La designación en comisión de dos jueces de la Corte Suprema de Justicia adelantó el conflicto entre el Gobierno de Mauricio Macri y la oposición del Congreso, que se esperaba fuera por cuestiones económicas, no políticas. El Ejecutivo le pidió ayer a la Corte que acelere la toma de juramento, pero el peronismo legislativo avisó que si los candidatos lo admiten, cuando lleguen los pliegos al Senado les jugará en contra y los rechazará. La medida, sorpresiva, recibió el respaldo de los aliados radicales de Cambiemos, y críticas del massismo. La Corte dijo que ve con beneplácito a esos candidatos. (Ver págs. 12 a 16.)
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