- ámbito
- Edición Impresa
Charlas de Quincho
En momentos de cambio de piel, nada mejor que demostrar fuerza: para sumarse en la Plaza a los festejos por los 30 años de democracia, Daniel Scioli acortó viaje a Río (encuentro cumbre con Clinton y Rousseff), sin dejar de comunicar algunos detalles de otro encuentro, con el jefe de Gabinete. Pero a Brasil se va ahora Mauricio Macri, después de compartir una reunión clave de intendentes latinoamericanos. Estuvimos también en una despedida de año sugestiva, la que reunió en un country a empresarios, radicales y un asesor oficialista demostrando que a veces las paralelas se tocan. Y otro almuerzo, en santuario radical, profetizó aires de 2015. Veamos.
Final con distensión para algunos anoche: las provincias comenzaron a dar señales de tranquilidad después de la zozobra de los amotinamientos y las puebladas de origen viscoso; los médicos le permitieron a Cristina de Kirchner viajar al Calafate hasta fin de enero, lo cual dará más tiempo para que se asiente el ciclo Capitanich, al que se le suman temas de agenda. Para mañana, fiesta de los 30 años de democracia, a la Presidente le autorizaron que esté en el Museo del Bicentenario y que desde allí hable por una pantalla a la Plaza. Estará acompañada de exmandatarios, gobernadores y demás funcionarios. Los intendentes del conurbano recibieron ayer la instrucción de Oscar Parrilli de llenar la Plaza para que resulte una demostración de fuerza de un Gobierno que está cambiando la piel. Organizar esa algarada es otra razón para que Daniel Scioli acortase el viaje de ayer a Río de Janeiro (ver nota aparte); a él, como presidente del PJ y gobernador del distrito mayor, le toca la responsabilidad de que las fiestas de mañana sean grandes. La visita a Río fueron unas pocas horas junto a Karina Rabolini para verse con Bill Clinton y Dilma Rousseff en un escenario internacional envidiable para cualquiera que tenga aspiraciones electorales. Transitó una semana en la que resaltó la visita a Jorge Capitanich, de quien recibió un buen pronóstico para las necesidades financieras. La noticia, bromeó el gobernador al ingresar a la Jefatura de Gabinete, es que no vengo a pedirte plata. Sí le puntualizó la necesidad de que se renegocien los PAF (Programas de Ayuda Financiera), algo que Capitanich tiene en estudio. También se llevó la promesa del aliento de Nación al endeudamiento externo a la provincia. "Hace entrar dólares al Central, que recompone reservas, y nosotros recibimos los pesos que necesitamos", fue la conclusión. Hablaron de Macri, que había pasado por ahí, y saludaron acuerdos sobre la basura; Macri ha reducido significativamente la cantidad de basura que exporta al conurbano, y la provincia le buscará dónde ponerla, en repositorios nuevos o en los viejos pero readaptados con alguna reingeniería. Del PJ nacional ni palabra, y apenas, al final, el mensaje de Olivos: "Para que no haya competencia entre la gente de Mariotto, de Randazzo, de Domínguez, mejor que vaya el 'Chino' Navarro de presidente del bloque de diputados". El gobernador asintió; sabe que acumula por otro lado y que lo de él nunca es la pelea por cargos ni personas.
Hubo un momento para hablar de José Luis Gioja, a quien los dos han visitado en el Hospital Italiano. Scioli pasó por allí el miércoles y recibió la atención de los hijos de ver personalmente al gobernador, que se repone del accidente de helicóptero. Era el 4 de diciembre, día del cumpleaños de Gioja, y también coincidía con los 24 años del accidente de lancha del gobernador. Gioja ve TV, se maneja con una tablet y se expresa con gestos y miradas que en ese encuentro fueron todo un diálogo. El gobernador repartió noticias de sciolismo explícito, como que el club La Ñata recibió la autorización de la Federación de Box para organizar peleas y que el 21 de diciembre la cancha de futsal se convertirá en un ring para que pelee Omar Narváez por el campeonato del mundo y reaparezca Víctor Ramírez, el "Tyson del Abasto", a quien promovió Scioli cuando vivía en ese barrio porteño; fue campeón mundial y ahora regresa después de bajar 35 kilos con un régimen que indicó y controló en persona Alfredo Cahe, el médico de las estrellas, que tiene un dispensario en La Ñata para la rama de la medicina deportiva. Ya en Río, y siempre en la cuerda deportiva, el gobernador se enteró del enojo de los delegados de países europeos que fueron al sorteo en Costa do Sauipe del fixture del mundial, relatado por el grupo de argentinos que acompañó a Julio Grondona a esa fiesta. "Es un complot para beneficiar a los equipos de América Latina", se quejaba, según ese relato, un dirigente francés. Se rieron mucho con el episodio de Pelé, que estaba sentado en primera fila junto a Dilma Rousseff, Jospeh Blatter, Grondona y otros pero que cuando subieron las estrellas del fútbol de antaño al escenario (Platini, Kempes, etc.) hizo un paso fugaz y desapareció del resto de la fiesta. No se lo vio más. La razón, decían haber escuchado, es que hay muchos que le atribuyen a Pelé una influencia negativa en los hechos de interés público y que por eso se lo muestra poco en su propio país.
