Los barrabravas denunciarán al presidente sudafricano por violación de los Derechos Humanos.
Un grupo de barrabravas de Argentina denunciará ante la Corte de La Haya al presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, por las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por la Policía sudafricana contra hinchas que no fueron admitidos o fueron deportados durante el Mundial de fútbol.
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"Acá hubo violencia de Estado. Por eso pediremos juicio y castigo para el presidente de Sudáfrica", anunció en una conferencia de prensa Débora Hambo, abogada de la ONG 'Hinchadas Unidas Argentinas', que aglutina a integrantes de barras de 43 equipos de la Primera División y de categorías de ascenso.
La letrada destacó que la ONG también tiene previsto acudir a todos los organismos internacionales, entre ellos las Naciones Unidas, para denunciar "los atropellos y los malos tratos" a los que fueron sometidos muchos hinchas argentinos cuando llegaron a Sudáfrica para presenciar el Mundial.
"Hemos hecho a través de la Cancillería múltiples pedidos a las autoridades sudafricanas para que nos explicaran los motivos por los cuales muchos de los hinchas no fueron admitidos o fueron deportados, y hasta el momento Sudáfrica ha negado toda respuesta jurídica y diplomática", remarcó.
"Lo único que dicen es que estos hinchas figuraban en un listado entregado por el Gobierno argentino en el que se advertía que era gente que podría llegar a provocar hechos de violencia en los estadios", indicó.
Hambo dijo que entiende que los derechos humanos "de muchos argentinos" han sido "violados" en el país africano y aseguró que luchará para que esa situación sea reparada.
En la conferencia de prensa estuvo presente Mariano González, un hincha de Lanús que fue deportado, quien contó haber sido víctima de "robos y apremios ilegales" por parte de la Policía sudafricana.
"Nos encerraron en una oficina, nos maltrataron, no nos dieron comida y nos robaron la ropa", afirmó antes de relatar que un médico que le enviaron para atenderle por una herida que un policía le provocó en su ojo izquierdo "llegó muchísimas horas después" de ocurrido ese hecho.
Antes del Mundial, las autoridades argentinas enviaron a sus colegas sudafricanos los antecedentes de unos 800 hinchas, 29 de los cuales fueron deportados o no fueron admitidos al llegar al país organizador del Mundial.
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