7 de junio 2019 - 00:01

Manzur vs. Alperovich, pelea estelar en elección tucumana

Sin haber alcanzado unidad, el mandatario enfrentará a su expadrino político. El voto antiperonista también se partirá entre Elías de Pérez -representante de Cambiemos- y el histórico Ricardo Bussi.

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(Enviado especial a Tucumán)- Las elecciones tucumanas del domingo que definirán al próximo gobernador tendrán final abierto, con cuatro candidatos que se anotan con chances, incluido el propio gobernador Juan Manzur, quien buscará la reelección y parte como favorito.

Entre las particularidades de Tucumán, aparece el voto dividido del PJ entre el actual mandatario y su antecesor José Alperovich. Un divorcio sin reconciliación que llevó a que compitan directamente en generales por frentes distintos. Esa situación que podría haber sido capitalizada por un espacio no PJ también se ve matizada: el Cambiemos local (Vamos Tucumán) que postula a la senadora nacional radical Silvia Elías de Pérez también dividirá adhesiones con el histórico Ricardo Bussi (Fuerza Republicana), hijo del fallecido represor Antonio Bussi y aspirante al cargo por sexta oportunidad.

Esta situación atípica de cuatro candidatos con volumen en intención de voto desconcertó incluso a los encuestadores, en un estallido de sondeos que mostraron resultados tan disímiles que hacen suponer que quien gane no ostentará las cifras que se vieron el pasado domingo en San Juan o Misiones, donde los oficialismo superaron el 50% y el 70%, respectivamente.

“En escenarios apretados, quien gobierna siempre tiene un plus. Y hasta acá, además, siempre ganaron los oficialismos”, dijeron desde uno de los espacios opositores, aunque sin perder el optimismo. Así, Manzur, quien vuelve a estar acompañado en la fórmula por su actual vice, tiene una ficha extra.

Peronistas

Esta semana Manzur visitó a Alberto Fernández en la clínica donde estuvo internado. Fue uno de los gobernadores que apoyó pronto la fórmula kirchnerista. Ayer también volvió a elogiarlo: “Alberto Fernández es técnicamente impecable: abogado, profesor titular en la UBA, un hombre que conoce muy bien el funcionamiento del Estado nacional. Un hombre que vino en reiteradas oportunidades a Tucumán, que conoce la Argentina y el interior del interior”, dijo. Antes, había expresado sus deseos de unidad con guiños a la expresidenta Cristina de Kirchner, de quien fue ministro en su gestión. Así, el gobernador tucumano le había puesto fin a su coqueteo con Alternativa Federal. Sin embargo, Alperovich se había mostrado con la expresidenta antes que su sucesor. En el cruce de fotos, Cristina de Kirchner se mantuvo ajena y no expresó apoyos públicos a ninguno de los dos candidatos.

En tono de flashback: el pasado 17 de octubre Manzur organizó el acto central del peronismo nacional en la provincia, en un escenario que sólo tuvo al PJ no K. Sin Alperovich ni su esposa Beatriz Rojkés, esa cumbre también marcó el cambio de mando del peronismo tucumano: Rojkés tomó una licencia como titular del partido y Manzur comenzó a adueñarse de la estructura institucional del PJ provincial, hasta asumir en abril la presidencia.

De esta manera, el aparato partidario tendrá un rol clave, y el oficialismo confía en que sea el arma para quebrar a Alperovich, principalmente en el interior tucumano. Inclusive, ese peso orgánico se vio en los últimos meses, con una fuga de dirigentes que pasaron de las filas del exgobernador a las de Manzur. Entre ellos, una de las espadas clave de la contienda del domingo: Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán y postulante a intendente de la capital para buscar el batacazo de arrebatarle la municipalidad a Cambiemos, hoy en manos de Germán Alfaro, un ex PJ mudado Cambiemos que ahora necesitará un extraordinario corte de boleta para ser reelecto si se confirman las previsiones.

“Históricamente el peronismo en Tucumán obtuvo un 53%. El domingo se repartirá entre dos candidatos. Alperovich viene cayendo y prácticamente todos los intendentes y candidatos peronistas están jugando para Manzur, que va a terminar ganando cómodo”, confió a este medio un importante dirigente del PJ.

No peronistas

Cambiemos, que en la provincia norteña se inscribió como Vamos Tucumán, lleva a las urnas una fórmula de consenso. Elías de Pérez tuvo el aval de la Casa Rosada y declinaron sus postulaciones José Cano, Alfonso Prat-Gay y el intendente Alfaro.

Sin embargo, Bussi salió a disputarle el voto antiperonista. El líder de Fuerza Republicana creció en las semanas previas a las elecciones e incluso le pidió a Elías de Pérez que declinara su candidatura para evitar que se bifurquen esas intenciones. Una campaña aparte entre la senadora y Bussi, donde ambos se acusan de “jugar para el peronismo”. Elías de Pérez manifestó dos días atrás en una entrevista realizada por Ámbito Financiero: “Bussi ha recibido todo el apoyo del Gobierno provincial para dividir el voto opositor. Esto es algo que siempre pactan el PJ y Fuerza Republicana”. En la vereda opuesta señalan que la senadora no puede ser el antiperonismo cuando su principal aliado es el intendente Alfaro, un exiliado del PJ.

Esta puja hace que no haya un tercero que pueda capitalizar plenamente la pelea Manzur vs. Alperovich.

Por otra parte, las chances del Gobierno nacional se depositan en la reelección de Alfaro, quien mide más que la propia candidata a la gobernación. Sin embargo, para que ese escenario se realice en la práctica tendrá que haber un arrastre de abajo hacia arriba. “Es difícil, porque la gente el domingo vota al gobernador, y Manzur está ganando en la capital”, dicen desde despachos tucumanos. Así, debería invertirse la lógica y Elías de Pérez sumar gracias al jefe municipal. O, para Alfaro acceder otro mandato, apelar al corte de boletas, pero en proporciones mayores que las habituales. “Necesita un corte de 15 puntos”, se ilusionan en los cuarteles de Manzur.

Y, de rebote, también en el de Mario Leito.

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