Macri llega hoy a la cumbre clintoniana con el envión que le dio el almuerzo del viernes en la Usina de las Artes de la Boca con intendentes de capitales de países de la región, que se comprometieron a que el año que viene participarán en una cumbre con otra treintena de ciudades para discutir el lema "ciudad verde". En esa mesa del viernes se sentó junto a Macri la alcaldesa de Santiago de Chile (en realidad de una de sus comunas), la socialista Carolina Tohá, que fue ministra de Michelle Bachelet y que puede volver a serlo si la dama logra un nuevo mandato en el balotaje que debe pelear con Evelyn Matthei. En esa misma mesa estaban ministros de Macri, como Hernán Lombardi, el nuevo titular de espacio público Edgardo Cenzón (reemplaza al electo senador Diego Santilli), el titular de la agencia ambiental, Juan Carlos Villalonga, que presidió durante más de una década la organización Greenpeace, la frenteamplista alcalde de Montevideo Ana Olivera, del ala más radical del oficialismo uruguayo, el "colorado" Arnaldo Samaniego, intendente de Asunción del Paraguay, y, por los locales, el "canciller" de Macri, Fulvio Pompeo, con quien viajará hoy a Río a la cumbre con Clinton. Tohá se dio ya como ganadora con la elección de Bachelet que descuenta la hará presidenta, pero mimoseó sobre la posibilidad de ir al gabinete. Olivera le preguntó a Macri cómo había hecho para que le funcionase el Metrobús en Buenos Aires, porque habían intentado algo parecido en Montevideo y había fracasado. Macri explicó el sistema que, en el fondo, es un ordenamiento del tránsito de los colectivos que los disciplina y evita el caos que lleva a las calles ese tipo de vehículos. Olivera le confesó que ya había mandado gente a averiguar aquí qué se podía hacer; Macri dijo saberlo y prometió ayudar a los progresistas del Frente Amplio en un proyecto que considera el más progresista de su gestión. El paraguayo Samaniego anotaba y anotaba y al final dijo: "Yo también quiero un Metrobús en Asunción". Quedaron en verse de nuevo el año que viene en la cumbre de ciudades capitales, que integran una "orga" global de las más consecuentes en el tiempo; funciona desde hace muchos años y en 2014 vienen a la Argentina.
