2 de septiembre 2014 - 00:00

40 años de un ícono automotor francés

Develado en 1974, el Citroën CX condensó todos los adelantos de su época. Equipó modernos motores diésel e innovaciones en confort.

El CX de Citroën cosechó numerosos premios por los avances tecnológicos.
El CX de Citroën cosechó numerosos premios por los avances tecnológicos.
Presentado en el Salón del Automóvil en París en 1974, Citroën festeja los 40 años del CX, un modelo que impuso los adelantos en materia de tecnología con el motor diésel con turbocompresor, la versión CTi, pero también en materia de bienestar con la suspensión hidroneumática.

Reconocido por su confort, su ergonomía y su agarre, el CX obtiene, el año de su lanzamiento, los premios Auto del Año, De la Seguridad y el Del Estilo (Award Auto Style). Diseñado por Robert Opron, esta berlina bicuerpo de 4,63 metros de largo es la primera en estar equipada con un motor diésel en la historia de la marca.

Con este modelo, Citroën conquista el mercado de las grandes rutas europeas proponiendo una alternativa con motores nafteros. En efecto, un año después del shock petrolero de 1973, la marca, ya cuidadosa en ese momento por los costos de uso, innova entonces para ofrecer motores eficientes tanto en placer de manejo como en consumo de combustible.

La aerodinámica de este modelo juega, por otro lado, un rol primordial en estas búsquedas ya que el acrónimo CX ilustra su bajo coeficiente de penetración en el aire.

Los años siguientes, la marca continúa sus mejoras tecnológicas y hace evolucionar el CX con la aparición de una versión break en 1975, una versión deportiva 2400 GTi con inyección electrónica en 1977, considerado entonces como el más rápido de las rutas francesas, o también una oferta Prestige, alargada de 28 cm, en 1978.

Hereda la suspensión hidroneumática con altura constante del DS, lo que le ofrece un agarre indiscutible, pero también toma del SM de 1970 la dirección servoasistida con velocidad de retorno automático en línea recta. Confort que también se encuentra en sus innovaciones en beneficio de una mayor facilidad de uso.

En efecto, la innovación C-matic, conversor de par, elimina el pedal de embrague y libera el espacio para mayor comodidad. Sin olvidar el diseño interior que, para ofrecer más practicidad al conductor, está dotado de un puesto de manejo que permite acceder a todos los comandos sin tener que soltar el volante.

El CX fue el primer auto francés en equipar frenos ABS, en 1985.

La historia de este modelo continúa a través de las actividades del CX Club de France y del Amicale de France.

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