La falta de lluvias en varias zonas del país está generando una creciente preocupación en productores. Lo que se estaba anticipando -una cosecha de más de 100 millones de toneladas este año- difícilmente se cumpla con la situación actual. Incluso la firmeza en los precios de los granos en el exterior se debe en gran parte a que el mercado ya está descontando este fenómeno. De todas maneras, la situación no es dramática aún y de hecho no se volverá a repetir lo sucedido con la sequía de 2008. Pero tampoco se debe caer en exagerado optimismo que estaba reinando respecto de la producción de este año. De corto plazo, los pronósticos meteorológicos no son negativos. (Ver pág. 3.)
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