Nada más revelador y útil para el observador de la política -y para sus lectores- que recaer sobre santuarios más que discretos en donde las paralelas que no parecen juntarse jamás, se entrecruzan aunque sea por un instante. Uno de ellos se registró el martes en una casa del country Mailyng, donde la dupla de consultores mendocinos más encumbrada que integran el exsenador radical Raúl Baglini y el abogado Fernando Boulin, juntó a amigos y benefactores para despedir el año. Fue una constelación de personajes del radicalismo y del empresariado que se repartió en varias mesas y que compartió espacio con otro mendocino eminente y que tiene despacho hace más de una década en el área presidencial como asesor de los Kirchner, el legendario Juan Carlos Mazzón. No se vio a los radicales y al "Chueco" -que tiene vara alta además en la gobernación mendocina, donde asesora su hijo Mauricio al mandatario "Paco" Pérez- avanzar más allá de los saludos y las bromas de ocasión. Pero estaban, desde Julio Cobos -a quien Baglini asesoró cuando era vicepresidente, incluso en el lapso cuando hubo afinidad entre Cobos y los Kirchner, tiempos cuando lo escuchaba con atención también Cristina de Kirchner- hasta Ernesto Sanz, pasando por Ricardo Gil Lavedra, Jesús Rodríguez, el editor Juan Radonjic, el intendente de Junín (Mendoza) Mario Abed y el diputado entrerriano Atilio Benedetti. La representación peronista la completó Enrique Thomas y el arco de empresarios aportó a dirigentes del Banco Hipotecario (Javier Varani), y, entre otros, del sector aceitero de CIARA (cámara del sector) como Alberto Rodríguez, y de LAN (Gustavo Lopetegui). Tan variado conglomerado debió soportar el optimismo de algunos radicales, que redundó en rondas de brindis y más brindis. El más celebrado, Ernesto Sanz, que el viernes será elegido presidente del Comité Nacional sin oponentes a la vista. Será un paseo pero después de una ronda de negociaciones para armar la mesa nacional, que debe incorporar a dirigentes importantes, pero que deben ser delegados al Comité Nacional, cargo electivo clave para elegir y ser elegido autoridad partidaria. En las charlas en las mesas se habló de nombres para las vicepresidencias. ¿Algo para Cobos? Ya se quedó sin la vice 3ª de la Cámara y sin la jefatura del bloque, jugando con Jorge Aguad que lo empujaba para, cuando se cayese el mendocino, quedar él en alguno de esos cargos. ¿Y para Ricardo Alfonsín? Tampoco mucho; es delegado al Comité Nacional pero dijo querer seguir trabajando desde una comisión de acción política; es uno de los aliados de Cobos en la puja sorda entre mendocinos por la candidatura presidencial 2015 que pretende también Sanz. Mario Negri y Gerardo Morales, jefe de bloque, son delegados pero como conducen bloques integran la mesa chica pero no disputan cargos que irán a Rodolfo Terragno, que puso de diputado a Martín Lousteau, para el santacruceño Eduardo Costa.
El dibujo que pretende Sanz de la nueva conducción es que los integrantes de la mesa representen a sectores y distrito, no a personas, y que tenga un aire federal, para mostrar dominio territorial. Entre los brindis de esa noche en Mailing hubo uno por la recuperación de la UCR en las últimas elecciones. Los radicales hacen sumas de este tipo: ganaron en siete provincias y en dos más con alianzas, y también en 13 de las 23 capitales de provincias, es decir más de la mitad. Este pergeño de mesa federal y antipersonalista que saldrá el viernes persigue la estrategia de que cuando se negocie el UNEN 2015 el acuerdo sea entre partidos y distritos, no de personas. Este criterio de Sanz se opone al que sostiene la línea Cobos, que vuela arriba sostenido por imagen en encuestas y busca pesar en cualquier fórmula por lo que vale en el público. Dos sistemas, como se vio en otra mesa, al día siguiente, en Lalín, alma máter del radicalismo, cuando Cobos llevó a almorzar, junto a un centenar de militantes, a los diputados radicales que ingresan a la Cámara con algunos acompañantes de la guardia vieja partidaria, como los exlegisladores Rafael Pascual, José Bielicki, Tato Serebrisky, Sergio Varisco y operadores como Willy Hösrt, una de las almohadas de Ricardo Alfonsín. En esas mesas se miraba con recelo la negociación de la nueva mesa partidaria y algunos se rieron por la maldad de uno de los presentes al hablar de los "jíbaros". ¿Quiénes son?, quiso espabilarse uno del interior. Son los radicales que reducen el partido, y señaló al sector Sanz por esa idea de buscar el UNEN 2015 en una negociación de partidos y no de personas, que es lo que querría Cobos, que vale más afuera que adentro del partido. Toda una dialéctica a superar, porque el UNEN de Capital pudo ser una alianza de partidos, pero en el fondo lo fue sólo entre dos estrellas en la opinión pública como son Elisa Carrió y Pino Solanas. Pascual llegó a ese almuerzo empapado de pueblo -diría Azorín- porque había estado pocas horas antes en un comedor del barrio Samoré que se llama Hugo del Carril, junto a Julio Bárbaro, que siempre está presentando un libro. Es un buzo táctico del radicalismo porteño este Pascual, que vive en una parroquia, comuna se dice ahora, la 4, en donde los candidatos a la lista de autoridades del partido en la Capital fueron suspendidos por el partido porque la mayoría pertenece al sector Angelici de radicales cercanos al macrismo. Esa suspensión la plantearon ante la jueza electoral María Servini de Cubría, que concedió la apelación a cámara y les quitó la inhibición. Por eso habrá elección de jefe de la UCR porteño, cargo en el cual repetirá el actual titular F. Giacobitti.
