22 de febrero 2019 - 00:01

Cuba se prepara para sustituir su Constitución entre voces de disenso

Reconoce la propiedad privada y el valor "fundamental" de las inversiones extranjeras, al mismo tiempo que mantiene el unipartidismo.

CAMPAÑA. La isla está empapelada con carteles a favor del Sí. La disidencia hizo campaña por el No en redes sociales. Se espera un respaldo favorable, pero no rotundo.
CAMPAÑA. La isla está empapelada con carteles a favor del "Sí". La disidencia hizo campaña por el "No" en redes sociales. Se espera un respaldo favorable, pero no rotundo.

La Habana - Los cubanos acudirán el domingo a las urnas para ratificar una nueva constitución que introduciría cambios económicos modestos mientras se mantiene el unipartidismo, en un referendo que puede mostrar diferencias significativas por primera vez desde la Revolución de 1959.

El nuevo documento introduce cambios importantes en la Constitución de la época de la Guerra Fría al reconocer la propiedad privada por primera vez. Asimismo, las empresas privadas y cooperativas no agrícolas se incluyen por primera vez en el nuevo texto como actores económicos legítimos y el papel de las empresas conjuntas, así como otras formas de inversión extranjera, pasan de ser secundarios a “importantes” o “fundamentales”.

A su vez, busca introducir límites al mandato presidencial, agregar el cargo de primer ministro y reestructurar el Gobierno local así como los principios fundamentales del derecho a la representación legal en el momento de las detenciones y el hábeas corpus.

Por otra parte, todas las prohibiciones que existían sobre discriminación por razones de orientación sexual e identidad de género y raza, quedan eliminadas.

La constitución actual fue aprobada en 1976 con un 97,7% de los 5,6 millones de votantes registrados. Gran parte de los expertos espera que la nueva versión se apruebe, pero con una mayoría no tan rotunda. Hay 8 millones de votantes registrados.

“Esta vez, diría que al menos las tres cuartas partes de la población va a votar a favor de esta constitución”, dijo Rafael Hernández, analista político cubano. “En Cuba nos hemos acostumbrado a la idea de que si no la aprueba el 98%, no hay consenso. En cualquier país del mundo, un 65 por ciento habría obtenido una victoria aplastante”, señaló.

Las autoridades cubanas organizaron un debate popular el año pasado sobre un borrador con las nuevas reformas que incluyó algunos cambios secundarios que luego la Asamblea Nacional aprobó en diciembre su versión final. Desde entonces, el Gobierno de Cuba usa los espacios públicos, como el transporte y los medios de comunicación, para lanzar una campaña para su aprobación.

Si bien el Gobierno ha promovido el “sí” como un voto patriótico, la fragmentada oposición apuesta por un “no”, pretendiendo un paso hacia el fin de décadas del Gobierno comunista.

Con una sociedad civil cada vez más audaz y más cubanos conectados a internet, el debate público se volvió más activo que en el pasado. Etiquetas como #YoVotoSi (voto sí) y #YoVotoNo (voto no) se han promovido en Twitter.

“Solo vencemos a la tiranía si todos los que queremos a una #Cuba libre y democrática damos nuestro mejor aporte , yo voto No”, escribió en su tuit José Daniel Ferrer, líder de la ilegal Unión Patriótica de Cuba. Algunos de sus miembros han sido detenidos temporalmente previo a la consulta.

Un empleado de una empresa estatal dijo, por su parte, que las propuestas eran suficientes para obtener su apoyo. “Pero eso no significa que uno esté de acuerdo con todo. Creo que el presidente debe ser elegido por el pueblo, no por una Asamblea”, subrayó Alejandro Hernández, de 54 años, mientras se dirigía al trabajo.

La Iglesia Católica romana criticó en un documento el nuevo texto. Dijo oponerse tanto a la inclinación ideológica de la nueva Carta Magna como a la negación del acceso a los medios de comunicación y educación. También destacó que los extranjeros sí pueden invertir en la isla, aunque no los cubanos. “Que solo en el socialismo y en el comunismo la persona alcanza su plena dignidad, es una afirmación absoluta totalmente inaceptable”, dijo a Reuters el monseñor José Félix Pérez, secretario de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Agencia Reuters

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