20 de diciembre 2013 - 00:00

Asia, el mundo exótico que atrae cada vez a más argentinos

Las islas Phi Phi son uno de los tantos paraísos de playas que tiene el sudeste asiático. Se encuentran en Tailandia y son famosas por ser el lugar donde se filmó la película La Playa.
Las islas Phi Phi son uno de los tantos paraísos de playas que tiene el sudeste asiático. Se encuentran en Tailandia y son famosas por ser el lugar donde se filmó la película La Playa.
Con el poder de atracción que lo exótico tiene sobre la curiosidad, varios países y regiones de Asia tienen cada vez más presencia en el mapa de los viajeros argentinos, y lo que algunas décadas atrás podía parecer una experiencia imposible hoy es cada vez más frecuente. El mundo se ha achicado en la mente de aquellos que gustan de viajar y ahora sienten que destinos como India, China o Tailandia, por citar algunos casos, son accesibles sin necesidad de gastar una fortuna ni empeñar una enorme cantidad de tiempo.

Los viajes a Asia que más se realizan actualmente se dividen en cuatro: los países del sudeste, India, China y Japón. Se trata de mundos muy distintos y en todos los casos lo que se obtiene en un tour de dos o tres semanas es un exótico pantallazo de historia y cultura, además de acceder a espectaculares paisajes y playas paradisíacas.

Las búsquedas, a su vez, presentan diferencias: por un lado, grupos y parejas jóvenes que apuntan a playas y diversión en el sudeste, y, por el otro, personas mayores atraídas por la mezcla de tradición y modernidad de Japón, el fenómeno de la ascendente China, o una experiencia de carácter espiritual en la India. En todos los casos la gastronomía y la interacción con los pobladores locales suelen ser puntos altos del viaje.

"Los destinos de Asia han presentado un fuerte incremento de viajeros interesados por la cultura, la tradición y la espiritualidad", señaló Lorena Cacace, de Tije Travel. En este mismo sentido, Leticia Gagliano, de la agencia Level Tur, especializada en viajes a la India, opinó que "existe un interés cada vez mayor en los destinos exóticos. Sucede que mucha gente ya ha conocido sitios tradicionales en Europa y Norteamérica y prefiere ahora ir a otros lugares". Como muestra del boom asiático vale el ejemplo que aporta Sofía Rodríguez Figueroa, de la agencia AvanTrip: "Durante el segundo semestre de 2012 vendimos 16 pasajes a Asia, y en el de este año, 213".

Sudeste para todos

Para muchos viajeros la primera experiencia en Asia se da en los países del sudeste. Es una ruta muy accesible para los extranjeros, ya que es una zona turística por excelencia. El inglés es una herramienta muy efectiva y es poco frecuente tener problemas de comunicación importantes. Playas impactantes, islas y templos se destacan junto a ciudades en las que nunca falta la diversión nocturna. Tailandia es tal vez el destino más concurrido, aunque lo habitual es distribuir el viaje entre más de un país, eligiendo en un menú que incluye a Singapur, Malasia, Indonesia, Vietnam, Laos, Camboya, Filipinas y, más recientemente, Myanmar, que se abrió tras salir de una dictadura en 2010.

Una lista desordenada de algunos de los puntos más destacados de esta región incluye a ciudades como Bangkok, Hanoi, Luang Prabang, Angkor Wat, Kuala Lumpur, Rangoon, Phnom Penh, Vientiane y Ho Chi Minh (ex Saigón).

Tailandia por sí sola es un buen ejemplo de lo que se puede encontrar, con templos (alrededor de Bangkok hay más de 300) y mercados (sobresale el Chiang Mai) a cada paso, y playas sobre el golfo de Tailandia (Koh Phangan es reconocida mundialmente por su Full Moon Party) y el mar de Andam, incluyendo Phuket y la famosa Phi Phi Island, donde se filmó la película "La playa".

El río Mekong y la espectacular bahía de Halong, próxima a Hanoi, son otros de los grandes atractivos, ambos en Vietnam.