Hubo presencias en ese mediodía de Lalín de gente que dará que hablar en el futuro, como la debutante Patricia Giménez, compañera de lista de Cobos impecablemente vestida con un tailleur verde agua, una auténtica "tapada" que resultó nominada vicepresidente 2da de la Cámara y Luis Petri otro mendocino; de Jujuy Miguel Giubergia, delegado del team adversario Morales-Sanz; Julio Martínez e Inés Brizuela y Doria de La Rioja que hicieron campaña defendiendo el Famatina contra la megaminería; los pampeanos Francisco Torroba y Fabián Kronenberger; el agrodiputado de Formosa Ricardo Buryaille; el chaqueño Hugo Maldonado; Fabian Rogel de Entre Ríos. En otra mesa se vio una delegación salteña de amigos de Cobos integrada por Carlos Rodríguez, Bernardo Solá y Alejandro Pojasi, preocupados por la virtual desaparición de la UCR intervenida hace años en ese distrito donde acaba de dar la sorpresa electoral el trotskista Frente de Izquierda de los Trabajadores.
En el lote mendocino se destacaban, además de Alicia la hermana de Julio Cobos, el diputado saliente Jorge "Coco" Albarracin, los senadores electos Juan Carlos Jaliff y Raúl Ferrer, Marcelino Iglesias vicepresidente del Comité de Mendoza y Juan Manuel García, exministro de Salud de Roberto Iglesias; de Santa Fe el "Lolo" Duarte y José "El Turco" Natali; además de animadores habituales de peñas cobistas porteñas como el exconcejal Pedro Querido, famoso por su frase cábala: "¡Falta un voto!", el secretario privado Juan Montilla y los representantes de Cleto en la Convención Nacional radical Claudia Guebel, Roberto Ayub, Omar Avendaño y Diego Barovero.A nadie sorprendió el menú típico y austeramente radical, que incluía una entrada de fiambre con ensalada rusa, un peceto al horno con papas doré y helado, regado con un Malbec 2012 de la Bodega Viniterra. Modesto.
En alguna mesa refluyó el sonado caso Ciccone, pero la charla derivó a la situación del ex presidente de la Casa de la Moneda Armando Gostanián, fue operado en la semana que pasó de una válvula cardíaca en la Clínica Suizo Argentina de la Capital Federal. La faena estuvo a cargo de un equipo de cardiología intervencionista a cargo del pionero cardiólogo Luis De la Fuente. La particularidad de la cirugía aórtica es que fue mínimamente invasiva y la primera realizada en su tipo a un personaje famoso evitando la apertura del tórax, aunque ya se hizo en el país antes en el 2010 en hospitales públicos y privados pero nunca a un personaje conocido. La válvula que fue colocada por De la Fuente, es plegable y está constituida de una aleación de Nitinol (dos metales niquel y titanio), la cual es ingresada por una arteria de la pierna para ser ubicada en el corazón mediante el monitoreo a través de un ecógrafo transesofágico y un moderno angiógrafo 3D que permite saber la correcta colocación de la válvula. Según se supo en esa charla de sobremesa, debido a que De la Fuente en su momento había atendido a Carlos Fort, padre de Ricardo, el joven millonario lo quiso consultar en el 2012 pero no lo halló al eminente cardiólogo quien estaba fuera del país en gira científica.
