7 de mayo 2020 - 00:00

Uber despide a 3.700 empleados y proyecta aplicar más recortes

El sistema ya estaba afectado por cuestiones legales en algunos países, como Argentina. Pero la pandemia terminó de complicar sus operaciones.

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La pandemia de coronavirus le pegó fuerte a la firma de transporte de pasajeros Uber, a nivel global sus viajes se redujeron alrededor del 80% y en este marco busca recortar su estructura, en lo que sería el primer paso en medio de esta crisis, la empresa prevé despedir al 14% de su fuerza laboral global, lo que se traduce en 3.700 personas.

Al mismo tiempo Uber anunció que cerrará el 40% de los 450 centros de conductores que opera en todo el mundo. Estas dependencias, llamadas Greenlight Hubs, se utilizan para inscribir a los nuevos conductores de Uber y enseñarles cómo usar la aplicación y a abordar los problemas que surgen en el trabajo.

En tanto, esto no sería todo, porque el consejero delegado de la empresa, Dara Khosrowshahi, en un correo interno de la empresa dejó trascender que se realizarían más “ajustes difíciles” en las próximas dos semanas. “Días como este son brutales”, escribió.

Uber también informó que su CEO renuncia a su salario base, por lo que queda de año dentro de este plan para reducir los gastos operativos de la compañía. En el último ejercicio, el ejecutivo ganó por esa vía 1 millón de dólares, pero el grueso de su remuneración llegó a través de bonus y acciones.

A su vez, la multinacional estadounidense informado que asumirá un impacto adverso extraordinario de unos 20 millones de dólares en relación con el pago de indemnizaciones por despido y la finalización de otras prestaciones. En paralelo, en solo dos meses, las acciones de la firma se depreciaron un 30% y se espera que luego de estos anuncios una nueva caída que haría retroceder aun más el valor de la compañía.

Mientras tanto y además de efectuar recortes de estructura, la firma también está cambiando su estrategia de negocios de cara a los nuevos tiempos. Así es que en todos los países en los que opera, incluida la Argentina, está fomentando el uso de su aplicación Uber Eats, dedicada al delivery de comida con fuertes descuentos para los primeros envíos y promociones en asociación con los restaurantes. Pero este segmento de negocios tampoco es una solución para sus miles de conductores “asociados” que actualmente no perciben ingresos por la imposibilidad de concretar viajes durante la cuarentena.

Uber Eats busca emular al servicio de Glovo, Rappi pero llegó a este negocio en muchas partes del mundo, bastante tiempo después que sus competidores y es por eso que por el momento no llegó a tener gran penetración. Incluso, la firma anunció días atrás que se retiraba de los mercados de República Checa, Egipto, Honduras, Rumania, Arabia Saudita, Ucrania y Uruguay al no encontrar rentabilidad.

En cuanto a sus “socios” conductores, la gran mayoría queda afuera de la posibilidad de sumarse a Uber Eats, porque en la práctica es poco rentable distribuir alimentos en automóviles. Esta opción es válida en todo el mundo para las bicicletas y motos.

Como alternativa la empresa está promoviendo el servicio Uber Flash, destinado al envío de artículos a domicilio.

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