27 de junio 2018 - 08:39

Cuatro ejes condicionan. Uno define

Cuatro ejes condicionan. Uno define
Existen cuatro ejes que condicionan el panorama financiero y bursátil para la Argentina. El primero está dado por el contexto global, particularmente en lo referido a países emergentes. Es cierto que la situación se ha deteriorado con relación a finales del año pasado. Sin embargo, en términos generales, ha habido moderación en las subas de las tasas de interés del dólar y en su consecuente apreciación. Los precios de las materias primas se ven sostenidos, pero van creciendo las tensiones comerciales e impactan el sentimiento global. Sin embargo, los flujos de fondos hacia estos mercados están débiles. En definitiva, hay cautela en aumento sin llegar a dramatismo.

Argentina, siendo vulnerable, acordó un programa con el FMI. Es el segundo eje. A través de este esquema se pretende dar una coherencia que no estaba presente antes. Los desembolsos de fondos asociados tienen una fuerte incidencia al comienzo del mismo. Ello permite volver a una situación de reservas internacionales comparable con el momento previo a la corrida cambiaria. Las metas de desempeño futuro parecen alcanzables en situación de normalidad. Además, de ser necesarios, hay convenidos márgenes para ciertos desvíos justificados por eventos no previstos. En el ínterin, el nivel actual de la paridad de la moneda y la evolución de las cuentas fiscales dan un contexto más sostenible, pero quedaron dañadas la actividad, la inflación y las tasas de interés. Con ello, el equilibrio social y político.

Luego de la regularización de deuda soberana a principios de 2016 se lograron colocar títulos a una base inversora importante, pero limitada y con costos relativamente altos para el emisor.

La recategorización de Argentina como mercado emergente por parte del Morgan Stanley Capital International (MSCI) constituye un tercer eje con potencial positivo ya que aumenta las posibilidades de inversiones de capital de riesgo e, indirectamente, amplía el espectro de compradores para todo tipo de títulos locales.

El eje que marcará la diferencia estará dado por la consistencia y aceptabilidad de las políticas a implementarse. El diseño vigente durante 2017 llevó a correcciones. Cuando éstas se efectuaron hubo marcadas confusiones asociadas a percibida pérdida de rumbo. La superación de la crisis cambiaria reciente no soslaya la necesidad de seguir corrigiendo desequilibrios todavía no resueltos. Sus secuelas demandan coherencia teniendo en cuenta que la dirección de un país requiere un marco equilibrando elementos diversos, incluyendo reglas que permiten desarrollar actividades e iniciativas de sus habitantes.

La situación presente no es fácil y algunos de los indicadores no son tan buenos como presentan las autoridades. Las dificultades son superables. Los actuales precios de activos argentinos pasaron por fuertes correcciones dando la posibilidad de mejoras que, normalmente, bien podrían concretarse.



(*) Director Quantum Finanzas

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