21 de junio 2019 - 00:00

Crisis de supermercados Luque arrastra al ingenio Concepción

El grupo tucumano que afronta una complicada situación financiera también es dueño de dos plantas azucareras donde emplea a más de 1.400 personas. Viene incumpliendo en el pago de salarios.

impacto. Luque tiene casi 3.000 empleados entre ingenios y sucursales.
impacto. Luque tiene casi 3.000 empleados entre ingenios y sucursales.

Era prácticamente un secreto a voces en el norte argentino: el empresario tucumano Emilio Luque, dueño de la cadena de supermercados que lleva su nombre y de los poderosos ingenios azucareros Concepción y Marapa afrontaba serios problemas financieros y parte de sus operaciones corrían peligro. Esta semana llegó la triste confirmación de que su negocio supermercadista -que incluye a 21 sucursales distribuidas en cuatro provincias y emplea en forma directa a más de 1.200 personas- se declaró virtualmente quebrado y ahora los ojos están puestos en el segmento azucarero, que también viene mostrando señales de alarma.

Por lo pronto, el panorama es al menos incierto para los empleados directos de la cadena de supermercados ya que desde el directorio de la firma se les informó que no contaban con fondos para hacerle frente al pago de salarios, reposición de stocks y por supuesto de las correspondientes indemnizaciones. Aunque trascendió que la empresa se declaró en quiebra, por el momento no hay ningún registro en la justicia comercial, por lo que algunos de sus empleados de sus 19 supermercados (13 en Tucumán, 4 en Santiago del Estero, 1 en Salta y 1 más en Catamarca), intentan continuar adelante con la operatoria a la espera de que aparezca una solución o un comprador que ahora parece prácticamente una utopía.

Según detallaron desde la empresa comandada por la familia Luque, los problemas comenzaron hace más de dos años, producto de la caída de las ventas, el incremento de tarifas y la escalada inflacionaria, lo mismo que le sucede al 100% de las empresas argentinas.

Mientras tanto, según los registros oficiales, Emilio Luque Salvador, a cuenta propia, no a través de una sociedad, tiene deudas totales por poco más de $1.800 millones y cheques rechazados por $90 millones, además no está concretando los aportes patronales y de la seguridad social, por lo menos desde octubre del año pasado, a sus más de 1.120 de empleados registrados.

Ante este complicado panorama, la incógnita que se abre de ahora en más es cómo seguirá la situación de los ingenios azucareros Concepción (el segundo más importante del país) y Marapa. Ya en marzo de este año se desató un fuerte conflicto porque Luque no cumplió con el pago de los salarios en tiempo en forma en ambos establecimientos y los más de 1.400 empleados pararon la producción.

En realidad, las luces de alarma se encendieron mucho antes, porque durante el año pasado tampoco cumplieron con el pago de salarios en varias oportunidades e incluso concluyeron la zafra azucarera antes que el resto de los establecimientos productivos de la provincia.

A este escenario se suma además que el sector azucarero en general tampoco está pasando su mejor momento, los precios deprimidos del etanol -establecido oficialmente por el Gobierno- le están jugando una mala pasada.

Muy lejos parecen haber quedado los planes de expansión del Grupo Luque cuando compraba ambos ingenios tan sólo dos años y medio atrás, luego de desembolsar más de u$s30 millones. Ahora en la provincia de Tucumán señalan que el entramado de sociedades va mucho más allá que del sector supermercadista y azucarero y que en realidad el grupo cuenta con un sinfín de activos para hacerle frente a esta debacle económica; el resto de la historia seguiría en la Justicia comercial.

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