28 de septiembre 2007 - 00:00

El campo de fiesta

El campo de fiesta
No podrá quejarse Néstor Kirchner de la despedida que le brinda el campo a su gestión: ayer los precios alcanzaron un nuevo récord histórico liderados por la soja, que acumula una suba de 16% en setiembre, a u$s 370,75 por tonelada. Para tener una referencia, esta oleaginosa, tan preciada como el petróleo para Hugo Chávez, está en el valor más alto de los últimos tres años. Oxígeno para el gobierno: le garantiza ingresos récord por la recaudación de retenciones, en el momento que más lo necesita tras la fiesta del gasto electoral.

También el trigo hizo lo suyo, y llegó a los valores históricos máximos al cotizar en Chicago a u$s 342,83 por tonelada con ganancias de 21,6% durante setiembre. El maíz también colabora al rendir 19,3% en el mes y quedar en u$s 152,2, un muy buen nivel, que acompaña además a cinco años de récords sucesivos.

El motivo fundamental de las subas de esta semana fue la fuerte demanda de exportación que registran los granos a nivel internacional, que los productores locales no pueden aprovechar a pleno por las limitaciones impositivas impuestas por el gobierno.

Nada se hizo para recibir esta ayuda inesperada. Los precios responden a un impulso internacional sustentado, según analistas, en la necesidad de muchos bloques comerciales de acceder a granos. De hecho, Europa ratificó ayer que eliminará algunos impuestos a la importación para lograr ser un destino atractivo de los principales países exportadores que retacean, por ejemplo, los envíos de maíz ante la fuerte demanda de los productores de etanol.

El mundo necesita abastecer sus rodeos y evitar una suba en las carnes (vacas, porcinos y aves), por lo que los gobiernos tratan de evitar un mayor recalentamiento de los valores de los forrajes (especialmente maíz). La Argentina es « potencia mundial» en estos granos demandados, y está en posibilidad de abastecer gran parte de la nueva demanda.

«Es evidente que la baja en las tasas es un estímulo para la compra de materias primas. Entonces, el techo del mercado es muy difícil de predecir ya que estamos frente a un contexto internacional nunca antes vivido», decía ante este diario el analista Ricardo Baccarín, de Panagrícola. El especialista indicaba también que «las materias primas son un refugio frente a un dólar débil. Si no se desacelera la demanda no podremos pensar en un mercado más flojo».

Se estima que durante 2008 el mundo de los granos vivirá una fuerte puja entre productores y áreas de siembra: el maíz perdería terreno, una vez más, frente a la soja. En la Argentina los problemas son distintos ya que debido a la coyuntura hay una incidencia menor en la presión sobre los granos. «Muchos productores somos víctimas de un sistema perverso. Con un trigo en u$s 330, y aún con 20% de retenciones, deberíamos estar cobrando u$s 60 más de lo que se nos paga», se quejaba un agricultor de Tres Arroyos. «Pero nadie dice nada.» agregaba.

El trigo cerró, en u$s 194,20 para la posición enero de la nueva cosecha 2008 con una suba de 2,4% en el mes; el maíz operó hasta u$s 128 para la entrega inmediata, con una ganancia de 6% durante setiembre, mientras el girasol -que aumentó 13% en el mes- cerró en u$s 375 por tonelada. El gran impacto se produjo sobre la soja, una vez más, que aumentó 1,3% ayer y acumula en la Argentina una ganancia de 14,2% en el mes.

Pero esta buena nueva de precios, que permite buenos dividendos a quienes retuvieron el grano, presenta también otra cara: la de los productores que arrendaron pequeñas explotaciones en busca de los mejores márgenes que presenta la soja. «A este ritmo me fundo», decía a Ambito Financiero un productor de Entre Ríos que alquila un campo de 100 hectáreas con un índice fijo de 13 quintales por hectárea, calculados a valor de Rosario que ayer se ubicaba en $ 792.

«Luego de pagar u$s 30.000 para implantar las 100 hectáreas, a este nivel de precios debo pagar un valor de arrendamiento que los buenos precios no pueden compensar», se quejaba. La soja cerró en $ 805 y ya se comercializaron al exterior 2,4 millones de toneladas de grano que aún no fue sembrado, así como se declararon exportaciones de 3,5 millones de toneladas de harina de soja y 409.600 toneladas de aceite de soja de la campaña 2007/08. Pero más allá de todo esto, está claro que todo el sector agrícola argentino está viviendo una fiesta sin precedentes y muy lejos están las señales de su final.

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