El quincho de Mailing no fue el único punto de capitoné en donde se juntaron especies políticas divergentes, esta vez identificada en lo que podría denominarse el alfonsoduhaldismo o el duhaldoalfonsinismo, que es una suerte de clan al que unen, según algunos, experiencias de sangre, como las que vivieron en 2001 cuando cayó Fernando de la Rúa por lo que entiende fue un golpe urdido por duhadistas activos y alfonsinistas pasivos. La ocasión la dio el autodenominado Movimiento Productivo Argentino para la presentación del libro de Eduardo Duhalde "Don Raúl. Recordando a un demócrata" , en el que se explaya sobre la figura, pensamiento, legado intelectual y trayectoria de Raúl Alfonsín. La mesa familiar incluía al prologuista de volumen, Jorge Reinaldo Vanossi, radical, exdiputado y exministro de Justicia, hombre de consulta por su sapiencia constitucional y a Aldo Neri, también radical, exministro (uno de los dos sobrevivientes junto con Dante Caputo del gabinete inaugural de 1983), exdiputado y hombre del riñón político y afectivo de Alfonsín. En la sala, entre abrazos y efusividades propias de políticos sobones, se reencontraban protagonistas del pasado y testigos privilegiados de los dos gobiernos, el de Alfonsín y el de Duhalde: Roberto Lavagna, Horacio Jaunarena, Eduardo Camaño, Chiche González de Duhalde Alfredo Atanasoff, Luis Brandoni, Elva Roulet, Pascual Cappelleri, Juan Manuel Moure, Alberto García Lema, Chicho Basile, Pedro Calvo, Juan Minguez, Carlos Brown, Ricardo Campero, Carlos Campolongo, junto a los exjueces de la Cámara Federal que juzgó a las Juntas militares: León Arslanian, Ricardo Gil Lavedra, Jorge Valerga Araoz, Jorge Torlasco y el exfiscal Julio Strassera, además de estrellas de la marquesina política actual como Julio Cobos, María Eugenia Vidal, Ernesto Sanz, Ricardo Alfonsín, Margarita Stolbizer, Jaime Linares, Nito Artaza, Mario Negri, Laura Montero, Patricia Giménez y escritores e intelectuales como Abel Posse, Horacio Sanguinetti y Diego Barovero, entre otros. Llamativa fue la ausencia del exsenador Leopoldo Moreau, oportuno celestino entre los dos jefes partidarios, producto de su cercanía política y afectiva, casi familiar con ambos. Curiosa relación la de estos dos personajes -escritor e inspirador de la obra- enlazados ahora por la literatura política. Pocos dirigentes políticos estaban tan convencidos de estar en las antípodas uno del otro y se deben haber repelido tanto durante tanto tiempo como Alfonsín y Duhalde, autoconvencidos ambos que el otro concitaba todo lo que la política vernácula tenía de repudiable. Con los años conformaron una de las sociedades políticas más sólidas y eficaces en la construcción de objetivos. Raúl Alfonsín, que dos veces le obturó a Duhalde el acceso a la Presidencia, en 1995 tras la reforma constitucional hecha realidad merced al Pacto de Olivos que posibilitó la reelección de Menem y en 1999 tras la formación de la Alianza UCR Frepaso, le abrió al lomense las puertas de la Casa Rosada al ponerle a su disposición los bloques radicales (mayoritario en Diputados, minoritario en Senado) sólida y monolíticamente unidos bajo su jefatura en la nochevieja de 2001 para que junto al sub-bloque bonaerense conformaran la masa crítica para quebrar definitivamente la lógica de poder del club de gobernadores que en la Asamblea legislativa que sólo una semana atrás le había sido esquiva. Duhalde reconoció eso abierta y públicamente al decir que llegó de la mano de Alfonsín a la presidencia -que ya le había ofrecido su apoyo en las previas de la votación que favoreció a R. Saá en la que el radicalismo votó en contra- y que la democracia sobrevivió gracias a ese gesto y compromiso institucional del caudillo radical. Aunque el excaudillo de Lomas de Zamora se explaye hoy en las coincidencias objetivas que tuvo a través de treinta años de continuidad democrática con el homenajeado en su recién editada hagiografía, es claro que el sentimiento de gratitud que inspira el libro es más pedestre y se entiende. Esta relación sigue siendo un misterio inexplicable porque Alfonsín siempre atribuyó a Duhalde los males de la Argentina, llegó a decir que prefería cuatro años más de Menem presidente que ocho de Duhalde y que por eso le dio el pacto de Olivos. Siendo presidente le recomendó a Duhalde que lo nombrase a Lavagna ministro de Economía en lugar de Jorge Remes, y para zanjar la disputa que había entre peronistas en Olivos por imponer, desde sectores enfrentados, a otros dos nombres. Uno, Carlos Melconián, patrocinado por, entre otros, Juan Carlos Romero; el otro, Alieto Guadagni, preferido de Duhalde pero vetado por dirigentes del interior que le reprochaban su pasado como funcionario en el área de energía. Ahí Alfonsín señaló a Lavagna, que fue ministro de Duhalde y de Néstor Kirchner.
