9 de octubre 2019 - 00:00

Advertencia: Bienes Personales llegaría a ser "confiscatorio"

Economistas del Frente de Todos plantean recaudar u$s4.000 M volviendo a las alícuotas de 2015, triplicando para los fondos en el exterior. Este año el impuesto no recaudará más de $25.000 M.

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Cubrir el bache fiscal de la Argentina tratando de cobrar más Impuesto a los Bienes Personales como propone el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, podría requerir alícuotas de entre el 5% y el 10%, lo que de acuerdo con los analistas, podría tener niveles confiscatorios. Aun así, un informe de la consultora Proyecto Económico, liderada por la economista Fernanda Vallejos, platea que es factible lograr 1 punto del PBI volviendo a las alícuotas del 0,75% que regían en 2015, pero triplicando el impuesto a los que ahorran afuera.

Actualmente la recaudación total de Bienes Personales representa apenas el 0,5% del total de los ingresos de la AFIP. En los primeros nueve meses del año llega a los $18.900 millones. La brecha para llegar a lo que plantea el candidato de la oposición es bastante amplia.

El tributarista Sebastián Domínguez explicó en declaraciones a este diario que la recaudación del gravamen es la más baja desde su creación. Es porque debido a la reforma fiscal de 2017 la alícuota del impuesto bajó a 0,25% en la categoría más baja (entre $2.000.000 y $3.000.000), al 0,5% (entre $3.000.000 y $18.000.000) y del 0,75% para los que superan los $18 millones de patrimonio.

“Con las actuales alícuotas muchos que el año pasado tributaron $300.000 este año pasaron a pagar $950.000”, explicó. Domínguez consideró que para poder alcanzar la meta habría que llevar las alícuotas entre el 5% y el 10%, lo que a su criterio “sería una locura”. Básicamente, porque en el caso de ir al máximo, en el plazo de 5 años el titular del bien debería entregarle al Estado la mitad del valor, lo que es considerado “confiscatorio”.

La propuesta que analiza el grupo de economistas vinculados al candidato opositor, en cambio. mantiene el mínimo no imponible actual, pero con las alícuotas similares a las de 2015. Eso implica, 0,75% para bienes entre 2.000.000 y 3.000.000, 1% para bienes entre 3.000.000 y 18.000.000 y 1,25% para quienes poseen bienes por más de esa cifra. A eso se lo condimenta con un incremento por tres de las alícuotas de cada categoría para los fondos que están declarados en el exterior. Por esa vía, estiman que se pueden recaudar u$s4.076 millones, lo que equivale al dólar actual a $244.560 millones al año, o el equivalente al 1% del Producto. Pero la recaudación de Bienes Personales no llegaría a superar los $25.000 millones en 2019.

Genaro Grasso, uno de los autores de la propuesta, explicó que para las estimaciones usaron las bases de riqueza declaradas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), actualizadas por inflación. Consideró que si el actual Gobierno cumpliera el déficit primario de medio punto, con esta iniciativa “se podría hasta lograr un superávit”.

Este grupo considera básicamente que las personas que tienen fondos en el exterior han fugado capitales. Si bien en esta iniciativa el peso más fuerte cae sobre los que tienen patrimonios fuera del país, también supone tomar el camino contrario de la baja de presión fiscal iniciado con la reforma fiscal de 2017, que no sólo afecta a los patrimonios más altos, sino también a ahorros desde valores equivalentes a los 2 millones de pesos. Frente a ello, Alberto F. aseguró que una mayor presión del impuesto no debería alcanzar a la clase media, pero sí a “las grandes fortunas”.

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