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Ardua misión: intentan frenar paro de subtes

Carlos Tomada, Julio De Vido
El Gobierno decidió convocar a los gremialistas más duros del subte, liderados por el bonaerense Néstor Segovia, tras el paro de 24 horas que concretaron el martes pasado y las amenazas sobre nuevas medidas de fuerza. El Gobierno quiere frenar la tensión en el conflicto del sector, ya que las huelgas afectan a más de un millón de personas.
Los paros fueron convocados por los trabajadores que reclaman la autorización para crear un sindicato propio, fuera de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Los delegados del subterráneo exigen al Gobierno la personería gremial para dejar de pertenecer a la UTA, debido a que, según aseguran, no son debidamente representados y cuentan con la base de trabajadores necesarios para independizarse.
Segovia y el delegado de la línea E de subtes, Roberto Pianelli, liderarán hoy la visita a Tomada, que se concretará a las 18 en la sede de la cartera laboral. «El Ministerio (de Trabajo) tiene la llave para resolver este conflicto y el lunes (por hoy) vamos a reiterar nuestro pedido de que se cumpla con la ley vigente», sostuvo Segovia en un comunicado con el que confirmó que se presentará a la reunión.
De no avanzar en las negociaciones, los trabajadores podrían anunciar un nuevo paro del servicio de transporte, esta vez por 48 horas, que el Gobierno buscará impedir.
El 8 de este mes, un día antes de que los trabajadores del subte paralicen el servicio, los ministerios de Trabajo y de Planificación dispusieron que el subterráneo porteño es un «servicio público esencial».
Por ello, mediante la Resolución 1.024 firmada por Tomada y el titular de Planificación, Julio De Vido, el Gobierno intimó a Metrovías -la empresa concesionaria- a que garantice el funcionamiento. Pero los trabajadores en huelga se arrojaron a las vías e impidieron que las formaciones de todas las líneas salieran a prestar servicio, por lo que la paralización fue total.
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