Va en claro ascenso, en la agenda de los quinchos judiciales, la cena anual de la Jufejus, ente que agrupa a los jueces de todos los tribunales superiores y cortes de las provincias. Fue el viernes por la noche en el Colegio de Corredores Inmobiliarios de la calle Alsina hasta donde llegaron las juezas de la Corte Suprema, Carmen Argibay y Elena Highton de Nolasco, Mauricio Macri, el jefe del Tribunal Superior de la Ciudad Luis Francisco Lozano, el titular del Colegio de Abogados de la Ciudad, Máximo Fonrouge, el legislador de la UCR Claudio Presman, el integrante de la delegación de la Unión Europea en Buenos Aires Cesar García Alvarez, la decana de la Facultad de Derecho Mónica Pinto (viene de arrasar en las elecciones de la UBA), el titular del Consejo de la Magistratura Mario Fera, el secretario del fuero Civil y Comercial federal Alejandro Nobili y la numero dos del gremio de jueces, María Gómez Alonso. El coctel camarones y los exquisitos brochettes dieron paso a una cena que tuvo como plato principal un patte con papas y finas hierbas. El Malbec y otros caldos le dieron más candor a conversaciones que suelen ser de un registro más reservado. Una de las más interesantes fue la protagonizada por Argibay quien mientras comentaba avances de la oficina que dirige en la Corte dedicada a temas de genero se mostró un tanto escéptica con la visita que mañana Jorge Capitanich hará a la Corte Suprema. No es una cuestión de nombres sino de estilos. La ministra es una convencida de que el máximo tribunal está excesivamente cerca de avatares políticos que a la larga terminan siendo contraproducentes. Algo similar ya había mencionado en el palacio de Tribunales cuando Ricardo Lorenzetti promovió el fallo que dio por tierra con la re-re de Gerardo Zamora en Santiago del Estero. Para Argibay la Corte debería haberse excusado y dejar el tema en manos de la justicia provincial. Una óptica pragmática desde el mirador del Poder Judicial y que podría hacerse notar en el encuentro de mañana con el Jefe de Gabinete: para la jueza el drama de las vacantes en juzgados claves es mucho más inquietante que el avance narco que desvela a Lorenzetti, que, entiende, ahora ya solo es una responsabilidad del Poder Ejecutivo.
A casi nadie sorprendió la presencia de Macri, quien además es un participe habitual de este quincho que lo reúne con Lozano que, en definitiva, es la cabeza del poder judicial porteño y, además, el titular de la Jufejus. Esta ocasión tuvo un agregado especial: por estos días la corte porteña debe definir si trata los planteos contra la ley de defensa de la libertad de expresión que nació como un DNU y luego fue ratificada por la Legislatura. Esta norma prevé la creación de tribunales de libertad de expresión que en un primer momento funcionarían en el fuero contencioso administrativo porteño. La ley es rechazada desde el kirchnerismo -se creó para evitar la intevención de la CNV en empresas de medios a partir de la reforma del mercado de capitales - y la apelación llegó al Tribunal Superior. Si se da lugar el fallo será clave porque este cuerpo en la Ciudad funciona como los tribunales de control de constitucionalidad europeos. El palpito casi unánime en la cena era que la causa será discutida y que la resolución será favorable al Pro por 4 votos contra 1. Una de las mesas más animadas fue la que protagonizó el ministro de la delegación europea García Álvarez, que es belga pero hijo de españoles con lo se desempeña a la perfección con el idioma. Muchos tomaron nota de sus comentarios porque este es el funcionario que debe redactar el informe sobre el saliente ministro Hernán Lorenzino para que Bruselas le dé el placet como nuevo representante ante esa liga de naciones. García alvarez les recordó a los comensales que sería el tercer ministro de economía que tenga una experiencia belga: fueron los casos de Jorge Remes Lenicov y de Roberto Lavagna. Para el diplomático la designación fue un alivio ya que el país no tenía representante desde el 2011, un detalle que dificultaba aspectos claves de las relaciones comerciales con ese bloque de países, y ahora espera la definición del Senado que es donde se debe aprobar el pliego del exministro.
