No está nadie para festejos en el sindicalismo. Por eso Hugo Moyano adelanta la celebración del 1 de Mayo y avanzará un día antes sobre la Plaza de Mayo junto al ceteísta disidente Pablo Micheli para reclamar -dice tener ya un millón de firmas- la universalización de las asignaciones familiares. Sigue amenazando con un paro nacional en la segunda quincena de abril y anima sus jornadas peleando en la Justicia el encuadramiento de los tintoreros industriales que dejan de ser camioneros, motivo de nueva pelea con el Gobierno. (Ver pág. 9.)
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