A San Lorenzo le alcanzó con un gol en la « madrugada» del partido para llevarse una importante victoria en Jujuy, en el comienzo del torneo Apertura.
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El gol de San Lorenzo cuando apenas se jugaban 3 minutos de juego le hizo mal al partido porque perfeccionó el esquema defensivo que había planteado Oscar Ruggeri, y le dejó toda la responsabilidad de atacar a Gimnasia de Jujuy, que fue desnudando jugada a jugada su impotencia ofensiva.
San Lorenzo se plantó con tres defensores para marcar a presión a los dos delanteros rivales, pero muy cerca de éstos una línea de cuatro mediocampistas con más preocupaciones defensivas que ofensivas. La idea de Ruggeri era jugar de contraataque aprovechando la velocidad de sus delanteros Ezequiel Lavezzi y el debutante peruano Roberto Jiménez. Pero a los 3 minutos, luego de un tiro libre de Osmar Ferreyra, Jonathan Bottinelli conectó de derecha y derrotó a Valdiviezo.
Eso hizo que los mediocampistas se retrasaran para ayudar a los defensores y que San Lorenzo quedará con 7 jugadores casi en una misma línea para impedir los ataques de Gimnasia de Jujuy.
El planteo de José María Bianco tampoco fue muy ofensivo. Un solo delantero neto (Balvorín), ayudado por Javier García, que jugaba unos metros más retrasado y atrás de ellos dos líneas de cuatro con funciones más defensivas que ofensivas.
Por eso, aunque Saja tuvo un par de atajadas brillantes ante Balvorín, no fueron, en proporción al dominio de pelota, muchas las situaciones de riesgo que crearon los jujeños. Tanto, que la más clara fue para San Lorenzo sobre el final cuando Lavezzi la tocó por sobre la salida de Valdiviezo y Gabriel Ramón la sacó de la línea de sentencia.
San Lorenzo comenzó ganando al «estilo Ruggeri», con una defensa firme que no ha sufrido goles en toda la pretemporada y aprovechando las pocas situaciones de gol que crea. Habrá que verlo ante un rival con más poderío ofensivo para evaluar cuáles son las posibilidades, pero la idea clara es privilegiar el cero en su arco a la búsqueda de vulnerar el arco contrario y ayer el «negocio» le salió redondo.
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