“En Buenos Aires comen sushi”

«Les gustan los destinos con naturaleza única como las Cataratas o los glaciares, o con cultura como Machu Picchu, y las ciudades con mucha vida como Río de Janeiro y Buenos Aires», explica Maita Barrenechea, directora de la agencia Mai 10, una de las pocas que trabaja con el mercado chino desde la Argentina. Sudamérica es un destino en conjunto para los chinos, por la gran distancia que deben recorrer, es por eso que intentan abarcar varios países cuando vienen. «Muchos piensan que es un viaje de una vez en la vida, pero luego terminan volviendo», señala. En la Argentina, los destinos que se repiten son Buenos Aires, El Calafate, Bariloche e Iguazú. Vienen en general buscando naturaleza. Es habitual que sumen Río de Janeiro al mismo menú. Gracias a la diferencia cambiaría respecto de Europa, en esta parte del mundo sí eligen hoteles cinco estrellas. boutique o lujosas estancias. Confían en las cadenas conocidas internacionalmente. «Los turistas llegan a través de agencias chinas que tramitan el permiso de viaje y a nosotros nos piden que les enviemos una invitación, ya que necesitan que una agencia local los reciba. También los hemos recibido de manera directa, recomendados por otros clientes europeos que han hecho negocios juntos y nos mencionan», informa la directora de Barrenechea. «Hemos tenido viajeros individuales hasta ahora, y últimamente recibimos pedidos de grupos de incentivos y reuniones de directorio. Se les manda una copia de las reservas de hoteles y una invitación de nuestra parte a visitar el país, con esto les emiten la visa para salir de China. También hay grupos de mujeres profesionales que viajan juntas y han vuelto ya varias veces», agregó. Tal como ocurre en Europa, los chinos prefieren la comida asiática a la local. «Les gusta la carne argentina, pero prefieren la de cerdo y el pollo, y mucho pescado. También les gusta la comida japonesa y les encanta el sushi en Buenos Aires, Río de Janeiro y Perú. Dicen que es excelente», destaca Barrenechea. El nivel socioeconómico siempre es alto; profesionales jóvenes de buena posición que han viajado mucho por negocios a capitales europeas y los Estados Unidos, pero recién ahora están empezando a viajar al exterior en familia o para luna de miel, o simplemente para disfrutar. Hablan mal el inglés y necesitan guías e intérpretes chinos. La propensión al consumo es alta: «Compran artículos de cuero, (zapatos y carteras), platería y alhajas, con especial predilección por la rodocrosita. el lapislázuli y las piedras preciosas», concluye Barrenechea.