados Unidos nunca pudo proporcionar la más mínima prueba para respaldar las restricciones a los productos Huawei. Nos vemos obligados a tomar esta acción legal como último recurso”, indicó en un comunicado Guo Ping, uno de los presidentes rotatorios de la empresa.

“Si se retira esta ley, como debe ser, Huawei podrá aportar a Estados Unidos tecnologías más avanzadas y ayudarlo a construir las mejores redes 5G”, la quinta generación de tecnología móvil, destacó Guo.

El presidente de turno precisó que el grupo chino reclamará daños e intereses debido a las restricciones “inconstitucionales” en su contra. “El Gobierno estadounidense no escatima en esfuerzos para mancillar la empresa”, denunció Guo durante una conferencia de prensa organizada en la sede de Huawei en Shenzen, sur de China.

Guo Ping también acusó a Estados Unidos de haber pirateado los servidores de la empresa y de haber robado correos electrónicos y códigos fuente.

Según el Gobierno de Donald Trump, el Partido Comunista de China podría utilizar los equipos de Huawei para espiar a otros países o perturbar comunicaciones cruciales.

Estados Unidos prohibió a la empresa participar en el despliegue de la red 5G (en la que la compañía es líder) en suelo norteamericano y presiona a sus aliados occidentales a tomar medidas similares.

“Tampoco permitiremos que otros lo hagan con nuestros equipos”, advirtió Guo, y acusó públicamente a las autoridades estadounidenses de haber atacado los servidores de la compañía.

“El gobierno de Estados Unidos ha calificado a Huawei desde hace tiempo como una amenaza. Ha ‘hackeado’ nuestros servidores, y robado nuestros correos y nuestros códigos”, aseguró.

A su juicio, Washington “teme que otros países lo sobrepasen al adoptar las tecnologías más avanzadas del 5G” y “cree erróneamente que se beneficiaría de la represión contra Huawei”.

Huawei lanzó en las últimas semanas una intensa campaña de comunicación para defender su reputación. El otrora muy discreto fundador de Huawei, Ren Zhengfei, de 74 años, salió a la palestra en las últimas semanas, brindando varias entrevistas.

La operación de seducción fue aún más lejos el miércoles, cuando la compañía organizó una visita a sus instalaciones de producción e investigación y desarrollo en el sur de China.

En su ofensiva contra Huawei, la administración Trump también prevé juzgar a su directora financiera, Meng Wanzhou, por violación de las sanciones contra Irán. Meng, detenida en diciembre en Canadá y actualmente en libertad vigilada, es hija del fundador del grupo.

Meng deberá comparecer el 8 de mayo en Vancouver, donde fue detenida en diciembre durante una escala entre dos vuelos.

Entretanto, dos canadienses fueron arrestados en China, sospechosos de haber puesto en peligro la seguridad nacional. Occidente lo considera en gran medida una represalia.

Huawei es el líder mundial de equipos de telecomunicaciones, pero su control del mercado genera una creciente preocupación en Estados Unidos, que quiere mantenerse a la cabeza del sector tecnológico. También dice estar preocupado por el hecho de que Pekín emplee las “backdoors”, las puertas de entrada en los equipos que permiten potencialmente espiar las comunicaciones.

Esta preocupación tiene su origen en el pasado del fundador de Huawei, un exingeniero del Ejército de China, y en una ley que obliga a los grupos cuya sede está en ese país a proporcionar ayuda técnica a los servicios de inteligencia.

Sobre este último punto, el responsable jurídico de la empresa reconoció que el grupo responderá a las solicitudes del Gobierno chino pero solo en casos de terrorismo o de actividades criminales.

“Pero si la solicitud fuera más allá de lo que estipula la ley, la rechazaremos”, indicó Song Liuping. Según Liuping la instalación de “backdoors” sería un “suicidio” comercial si se conociera.

La demanda marca la última confrontación entre China y Estados Unidos, que estuvieron gran parte de 2018 aplicándose mutuamente aranceles a las importaciones de bienes por miles de millones de dólares.

En tanto, el vocero de la Cancillería china, Lu Kang, consideró ayer “totalmente legítimo y comprensible” que Huawei “intente defender sus propios intereses”.

AFP, Reuters y ANSA,

y Ámbito Financiero

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