28 de julio 2016 - 00:00

Intendentes redefinen agenda para atender la demanda social

Inflación, tarifazo y recesión se combinan en un cóctel explosivo en las tierras del conurbano. Según la UCA, en el primer trimestre hay en el país 1,4 millón más de pobres. Ante este panorama los jefes comunales reasignan partidas presupuestarias y redoblan la ayuda social.

Intendentes redefinen agenda para atender la demanda social
 Algunos números son elocuentes: la inflación, según consultoras privadas, en los primeros seis meses está cerca del 30% y proyecta un final de año casi récord por encima del 40%, al 30 de junio los despidos -públicos y privados- rozaron los 180 mil, tal como lo informó el CEPA, la economía está en recesión, tal como admitió el remozado INDEC, y el one shot para salir del atraso tarifario implicó subas, ahora judicializadas, de hasta 1.000%.

En este contexto, los sectores más vulnerables de la sociedad sufren las consecuencias de la frialdad de los números. Tal es así, que según el informe de "Pobreza y desigualdad por ingresos en la Argentina urbana 2010-2015. Tiempos de balance", de la UCA, el primer trimestre del año cerró con 1,4 millón más de personas debajo de la línea de pobreza, hasta casi un total de 13 millones de personas.

VAIVENES

El salto en el nivel de pobreza se dio tras un período con vaivenes. El documento sostiene que las tasas de pobreza experimentaron "una importante reducción entre 2010 y 2011, para posteriormente presentar una tendencia ascendente entre 2012 y 2015, hasta alcanzar al 29% de la población". En los primeros tres meses del año -aún sin considerar el impacto fuerte del judicializado tarifazo-, la cantidad de pobres se elevó a 34,5%. Además, la tasa de indigencia pasó de 5,3% a fines de 2015 a 6,9% en marzo de este año, y "afectaría a no menos del 6,2% de la población al principio de abril de 2016".

El conurbano bonaerense en donde el entramado social deja a la vista un estado de situación tan frágil que la línea que separa un estrato social de otro es sumamente delgada, muestra la cara más hostil. En este contexto los intendentes recalculan presupuestos y redefinen urgencias para atender las demandas de los vecinos. "Estimábamos una inflación del 40% cuando hicimos el presupuesto el año pasado, nos quedamos cortos. Generalmente uno busca que los ingresos sean superiores a la inflación porque hay un porcentaje de gente que deja de pagar, pero éste es el primer año que tenemos mayor inflación que ingresos; de inflación anual estamos en el 42% e ingresos en el 33%", contó Luis Andreotti, intendente de San Fernando en diálogo con Municipios.

BALANCE

Respecto al balance del primer semestre del año, el jefe comunal de San Martín, Gabriel Katopodis, le dijo a Municipios que "nos creció toda la demanda alimentaria en casi un 60% respecto al mismo semestre del año pasado. Esto ocurre porque claramente empezó a haber mucha más gente en los comedores; las colas de la garrafa social nuestra que subsidiamos es cada vez más larga y los pedidos de trabajo se multiplicaron". Andreotti coincidió con ese panorama: "En todo lo que significa la ayuda social los pedidos se incrementaron. Este es un municipio bastante presente independientemente de la situación, por supuesto que en una situación en donde hay un proceso inflacionario y una recesión, esto se nota más".

Ante ese panorama, incluso la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, debió actuar con rapidez y más que duplicó el presupuesto para los comedores escolares de los 135 municipios, con un costo fiscal extra de $1.200 millones.

"Está claro que la situación empeoró en los últimos meses. En el conurbano se han dado tres cosas muy fuertes. La primera es el parate de las changas. El conurbano es un mundo de complementos. El hecho de que se haya parado el sector de la construcción y el textil, significa que se ha parado el mundo de los que trabajan haciendo changas y complementando ingresos. El segundo dato objetivo es que hay más gente en los comedores comunitarios; en el conurbano bajó el consumo de carne y leche, y subió el consumo de harina, es decir, no solo hay más gente en los comedores sino que están comiendo peor. Y lo tercero me parece que los tarifazos vienen a complicarlo aún más porque básicamente lo que hace es sumarle un costo fijo a una familia, una familia que venía tecleando además arranca el mes con un costo fijo alto y eso termina de descompensarla", explicó a Municipios el exviceministro de Desarrollo Social de la Nación y asesor del Frente Renovador, Daniel Arroyo.

"Hay entre un 35% y 40% de la economía que claramente se maneja fuera del mercado formal, y es el primer sector que más lo golpea una situación de recesión y enfriamiento de la economía como la que estamos viviendo", advirtió Katopodis.

El factor económico también se traduce en una incipiente caída en la cobrabilidad de las tasas municipales y aunque los gobiernos locales aún tienen espaldas, mantienen encendida la luz amarilla. "Nuestro sistema de tasas lo basamos por supuesto en los servicios pero fundamentalmente en la capacidad contributiva por lo tanto el 25% de los contribuyentes solventan el 70% de los recursos propios, esto es lo que nos permite que si los sectores de menores ingresos, que son los que primero se recienten, nos dejan de pagar no nos afecte tanto. El problema es si continúa así la situación", alertó Andreotti. En el mismo sentido, Katopodis dijo que "tenemos una estructura tributaria por la cual casi el 70% de los ingresos de la tasa de seguridad e higiene están concentrados en las 500 empresas más importantes de San Martín que son el 10% de las empresas, en esa cuenta tenemos resuelta una parte de la recaudación y nos permite tener un manejo para continuar brindando servicios y haciendo obras. Sin dudas que cae la recaudación porque la gente está decidiendo qué pagar".

Mientras observan preocupados la marcha de la economía y el impacto en sus comunas, los intendentes esperan que el ansiado repunte -ahora postergado por las estimaciones para el próximo año- traiga algo de alivio para los vecinos y las cuentas. Sin embargo, la intranquilidad es tan grande que en encuentros de intendentes ya surgió una pregunta "¿si la situación sigue así qué va a pasar cuando lleguen las fiestas en diciembre?". Un jefe comunal de un populoso distrito del conurbano, quien mantuvo reserva para evitar ser centro de críticas por alarmista, hizo un llano análisis para Municipios: "Si en años buenos tenemos que reforzar la ayuda social para las fiestas, este año con este panorama vamos a tener que estar muy alertas".

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