30 de enero 2020 - 23:01

La Federación Internacional de Atletismo se pondrá minuciosa con el calzado de los atletas

Decidió poner en marcha un panel de expertos. Lo integrarán oficiales, atletas, médicos, científicos y expertos jurídicos. Realizarán recomendaciones para "animar al desarrollo y a la utilización de nuevas tecnologías preservando las características fundamentales del deporte". Temen avalancha de récords, como los que lograron el año pasado los keniatas Eliud Kipchoge y Brigid Kosgei en maratón.

El 12 de octubre de 2019, el keniano Eliud Kipchoge, récord del mundo de maratón, bajó de la barrera simbólica de las 2 horas.

El 12 de octubre de 2019, el keniano Eliud Kipchoge, récord del mundo de maratón, bajó de la barrera simbólica de las 2 horas.

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¿Dejar utilizar o prohibir? Las polémicas zapatillas deportivas última generación de Nike suponen un desafío para la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), que se debate entre una regulación para preservar la igualdad deportiva y la necesidad de desarrollar la innovación tecnológica. El debate ya estaba instalado en la comunidad del running desde la aparición en el mercado de las “Vaporfly” de Nike, dotadas de una lámina de carbono en la suela y de cámaras de aire.

El 12 de octubre de 2019, el keniano Eliud Kipchoge, récord del mundo de maratón, bajó de la barrera simbólica de las dos horas, recorriendo los 42,195 kilómetros en 1h 59m 40s, gracias en parte al nuevo prototipo de “Vaporfly”, bautizado “Alphafly” (tres láminas de carbono en la suela y cuatro cámaras de aire). El desafío no estaba homologado por la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics).

Un día después de esta extraordinaria actuación, su compatriota Brigid Kosgei batía por más de un minuto el récord del mundo de maratón femenino, que tuvo durante mucho tiempo la británica Paula Radcliffe (2 h 14 min 04). Kosgei llevaba las mismas zapatillas, en la versión que se comercializa desde 2017 (una lámina de carbono). Posteriormente, un análisis estadístico del New York Times demostró que los corredores que utilizaban “Vaporfly” corrían entre un 4% y un 5% más rápido que los otros en el maratón.

Según el sitio especializado Lepape, 73 atletas de los 100 primeros mejoraron su marca personal en una prueba de 10 km en la región parisina, a finales de diciembre, con una ganancia media de 44 segundos, con 68 (de los 100 primeros) utilizando “Vaporfly”. El francés Jimmy Gressier se convirtió en el segundo mejor europeo de todos los tiempos en 10 km, por delante del cuatro veces campeón olímpico británico Mo Farah.

En medio está World Athletics (antigua IAAF), cuyo reglamento no es preciso sobre esta cuestión, por lo que decidió poner en marcha un panel de expertos, compuesto por oficiales, atletas, médicos, científicos y expertos jurídicos, encargados de hacer recomendaciones para “animar al desarrollo y a la utilización de nuevas tecnologías preservando las características fundamentales del deporte”.

Existe una urgencia, mientras que las otras grandes marcas deportivas trabajan en sus zapatillas con láminas de carbono. En la media maratón de Houston, el 19 de enero, dos atletas de Adidas (Philemon Kiplimo, 4º con 59’28, y Abel Kipchumba, 5º con 59’35) aparecieron con prototipos blancos que parecían más desarrollados que las “Vaporfly”. World Athletics se enfrenta a un fenómeno similar al que afrontó la Federación Internacional de Natación, que en 2010 prohibió los trajes de baño de poliuterano, tras una avalancha de récords.

“El atletismo es un deporte universal y equitativo, todo el mundo tiene las mismas posibilidades para expresarse en función de sus aptitudes motrices y ahora nos encontramos con un elemento que no hace que las cosas sean iguales. Me parece una pena que World Athletics no dé una directiva para mantener este principio”, explicó a la agencia AFP el director técnico nacional del atletismo francés Patrice Gerges.

Según el técnico Jean-Claude Vollmer, miembro de la ‘célula maratón’ de la Federación Francesa, “hay que regular para terminar con la sobrepuja y la carrera de armamento, sino vamos a correr con cosas impensables en los pies”. “Siempre ha habido modelos de zapatillas más rápidos que otros, pero la diferencia era pequeña. Ahora es como si en un sprint, uno estuviera en una pista de cenizas y otra sintética. Se compra el rendimiento. Esta deriva es peligrosa”, añadió.

Evidentemente, los atletas ‘Nike’ tienen otra opinión. “La tecnología se desarrolla y no la podemos negar, es la persona la que corre, no el calzado”, señaló Eliud Kipchoge. La pelota está en los pies de World Athletics.

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