Consultatio: "Un canje luce inevitable"

Las valuaciones de los títulos públicos descuentan un escenario más agresivo del que Argentina puede ofrecer, se indicó.

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“La perspectiva de falta de acceso al financiamiento voluntario por tiempo prolongado que dejó el resultado de las PASO implica que la posibilidad de atender a los pagos de deuda en los próximos años es de cumplimiento imposible en los términos que está pactada”. Así lo indicó la consultora del empresario, Eduardo Costantini, Consultatio, al afirmar que “un canje luce inevitable”. En esta línea, consideró que “los precios de mercado están descontando un escenario de canje bastante más agresivo del que Argentina tiene posibilidades de ofrecer”.

De acuerdo con la consultora, los precios de los bonos descuentan “un default más o menos generalizado donde no hay diferencia por plazos o cupones, y en menor medida, por legislación”. Y destacó que “los riesgos de que una propuesta agresiva sea rechazada son más altos que los beneficios que el país puede obtener”. El reporte señaló, a su vez, que, “con sólo un 40% del total de la deuda pública en manos de acreedores privados, cualquier quita factible sobre la proporción reestructurable tiene un efecto bajo. Y las condiciones financieras actuales de la deuda en títulos públicos tampoco dejan demasiado margen: 8,6 años de vida promedio y 5,24% de cupón para la parte de títulos públicos en dólares”.

Consultatio manifestó que “esto fue advertido ya no sólo por el Gobierno sino por el principal candidato a ganar las elecciones, Alberto Fernández, que la semana pasada declaró ‘la Argentina no tiene posibilidad de caer en default si yo soy presidente’”. Pero remarcó que “los precios de los bonos prácticamente no se movieron con esas declaraciones. Este no es un dato menor, pues pone de manifiesto una fragilidad central para pensar cualquier ejercicio exitoso de reestructuración. La credibilidad que el mercado le asigna a sus declaraciones es (hoy) muy baja”.

Para evaluar el atractivo o no de los precios actuales, en torno a los u$s50, la consultora planteó algunos escenarios para la deuda, luego de realizarse el canje: el primero, de una tasa de descuento de 10%, consistente con una prima de riesgo de 800 puntos básicos, 80 unidades por encima de lo que cotiza hoy la deuda de Ecuador; el segundo, una tasa de descuento del 12%, equivalente a una prima de riesgo del orden de 1.000 puntos básicos, en línea con la que cotizó en promedio la deuda durante la primera mitad del segundo mandato de Cristina de Kirchner (2011-2013).

Para el caso del Bonar 2022 (A2E2), la consultora señaló que, “con un precio de u$s53,5, una extensión de plazos de 10 años implica una pérdida de u$s21,5 vs. las condiciones del bono actual valuado a la misma tasa del 10%. Si la extensión fuese de 20 años, la pérdida asciende a u$s29,6. En cambio, una quita del capital de 10% tiene un impacto de u$s9,1. Por último, un recorte de cupón del 10% tiene un impacto negativo de u$s1,2”. “El ultimo efecto a considerar es la caída de la tasa de descuento que se materializaría post canje como consecuencia de una mejor trayectoria de la deuda”, agregó.

Consultatio resaltó que “los bonos más cortos son más afectados en un canje que extienda plazos, mientras que los bonos más largos sufren más si el escenario es el de quita de intereses. El impacto de una quita de capital es parejo entre bonos”. Señaló que “la pendiente de la curva actual refleja que el canje más esperado es el de extensión de plazos” y que “los escenarios analizados muestran que los precios actuales resisten bastante bien propuestas de canje con parámetros razonables”. Y sostuvo que “la falta de credibilidad que el mercado le atribuye a las declaraciones de voluntad de pago de los candidatos es un elemento clave que puede complicar significativamente cualquier propuesta de reestructuración. En otras palabras: sin credibilidad no hay ejercicio de reestructuración financiera que pueda resultar exitoso”.

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