El turismo del vino crece en la Patagonia y las provincias de Neuquén y Río Negro ofrecen visitas a bodegas, con tours y degustaciones, en las que la variedad Pinot Noir es la estrella. Los oasis productivos se concentran próximos al paralelo 39° sur, donde destaca la neuquina región de San Patricio del Chañar, ubicada en el valle del río Neuquén, a 55 km de la capital provincial. Los viñedos se encuentran en las terrazas del río Neuquén y las bodegas se han construido especialmente para lograr la humedad adecuada. Incluso hay obras subterráneas. Fin del Mundo, Flia. Grittini, NQN, Flia. Schroeder, Valle Perdido y Del Añelo son algunas de las bodegas más famosas de la región.
En Río Negro el circuito de bodegas se da en la región del Alto Valle, en torno a las ciudades de General Roca y Cipolletti, región donde se instalaron las primeras bodegas australes del país. Los emprendimientos bodegueros a visitar aquí son La Falda, Estepa, Humberto Canale, Agrestis y Chacras del sol.
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