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John Edson, un hombre que tuvo un sueño y lo puso a trabajar para su propio beneficio y con este empuje procedió a cambiar toda su vida.

Muy joven construyó su primer barco cuando aún era sólo un niño de 13 años y con el navegó alrededor del Lago Washington. Después de graduarse en la escuela secundaria, asistió a la Universidad de Washington y obtuvo un título en Licenciatura en Arte y Ciencia.

Pasó mucho tiempo construyendo veleros en su garaje, pero sabía que quería convertir este amor hacia los barcos en un negocio. Quería construir veleros que incluso el hombre promedio pudiera pagar para que todos pudieran vivir su sueño de ser propietario de uno.

Adoptó el motor fuera de borda de avanzada de la Marina, en 1955. Siguió con la creación y modificación de distintas embarcaciones, y en 1965 estaba listo para pasar a crear mas grandes y mejores veleros, funda la compañía Bayliner Marine Corporation que con la creatividad y el empuje de Edson despega sin problemas.

Sueños realizados

Los ingresos de la compañía se duplicaron cada tres años. Bayliner vendió tipos diferentes de barcos. Desde los de lujo a los barcos simples que lo tenían todo. Hasta hoy la marca Bayliner está identificada con barcos de alta calidad a un precio justo. John había hecho su sueño realidad, y además su compañía lo había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo.

En 1986, vendió la compañía a Brunswick por 425 millones de dólares. Pero John no se detuvo allí. Invirtió dinero en acciones y en bienes raíces.

Pero una de las cosas por lo que es más conocido es por el dinero que donó a la Universidad Estatal de Arizona para los estudiantes futuros empresarios. La cantidad es asombrosa. Fue de 5,4 millones de dólares. Pero él se propuso ayudar a la gente joven que tenía el sueño de crear su propia empresa.

Este programa era un apoyo para jóvenes emprendedores y sus ideas. Los ganadores de los fondos eran financiados por un año y luego tenian que intentar por si mismos continuar. El programa ha ayudado realmente a algunos estudiantes universitarios a empezar a trabajar en lo que habían estudiado y lograron construirse un futuro.

Edson también donó dinero a centros como el Fred Hutchinson de Investigación del Cáncer y a la Clínica Mayo.