16 de octubre 2013 - 00:00

Fue una despedida sin pena ni gloria

Maximiliano Rodríguez y sus brazos abiertos para festejar su segundo gol. El rosarino fue el punto más alto de una Selección que no jugó bien y  perdió por 3 a 2 ante Uruguay.
Maximiliano Rodríguez y sus brazos abiertos para festejar su segundo gol. El rosarino fue el punto más alto de una Selección que no jugó bien y perdió por 3 a 2 ante Uruguay.
La Selección se despidió de las Eliminatorias con una derrota ante Uruguay, que no le sirvió a ninguno de los dos, porque la prueba que hizo Alejandro Sabella con los suplentes demostró más las falencias que las virtudes, salvo la honrosa excepción de Maximiliano Rodríguez, que marcó los dos goles y fue presencia ofensiva permanente y porque Uruguay deberá jugar el repechaje ante Jordania.

Uruguay tuvo un aliado inesperado en el árbitro brasileño Marcelo De Lima, que convalidó el gol de Cristian Rodríguez en evidente posición adelantada y cobró un penal increíble, porque Luis Suárez se tiró sin que nadie lo tocara y con Sebastián Domínguez abriendo los brazos para demostrar que no lo tocaba.

El partido fue emotivo por los cinco goles y por las situaciones de gol que tuvo, pero no por el manejo de la pelota, donde Uruguay prefirió el vértigo y Argentina el contraataque.

El primer gol fue a los 6 minutos, cuando el "Cebolla" Rodríguez apareció a espaldas de Campagnaro, en posición adelantada y derrotó a Romero.

A los 14 minutos Maxi Rodríguez empató luego de una buena jugada de Palacio y Biglia. Después vino el penal inexistente y el segundo empate de Maxi Rodríguez, apareciendo por derecha y rematando fuerte y cruzado.

Uruguay se puso en ventaja a los 4 minutos del complemento, cuando Edinson Cavani aprovechó una falla defensiva y allí Argentina se quedó sin reacción. Uruguay pudo haber marcado más goles, pero los desperdició y Argentina no encontró la pelota.

La Selección tuvo los errores defensivos habituales y un Banega impreciso, que no le dio salida clara. Además de Maxi Rodríguez se puede rescatar a Lucas Biglia y el despliegue de Rodrigo Palacio, pero son dos jugadores que ya tenían el pasaje asegurado a Brasil. Uruguay sabía que era casi imposible clasificar directo, pero le quería ganar a Argentina.

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