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Europa y Mercosur, contra prohibición a importaciones
Mientras tanto, la ministra de Industria, Débora Giorgi, manifestó públicamente sus discrepancias con la idea del secretario de Comercio.
Temprano, fue el canciller brasileño Celso Amorim el que habló de la «preocupación» de su Gobierno ante la eventualidad de que la medida se aplicara. El ministro de Relaciones Exteriores de Luiz Inácio Lula de Silva anunció además que «instruyó a la Embajada de Brasil en Buenos Aires a expresar ese sentimiento a las autoridades argentinas». De hecho, el embajador de Brasil en la Argentina, Enio Cordeiro, se entrevistó ayer con el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Alfredo Chiaradía, a quien le transmitió el mensaje de Amorim.
El canciller del país vecino había recibido el martes la inquietud formal de parte de la poderosa Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), que había distribuido una nota en la que criticaba «la falta de transparencia y los trazos discriminatorios en la forma como la medida se está diseminando».
Pedido de la UE
También ayer, la UE pidió a la Argentina que no impida las importaciones de alimentos, denunciadas por industriales y productores, ya que «tales restricciones, de concretarse, serían incompatibles con la normativa de la Organización Mundial de Comercio y con los compromisos adquiridos por la Argentina en el marco del G-20». Agregó además que «la Unión Europea llama por tanto a las autoridades argentinas a no implementar las medidas anunciadas».
En ambos casos, se trata de los dos principales socios comerciales del país, con los cuales se podría ingresar en un conflicto si efectivamente se aplicara la idea morenista. La decisión complicaría además seriamente la intención de relanzar la negociación de un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur -bloque del que la Argentina detenta hoy la presidencia pro témpore- y la UE, lo que podría ocurrir la semana próxima en Madrid.
Ayer, y por primera vez públicamente, un ministro se despegó de la intención morenista. «Todo lo que el mercado demande en materia de alimentos importados va a estar disponible en las góndolas de nuestro país», dijo ayer la ministra de Industria y Turismo de la Nación, Débora Giorgi, en un acto realizado en la provincia central de Córdoba.
«La Argentina trabaja bajo las normas de la Organización Mundial de Comercio y lo seguiremos haciendo de esta manera, tanto en lo que hace a la aplicación de licencias no automáticas como de medidas antidumping (y) no vamos a permitir la competencia desleal vinculada a productos que ingresan a nuestro país con dumping social, financiero, y/o ambiental», afirmó la funcionaria.
También ayer, una fuente de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dijo que el organismo deberá remitir diariamente un listado de productos que requieren autorización para ser importados, y la Secretaría de Comercio deberá aprobarlos.
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