22 de octubre 2010 - 00:00

La clave, ser creíble

Es uno de los ejemplos adaptados a la región; se rige por las disposiciones vigentes desde la provincia y la Nación. El proyecto fue aceptado por las otras partes integrantes en una ronda de consultas, basados en estándares estipulados en el marco de la FSC, y sobre todo criterios y objetivos medibles, porque se debe demostrar en un período de cinco años que el proceso es creíble para poder renovar la certificación.

Para ello, hay que poner en marcha una serie de acciones para llegar a las certificaciones. Por ejemplo, tener a todos los trabajadores encuadrados en el marco legal y habilitados por las ART, cumplir con una serie de procesos y controles que posibiliten a la empresa llegar a obtener la certificación del área que además debe ser de bosques naturales.

También se hizo una consulta a la comunidad y el certificado forestal es un documento que garantiza a la población y a las empresas que la madera extraída del bosque proviene de un plan de manejo previamente pensado, seguido por una cadena de custodias que le permita llegar al mercado en esas condiciones. Ésa es la marca que se verá en un producto certificado.

La explotación se encuentra ubicada a la vera de la Ruta Provincial Nº 2, a unos 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Formosa con 2.500 hectáreas, cerca de Colonia Pastoriza y sobre las márgenes del río Montelindo Grande, de las cuales 700 hectáreas de bosques se encuentran certificadas y se dedica a la actividad ganadera. Recientemente se incorporó al registro de cabañas, de la Asociación Argentina de Brangus y además se encuentra inscripto en el sistema de trazabilidad ganadera, desde hace cinco años, para la venta de animales al mercado externo.

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