20 de mayo 2010 - 00:00

Vecinos difíciles en busca de consenso

El presidente Ma Ying-jeou (en el podio), junto con funcionarios públicos de primera línea, durante una conferencia de prensa celebrada ayer en Taipei.
El presidente Ma Ying-jeou (en el podio), junto con funcionarios públicos de primera línea, durante una conferencia de prensa celebrada ayer en Taipei.
Taipei - El presidente de la República de China en Taiwán, Ma Ying-jeou, brindó ayer un resumen de lo realizado por su Gobierno tras dos años de gestión.

Durante un encuentro con la prensa local e internacional, el presidente Ma puso de relieve el hecho de que su Gobierno ha respetado el ejercicio del derecho y eliminado el nepotismo y las violaciones a la ley que caracterizaron al Gobierno anterior.

Detalló, además, logros de su Gobierno, como la reforma política y económica, así como la reformulación del sistema de salud pública, entre otros lauros.

No obstante, señaló, su mayor éxito -aplaudido por la comunidad internacional- ha sido la serie de cambios introducidos en las relaciones entre la isla y China continental.

Hemos pasado de una política de confrontación a una de convivencia, subrayó Ma.

Desde que Taiwán decidió autogobernarse al concluir la guerra civil que tuvo lugar en China continental en 1948, ambas partes han vivido en constante confrontación con los estrechos de Formosa como marco. La amenaza de invasión o acciones militares por parte de China se afirmaron como posibilidad en la mentalidad taiwanesa a todo nivel.

El denominado Acuerdo Marco de Cooperación Económica (Economic Framework Cooperation Agreement o EFCA) constituye un elemento central de esta nueva política de aflojamiento de las relaciones entre ambas naciones. El Gobierno de Ma espera poder firmar dicho tratado con China Popular el mes próximo, si bien la fecha real de su rúbrica es aún elástica y quedan todavía por llevarse a cabo varias reuniones. El tema suscita acaloradas polémicas en Taiwán y halla una férrea resistencia en el partido opositor al Gobierno. Según señalan diversas encuestas, casi la mitad de la población comparte esta postura.

Sin embargo, Ma considera que el acuerdo resulta esencial para que Taiwán mantenga su crecimiento económico.

Debido a su estado de ciudadanía en disputa, Taiwán se halla excluida de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y demás grandes foros internacionales de comercio. El país, según Ma, corre el riesgo de sufrir un aislamiento económico aún mayor, de modo que un ECFA con China abrirá la puerta a otros acuerdos de libre comercio con más países y naciones.

Sin embargo, el Presidente señaló que tenemos que mejorar las relaciones en el ámbito del estrecho antes de que Taiwán pueda comenzar a mejorar sus relaciones internacionales.

El tema es una compleja mezcla de política oriental en la cual la República Popular China mantiene su férrea postura de una sola China y Taiwán no piensa renunciar a su autodeterminación y su oposición señala hasta el cansancio que el ECFA será la primera de una serie de medidas que terminará por llevar a la reunificación con China continental y la pérdida de independencia.

No declararemos ni la independencia ni la reunificación de la noche a la mañana y espero que podamos tomarnos el tiempo necesario como para hallar una solución. Este tema no tiene solución inmediata y tanto la dignidad como la soberanía serán nuestras brújulas, dijo Ma en respuesta a tales críticas.

Ni la oposición ni los medios locales han perdido oportunidad de poner de relieve y criticar detalles del gobierno de Ma, no obstante lo cual éste señaló que se estima que le economía creció dos dígitos en el primer trimestre y va camino a crecer 6-7% este año. Exhibiço asimismo varias estadísticas publicadas por organismos internacionales que colocaron a Taiwán en los escalones más elevados de las naciones desarrolladas, alcanzando el sexto lugar en innovación tecnológica y tercer lugar en producción de patentes, entre otros rubros.

El mandatario prometió conducir a Taiwán a una década dorada, pero rechazó innumerables las críticas que recibió su gobierno, atribuyendo los antagonismos a una comunicación gubernamental deficiente, tema del que su equipo, dijo, se ocupará de ahora en más.

Si bien al hacerse cargo del gobierno en 2008 Ma recibió una carta de felicitaciones de parte del Presidente Chino Hu Jintao, los mandatarios no se han reunido aun. Ma no descarta dicha posibilidad aunque no tenemos planes al respecto ni tenemos al tema en nuestra agenda.

Por cierto que las relaciones entre una y otra margen del estrecho han mejorado muchísimo, el hecho de que China supuestamente cuente con una batería de misiles apuntada a Taiwán desde la margen opuesta y que Taiwán busque denodadamente renovar su flota de aviones de combate ya entrada en años con los estadounidenses F-16 demuestra que el temor de una guerra siempre está presente en la vida de los taiwaneses.

Aun así, Ma declaró en tono conciliador que a pesar del hecho de que el continente desea mantener una política de una sola China, en realidad ambos queremos la paz y buscamos el consenso.

P. J.

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