7 de enero 2019 - 00:04

Dólares vuelven (cautos) a mercados emergentes

El regreso de capitales también ayuda a las monedas. Recuperan brillo bonos y acciones ante menor chance de suba de tasas en EE.UU. Fuerte reacción alcista en todas las plazas mundiales. ¿Es tendencia o apenas compras de oportunidad? Aquí se abre interrogante: ¿BCRA comprará o bajará la tasa?

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Los capitales de riesgo están volviendo a los mercados emergentes. La reversión de la tendencia comenzó con Turquía y puede ser un punto de inflexión para 2019. Todavía el flujo es incipiente y los fondos se mueven con suma prudencia. Pero no tanto como para observar estos movimientos con cierto optimismo.

Hay varias razones por las que los capitales vuelven a mirar hacia los emergentes. Pero una se destaca del resto. “La perspectiva de una baja de la tasa de interés internacional hace que sea un mejor año para (mercados) emergentes”, afirma un economista de consulta permanente con Wall Street. Agrega que además de Turquía, el reflujo hacia emergentes está incluyendo a Sudáfrica e Indonesia.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell anunció el viernes que la Fed mantendrá una actitud flexible respecto de la política monetaria, algo que fue leído por los mercados como que se disipa la posibilidad de un alza en las tasas de interés estadounidenses. Presunción que refuerza la perspectiva de un menor crecimiento global para este año.

Los índices de las Bolsas mundiales reaccionaron en consecuencia. En Europa subieron fuerte Londres y Frankfurt (+3,4%); París (+2,7%) y Madrid (2,5%). En Asia las subas promediaron 2%. Y en Wall Street el rebote fue de 4,2% en el Nasdaq, y de 3,2% en el Dow y el S&P500.

Los ETF que siguen a las acciones de emergentes acompañaron. El EEM, que engloba a esos mercados, avanzó 4%. El TUR, que sigue a los papeles de la Bolsa de Estambul, subió 5,6%. El EWZ de los equities brasileños, avanzó 2,1% y el ARGT de acciones argentinas ganó 4,8%.

Otro factor que está influyendo en los movimientos de fondos es la menor fortaleza del dólar estadounidense en relación con las principales monedas del mundo. El Dollar Index (DXY) viene mostrando bajas desde diciembre y del pico de 97,44 está hoy en 96,16. Una caída de 1,3% fundamentalmente contra el euro, la libra esterlina y el yen japonés.

El efecto sobre las monedas emergentes parece confirmar el regreso de capitales a esos mercados. La lira turca, por caso, se recuperó casi 3% el viernes y acumula un alza de 22% desde septiembre. El real brasileño, que llegó a 3,95 en diciembre, se afirmó 5,8% en menos de un mes y cotiza ahora en 3,71.

El dólar contra el peso argentino cayó casi 15% desde que asumió Guido Sandleris en el BCRA. La cotización está a centavos del piso de la zona de no intervención y el interrogante del mercado es si el Central comprará dólares (hasta u$s50 millones diarios), si optará para bajar las tasas o una combinación de ambas alternativas.

Pasado el cierre de año, se advierte una tendencia alcista en bonos soberanos: el AY24, que llegó a un rendimiento de 15,3% en diciembre, está ahora a punto de perforar 12%. Los ADR de bancos como el Galicia avanzaron 22% en un mes. Desde Navidad, YPF subió 16%.

El riesgo país se desplomó casi 100 puntos básicos en menos de dos semanas, de 832 a 737 bps. También cedieron los seguros contra default a 748 dólares, para los CDS a 5 años.

Había un castigo excesivo a la Argentina. Lo notó el economista Nery Persichini al mostrar la inconsistencia de un riesgo arriba de 830 con un dólar de $38. O bajaba el riesgo o subía el tipo de cambio.

El analista financiero Christian Buteler coincide en que “se castigó mucho a la deuda en el corto plazo”, pero agrega que pueden haberse sumado compras de oportunidad. Sin embargo, advierte que “es muy pronto para saber si estamos frente a un rebote para hacer una diferencia en el corto o si está marcando un cambio de tendencia.”

Fernando Camusso, de Rafaela Capital, concuerda. “El país llegó a tradear más de 200bps arriba de Camerún, Bielorrusia o Ruanda, que tienen similar calificación crediticia. Sin embargo, está muy claro que Argentina es high-beta, y como tal, no solo es puro riesgo, sino con fuerte volatilidad. Es impresionante que en escasos días el Bonar 24 comprimiera casi 300 bps solo por un cambio de humor.”

Agrega que “los vendedores pusieron un stop por ahora; el tramo medio de la curva está de remate. Hay un efecto positivo para el mercado brasileño pero no veo un arrastre significativo a la Argentina. Por ahora, solo alguna compra de oportunidad.”

Para Ezequiel Zambaglione, estratega de Max Valores, “hoy probablemente el inversor que está comprando es el que tiene un view de que Argentina no va al default. Es decir, a estos precios el que temía el default probablemente ya salió y el que no tiene esa visión (los soberanos) le parecen atractivos, especialmente porque la mejora se dio mayormente en bonos cortos”.

La vuelta de los fondos es un dato innegable. La duda es si constituye una tendencia en camino a consolidarse o si es apenas un amor de verano.

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