Una noche de ópera en el Colón y el placer de escuchar "Un ballo in maschera" de Verdi entre los mullidos terciopelos del teatro, prometía ser un bálsamo para la crispación de las feroces jornadas políticas. Pero detrás del telón se ocultaba la misma exasperación. En efecto, el año dedicado a Verdi culminó con una ópera que relata el asesinato del rey de Suecia y que motivó la puesta politizada de Álex Ollé, uno de los catalanes de La Fura dels Baus. La "furia" de Ollé, con todos los protagonistas enmascarados, impidió cualquier evasión: resucitó a Orwell, revivió el exterminio Nazi y, hasta trajo de vuelta a la escena el lema punk "no hay futuro" y los Indignados de España. Mirta Legrand, incluso, a pesar de las sonrisas y el radiante rosa bombón del atuendo, parecía tensa. "Cualquiera lo estaría", comentaron, "sobre todo teniendo en el palco más cercano al director del Colón". Allí estaba, Pedro Pablo García Caffi, sólo, con cara de pocos amigos e íntegramente vestido de negro. Representaba la imagen del duelo después de un episodio triste: la muerte de un joven trabajador del teatro. En el entreacto y como es habitual, se dividían los bandos de opinadores. Unos, partidarios de una escenografía imponente con resabios de un estilo brutalista que -aunque nadie se atrevió a decirlo-, traía el recuerdo del hormigón al descubierto y también de las almenas de los castillos o de los loft a la moda, los altos espacios reciclados de la arquitectura industrial que aparecen en las revistas de decoración. Tampoco se habló del uso de los ascensores iluminados que iban y venían. Entretanto, si bien la formidable ópera no admitía discusiones y las voces eran buenas, otros se atrevieron a criticar al tenor. Eso sí, el vestuario, carente de toda gracia, no parecía importarles. En verdad, los trajes parecían uniformes diseñados para los empleados de alguna línea aérea de segundo nivel. Así las cosas, entre quienes emitían su opinión estaban, un tanto sorprendidos por la pasión de los espectadores, dos flamantes diplomáticos recién incorporados al ruedo: la joven embajadora de Italia, la napolitana Teresa Castaldo, y el nuevo embajador de Francia, Jean Michel Casa, Alexis Bulgari, un personaje vinculado a la joyas y las marcas del lujo, junto a Susana Echegoyen Elía de Reta, María Teresa Villaroel, Pinucha Mitre, Rolo Ceretti, Norberto Frigerio, Mariana Arias, Magdalena Martínez y el agregado cultural de la embajada de México, Ricardo Calderón. Cultos, algunos detectaron que, una frase de Amelia, la protagonista de "Un ballo in maschera", dice, "Defiéndeme de mi propio corazón", y es idéntica al lema que hace unos años consagró a la artista estadounidense Jenny Holzer, quien, en sus carteles luminosos reclama: "Protégeme de mi misma". En suma, después del genio de Verdi poco hay nuevo bajo el sol. Las citas recorren la obra desde el principio al final, con la cámara de gas donde mueren casi todos, dramática escena que evoca la película "The Wall" de Pink Floyd. Desde que se restauró el Colón, el nuevo telón con las plateas de Guillermo Kuitka que se deshacen y desmaterializan como la música, continúa seduciendo al público.
Vamos a terminar con un chiste deportivo conyugal. Un hombre conversa con su esposa, y ésta -de ánimo inquisitivo- lo interroga:
-Querido, si algún día muero y quedás viudo, ¿volverías a casarte?
-No, mi amor; cómo se te ocurre...
-Pero de verdad, pensalo; la soledad te atraparía, te sentirías mal... ¿No volverías a casarte?
-Y... bueno..., si lo ponés en esos términos..., puede ser...
-¿Y la llevarías a casa?
-¡De ninguna manera! ¿Cómo podés pensar que yo...?
-Dale, sería lo más lógi-
co y práctico. ¿Qué vas a hacer: vender la casa, los muebles, los aparatos sólo porque yo me morí? No tiene sentido...
-Y... bueno..., pensándolo desde un punto de vista práctico...
-¿Y harías el amor con ella en nuestra cama?
El hombre queda pensativo un rato y responde con sinceridad:
-Y, si ella va a venir a vivir a casa, y no pude cambiar los muebles, lo más lógico es que sí, que hagamos el amor en nuestra cama.
-¿Y la dejarías manejar mi auto?
-Sí, querida, la dejaría...
-¿Y sentarse en mi sillón favorito?
-Sí, querida...
-¿Y usar mis palos de golf?
-No, eso no.
-¿Y por qué no?
-Porque es zurda...
Dejá tu comentario