6 de noviembre 2009 - 00:00

‘‘De mi placard para ustedes’’

Periodista: ¿Las modelos cuando se consagran quieren tener su propia marca de ropa?

Dolores Barreiro: ¿Lo decís porque justo ahora Valeria (Mazza) hizo una cosa con Falabella; Nicole Neumann ropa para niños?

P.: Bueno, también por ejemplo Teresa Calandra.

D.B.: Yo me refería a la más reciente generación de modelos. La verdad es que si vos hablás con cualquiera de mi círculo íntimo te va a decir que a mí siempre me gustaron las ropas, las telas, y este lugar es un sueño que tengo desde hace mucho. Lo que pasa es que cuando uno sale de un rubro donde llaman y dicen: «Quiero a Dolores», es plata rápida. Ser empresaria es mucho más complejo. A mí el trabajo de modelo me encanta, lo disfruto muchísimo y me dio muchísimas satisfacciones. Es una profesión que requiere menos esfuerzo que éste del día a día, del de la organización y de tener empleados. Una es su propia empresa cuando es modelo, y esto es más allá. Lo cierto es que se va absorbiendo mucho de la moda siendo modelo, lo cual hace que llegar a producir ropa es como una salida cantada.

P.: Sumaste muchas cosas para llegar a tu primer local.

D.B.: Fue una conjunción de cosas, por ejemplo mis viajes por el mundo, donde siempre me gustó ir encontrando tesoros, cositas, collares, telas, batitas. Todo lo que se ve en mi negocio es un poco la expresión de esas búsquedas también.

P.: ¿Cuándo te probabas alguna ropa en un desfile pensabas cómo la haría yo?

D.B.: Me parece que las ganas de crear aparecen en instantes así. Es como engendrar algo personal y nuevo. Todo el proceso es así, uno va teniendo el embarazo y, finalmente, abrís la puerta y sentís que todo está para crecer.

P.: ¿Cómo lograste tener tu local en Recoleta?

D.B.: Fue difícil, pero tengo una casi tía, una amiga de mi mamá, que hizo la búsqueda y un día me dijo: «Tengo el lugar». Yo sabía la zona en que quería estar, un lugar lindo, a una cuadra de Patio Bullrich. Una zona donde te conocen te agiliza los tiempos. Vine, lo vi, y dije: perfecto, éste es el local. Ahora está todo terminado. Nos está yendo bien. Recibimos buena onda, la gente que nos visita está encantada. No puedo creer que hayan pasado sólo diez días desde que abrimos.

P.: ¿A qué target te dirigís con tus creaciones?

D.B.: Tenemos una colección para una amplia gama de edades. Recién entró una señora que debía tener 65 años y se llevó un batita de una tela india supercolorida que le quedaba perfecta. Pero también tenemos shorcitos para la chica de veintipico para la playa. La ropa es cómoda, colorida, apunto a que toda la mujer distinta pueda encontrar algo que le quede bien, que le guste, y que la vuelva loca y se lo quiera comprar.

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