5 de diciembre 2019 - 00:00

Sandleris se despidió del BCRA defendiendo el nivel de las reservas

Destacó que el oficialismo quedó cerca de alcanzar los equilibrios fiscal y externo, y que la ausencia de ambos derivó en las crisis de 2018 y 2019.

Lamentos. Sandleris no logró alcanzar la estabilidad de la moneda y deja el BCRA con una inflación cercana al 60%. Pidió consensos para el futuro.

Lamentos. Sandleris no logró alcanzar la estabilidad de la moneda y deja el BCRA con una inflación cercana al 60%. Pidió consensos para el futuro.

El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, se despidió ayer durante una conferencia de prensa en la que señaló que a partir del 10 de diciembre dejará su cargo, con el fin de allanarle el camino al próximo gobierno, para que éste pueda avanzar con su propio programa monetario. Lo mismo ocurrirá con los vicepresidente Gustavo Cañonero y Verónica Rappoport, quien volverá a su cargo en la London School of Economics and Political Science, mientras que el resto del directorio pondrá su renuncia disposición, aunque por el momento seguirá en el cargo.

Lo destacable es que Sandleris, junto al titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, había sido uno de los funcionarios del oficialismo que habían sonado para mantenerse en el cargo con Alberto Fernández, al menos durante el primer año de gestión. La idea era mostrar cierta estabilidad hacia los mercados, pero finalmente terminó siendo rechazada por el presidente electo, quien optó por poner a alguien de su confianza. De acuerdo a lo que ha trascendido, el elegido será el economista Miguel Ángel Pesce, quien fue vicepresidente del organismo desde fines de 2004 hasta diciembre de 2015. En teoría, el mandato de Sandleris debía finalizar en 2023, ya que, según la Carta Orgánica de la entidad, el cargo debería estar garantizado por seis años, y debería tener la posibilidad de ser designado nuevamente, bajo la premisa de que el Banco Central es un ente autárquico.

De acuerdo con la teoría económica, la autoridad monetaria debe tener cierto poder que le permita ser independiente del Ejecutivo, para que haya cierta continuidad y su accionar no esté condicionado por los resultados electorales. Sandleris sostuvo que “en la mayoría de los países del mundo, el mandato de las autoridades de los bancos centrales no coincide con la duración de los presidenciales”. “Este diseño institucional es uno de los elementos importantes que ha contribuido a que la mayoría de los países del mundo pueda vivir desde hace tiempo con baja inflación”, agregó. Pero señaló que “en nuestro país, más allá de que la ley así lo establece, esto no sucede. La tradición es que, al elegirse un nuevo gobierno, éste designe también a nuevas autoridades en el Banco Central”. Lo mismo ocurrió con el extitular del organismo, Alejandro Vanoli, el cual dejó su cargo en 2015 con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia. En los 84 años de historia del BCRA, el único presidente de la entidad que completó el período estipulado fue Ernesto Bosch, el primer titular del organismo, entre 1935 y 1945. Luego, en promedio, los presidentes de la autoridad monetaria han sido removidos del cargo cada un año y tres meses, prácticamente el lapso que estuvo Sandleris a cargo del BCRA.

Vale recordar que Sandleris desembarcó en el organismo a fines de septiembre del año pasado, siendo el tercero en comandar la institución en la era Macri, después de Federico Sturzenegger y Luis Caputo, en el marco de la primera renegociación del acuerdo con el FMI, en el cual el organismo autorizó a desembolsar u$s56.300 millones. El economista, que heredó una inflación cercana al 45%, junto con el resto del directorio, decidió cambiar el esquema de metas de inflación por uno de control de agregados monetarios, con crecimiento nulo de la base monetaria para buscar que la inflación lograra bajar a un dígito. Pero desde el BCRA no se pusieron plazos, y el sendero de desinflación fue interrumpido en tres ocasiones distintas, afectado por los saltos cambiarios, dejando para 2019 una inflación apenas por debajo del 60% y en máximos desde 1991.

En su despedida, el funcionario destacó que en la tradición argentina se destaca “la falta de un consenso básico acerca de la importancia de construir una moneda sana y, especialmente, acerca de cómo lograrlo”. “Quizás una de las frustraciones de esta experiencia liderando el BCRA es no haber logrado avanzar significativamente en construir este consenso. Deseo que las futuras autoridades logren hacerlo y rompan así con esta tradición”, agregó. Por otro lado, destacó que el oficialismo quedó cerca de lograr el equilibrio fiscal y externo. Afirmó que, entre 2015 y 2019 el gasto primario consolidado bajó del 40,2% del PBI al 33,7%. “Este año el déficit fiscal primario será de aproximadamente 0,5% del PBI y el déficit externo de menos de 1% del PBI. Quizás haber restablecido estos equilibrios sea el mayor logro de este Gobierno en el área económica. Decir que avanzamos al haber corregido estos desequilibrios, no implica desconocer que estamos atravesando una recesión con alta inflación que se inició hace más de un año y medio”, señaló.

En esta línea, Sandleris consideró que la ausencia de ambos equilibrios, en “combinación con condiciones preexistentes y la demora en corregirlas, fue la causa principal de la crisis que atravesamos en este último año y medio. Consolidar los equilibrios gemelos resulta clave para evitar que períodos como este se repitan y, para que, de una vez por todas, logremos crecer en forma sostenida”. Por otro lado, destacó que en los últimos cuatro años el BCRA prácticamente duplicó las reservas internacionales brutas y multiplicó aún más las netas. Y que los pasivos remunerados (Leliq y Pases) se han reducido sustancialmente en términos del PBI, representando actualmente la mitad del máximo alcanzado a mediados de 2018 y manteniéndose por debajo del nivel que tenían a fines del 2015.

Por último, el funcionario reconoció las complicaciones de tener que tomar decisiones en el marco de una elevada volatilidad y de información limitada, lo que lleva a que se cometan errores. Y, para el próximo gobierno, recomendó tener paciencia con el Fondo Monetario Internacional, al señalar que “suele ser muy burocrático”. A pesar de todo, el organismo ya dio un guiño a la Argentina, al colocar a un viejo conocido al frente de las negociaciones con el país, el venezolano Luis Cubeddu. De todas formas, habrá que esperar a que inicien las negociaciones formalmente para ver cómo evolucionan realmente.

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