La Camorra estaría atrás de ataques a jugadores del Napoli

La Camorra habría organizado los ataques que sufrieron el los últimos tiempos los jugadores de Napoli y sus familias.

Adquiere contornos cada vez más inquietantes la posibilidad de que la Camorra esté detrás de los robos, agresiones y extorsiones sufridas por jugadores del Napoli y sus familiares.

Desde 2011, en inquietante repetición, varios jugadores, lo mismo que sus esposas o compañeras, resultaron víctimas de actos de violencia callejera, como asaltos a mano armada, sustracción por la fuerza de relojes y otros objetos de valor, robo o daños de sus automóviles.

El suizo Valon Behrami fue el último que sufrió una agresión de este tipo: a inicios de este año, tras estacionar su automóvil, fue abordado por dos individuos que, amenazándolo con sendas pistolas, le arrancaron un costoso Rolex que, días después, le fue devuelto de modo anónimo en la concentración de Castelvolturno.

La Fiscalía de Nápoles está convencida que estos episodios tienen un objetivo preciso: obligarlos a participar y adherir a fiestas y eventos de distinto tipo organizados por "capos" de la Camorra, violando así el rotundo veto impuesto por el club.

La Gazzetta dello Sport afirma que así al menos lo confesó ante la justicia Salvatore Russomagno, un "arrepentido" del clan "Mazzarella", aunque Behrari, citado por los tribunales, negó haber recibido presiones.

La lista se inició en 2011, cuando a la entonces esposa de Edinson Cavani, ahora en PSG, la uruguaya María Soledad, le fue arrebatado un reloj Piaget, valuado en 18.000 euros, mientras circulaba cerca del estadio San Paolo.

Algunas semanas después, víctima de un asalto resultó Martina, la esposa checa de Marek Hamsik, que estaba embarazada: bajo la amenaza de un revólver, fue obligada a entregar a los asaltantes su automóvil BMW X6, que apareció días después, abandonado, en las afueras de Nápoles.

Pero la reacción más dura fue la de Yanina Screpante, la modelo argentina novia de Ezequiel Lavezzi, a la que también le robaron su Rolex en la elegante colina de Posillipo y que externó su miedo denunciando lo difícil que resultaba vivir en Nápoles.

Otras violencias sufrieron las esposas de Salvatore Arónica y del defensor argentino Ignacio Fideleff: esta última volvía con una amiga de hacer shopping en un centro comercial y encontró su automóvil seriamente dañado.

La Camorra, el crimen organizado, la mafia napolitana, siempre buscó vínculos con el equipo y en los tiempos de Diego Maradona se jactó de llevar al excrack argentino a fiestas familiares, con fotos que se hicieron públicas años después.