12 de marzo 2020 - 00:00

Estiman que por el coronavirus caerían "aún más" precios de commodities

Las complicaciones por la propagación de la enfermedad llegan "para reforzar las dificultades de largo plazo establecidas en los mercados", sostuvo la entidad. La situación de China, destino de buena parte del comercio exterior de porotos de soja y carne, enciende más alarmas.

La propagación del coronavirus sacudió los mercados. También golpeó de lleno la actividad económica, primero en China, luego en Europa, y amenaza con extenderse a Estados Unidos. En ese contexto, las commodities agrícolas se ven seriamente afectadas. Según analizó la Bolsa de Comercio de Rosario, la particularidad de esta pandemia “es que llega para reforzar las dificultades de largo plazo establecidas en estos mercados”. “Así, el Covid-19 suma presión bajista a los precios ya resentidos a partir de la disputa arancelaria entre Estados Unidos y China y a la Peste Porcina Africana”, analizó la entidad en su informe.

“En lo que va del año, el índice de productos agrícolas elaborado por S&P cayó un 16%, fundamentado en la menor demanda proyectada de productos agrícolas tanto para consumo humano directo como para forraje animal. La menor actividad económica global que se espera para este año se verá reflejada en menores ingresos que recortarán y/o modificarán el consumo de alimentos, a la vez que caería la demanda de aceites vegetales y maíz para la producción de biocombustibles”, agregó el estudio.

En ese sentido, desde la Bolsa rosarina analizaron cuál es el impacto para el país, sobre todo considerando que China es el destino de casi el 90% de las exportaciones de poroto de soja (aportaron cerca de u$s3.000 millones en 2019), el 70% de las carnes bovinas (por más de u$s2.000 millones) y el 22% de la carne porcina (con un valor de u$s3,5 millones en 2019). “En Brasil, nuestro principal socio comercial y termómetro de lo que puede esperarse para la actividad económica local, la participación del gigante asiático en las exportaciones es incluso más alta, estimándose que se deterioren sus perspectivas de crecimiento para este 2020. Si a ello se le suma la caída de precios que vienen mostrando en el mercado externo los commodities agrícolas, principal complejo exportador argentino, se comprende que el impacto por esta vía puede ser notable”, analizó el informe.

La caída del precio del petróleo, en tanto, impacta directamente sobre las proyecciones de crecimiento en Vaca Muerta, “al restarle competitividad al shale oil, ya que desincentiva la inversión en exploración y extracción, perjudicando la expectativa que el yacimiento se convierta prontamente en un rubro líder de las exportaciones argentinas”.

Finalmente, agrega el estudio, “si a ello se le suma el ‘amesetamiento’ proyectado en el crecimiento y el comercio mundial para este 2020, se puede concluir que existe un riesgo concreto de una erosión del comercio exterior y, consecuentemente, del ingreso de divisas por exportaciones para este año. Ello, por un lado, presiona sobre el tipo de cambio, especialmente en un contexto donde mientras la moneda local perdió un 4% de su valor en relación al dólar desde 1 de enero, el real brasileño se depreció un 18% en el mismo lapso, perjudicando la competitividad argentina en relación con nuestro principal socio comercial. Sin embargo, dejar correr el tipo de cambio conlleva el riesgo latente de un traspaso a la inflación en los precios domésticos, que ya se encuentra en niveles excepcionalmente altos desde hace unos años, convirtiéndose en un arma de doble filo”.

El impacto por el coronavirus llega en un momento complejo para Argentina, que se encuentra en pleno proceso de renegociación de la deuda. “Si bien la caída de tasas en el mundo puede de algún modo limitar el peso de la deuda, lo cierto es que bajo las circunstancias actuales los inversores tienden a preferir desprenderse de sus activos más riesgosos, entre los que lamentablemente se encuentran los bonos argentinos, para ir hacia otras colocaciones consideradas más seguras. Así, el riesgo latente es que los compradores de nuestros títulos a valores muy bajos sean fondos especulativos de alto riesgo (popularmente conocidos como fondos buitre), que tienden a apostar por cobrar la totalidad de la deuda vía su judicialización. En este contexto, se cree que el país haría bien en resolver la negociación que asegure la sustentabilidad de su deuda pública en el lapso más corto posible, para afrontar un año volátil en las mejores condiciones posibles”, concluyó el informe.

Los esfuerzos de los gobiernos por contener la propagación del coronavirus contribuye a la paralización de la actividad económica, ya que se está optando por cancelar vuelos, suspender eventos o limitar la afluencia de público a distintos comercios. “La alerta está puesta en tomar los recaudos necesarios para asegurar que este shock transitorio no se convierta en una crisis económica y social de mediano plazo”, concluyó el estudio.

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