El furor por la ruta del sudeste asiático motiva a muchos viajeros solitarios que se lanzan a recorrer la región. Incluso algunas agencias de viajes preparan paquetes especiales para personas solas.

Para evitar la temporada de lluvias, se recomienda viajar entre septiembre y abril.

un país que es un continente

Todo lo que se relaciona con China parece salirse de escala para ojos sudamericanos. Es imposible no impresionarse ante la Gran Muralla, los gigantescos templos milenarios, el tamaño de las ciudades y la impactante cantidad de personas que habitan en los principales centros urbanos. Es un país con muchos matices, con unos 1.300 millones de personas, con diferentes culturas y paisajes muy cambiantes. Para un viajero promedio que llega desde la Argentina hay itinerarios más o menos preestablecidos. En primer lugar están la histórica Pekín con su Plaza Tiananmen y el imponente Palacio Imperial, así como la cada día más moderna Shanghái. Entre los "imperdibles" que no pueden faltar en un primer viaje al gigante asiático se encuentra obviamente la Gran Muralla, generalmente visitada desde Pekín; los palacios (el Imperial y el de Verano); los increíbles Guerreros de Terracota, cerca de Xian; y la zona de Guilin, en el sur, conocida por sus paisajes naturales únicos.

El desierto de Gobi y la zona del Tíbet, donde se destaca la ciudad de Lhasa, son otros puntos de gran atractivo, aunque más distantes, para los cuales se necesitan viajes más extensos e, incluso, en del Tíbet, permisos especiales.

La época ideal para viajar a China es a partir de abril/mayo y hasta septiembre/octubre, para evitar el frío intenso del invierno.

vivir en el futuro

La ciudad de Tokio justifica por sí sola un viaje a Japón. Es una de las principales urbes del mundo, con más de 35 millones de habitantes, que llevan una vida cotidiana muy ligada a la tecnología (la calle Chuo Dori exhibe los adelantos que tardarán varios años en llegar a esta parte del mundo). Tokio es rica en restoranes (cuna del sushi, pero con muchas otras opciones), teatros, mercados (sobresale el Tsukiji, dedicado al pescado, el principal del mundo en su tipo). Un tour por la isla asiática suele incluir a las ciudades de Kioto, Osaka e Hiroshima, una aproximación al Monte Fuji y visitas a templos budistas (muchos cerca de Kioto). El espectáculo del sumo y las geishas no puede quedar fuera del menú. Al igual que en el caso de China, se recomienda viajar durante la primavera y el verano boreal para no sufrir con las bajas temperaturas del invierno.

un viaje para meditar

El turismo a la India suele tener como componente extra la búsqueda espiritual a través del contacto con el hinduismo. Por eso el derrotero suele incluir la visita a templos e incluso la posibilidad de participar de retiros espirituales, o al menos de aprovechar la estadía para realizar tratamientos ayurvédicos -la medicina tradicional hindú-, incluyendo experiencias como los masajes y modalidades como el shirodhara, que utiliza líquidos y se centra en el llamado "tercer ojo", por ejemplo.

En plan de recorridos, los sitios que no pueden dejar de conocerse en India son el famoso Taj Mahal, en Agra, ciudad que posee además otros impactantes templos; Delhi, urbe que suele oficiar de puerta de entrada por aire, que incluye a la Nueva y la Vieja Delhi; y Varanasi, sobre el mítico y sagrado río Ganges.

Un solo recorrido por tierras indias difícilmente pueda abarcar a este vasto país. Junto a los mencionados, los sitios que suelen incluirse en un tour son Mumbai, la sede del fenómeno cinematográfico conocido como Bollywood; Goa, la excolonia portuguesa, de hermosas playas; y ciudades como Kolkata, Jaipur y Pushkar, entre otras. Katmandú, en Nepal, también puede incluirse en el tour. La mejor época para viajar a la India es desde la mitad de septiembre hasta promediar abril, para evitar el verano, que suele presentar muy altas temperaturas y lluvias constantes a causa de los vientos monzones.

Pablo Domini

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