DILMA JUGÓ FUERTE Y LANZÓ CANDIDATURA CON SALARIAZO
Una inflación que se empina, una economía lánguida, encuestas preocupantes y la sombra de Lula da Silva amenazan las chances de Dilma Rousseff de lograr su reelección en octubre. La presidenta de Brasil decidió jugar fuerte: confirmó su candidatura y anunció una suba del mínimo no imponible de ganancias y un fuerte ajuste del principal plan de ayuda social de su Gobierno. Busca así apuntalar el consumo y recuperar el favor de los sectores adictos al PT, pero que hoy se manifiestan desencantados. El Mundial de fútbol, se sabe, puede generar un clima de euforia o de decepción, según el resultado. Cuando termine, se abrirá una campaña frenética de apenas tres meses. Más le vale no apostar todo a semejante albur. (Ver pág. 13.)
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