12 de enero 2022 - 00:00

El Banco Mundial advierte sobre un freno brusco de la economía global si la ómicron no cede

CONTROLES. Así, con extrema precaución, volvieron las clases en el Hemisferio Norte, como muestra la foto en el caso de San Antonio (EE.UU.).
CONTROLES. Así, con extrema precaución, volvieron las clases en el Hemisferio Norte, como muestra la foto en el caso de San Antonio (EE.UU.).

Washington - El crecimiento mundial se desacelerará este año y la situación podría empeorar mucho más por el impacto de la variante ómicron del nuevo coronavirus, que se propaga como reguero de pólvora acentuando la escasez de mano de obra y los problemas logísticos, advirtió ayer el Banco Mundial (BM).

La institución revisó a la baja su previsión de crecimiento del PBI global para 2022 en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 4,1%, por debajo del 5,5% de 2021. Sin embargo, “las perturbaciones económicas provocadas por la nueva variante del virus SARS CoV-2 podrían reducir aun más el crecimiento global este año, de 0,2 a 0,7 puntos porcentuales” adicionales, hasta 3,9% o incluso al 3,4%, añadió el organismo.

En el peor escenario, alimentado por las proyecciones que se conocieron en las últimas horas para Europa y Estados Unidos (ver aparte), “la mayor parte del impacto se sentiría en el primer trimestre, seguido de un repunte notable en el segundo”, asegura.

“La variante ómicron nos demuestra una vez más que la pandemia todavía está entre nosotros y debemos aprender a vivir con ella”, dijo Ayhan Kose, jefe de Previsiones del BM, a la agencia AFP.

Esta cuarta ola de covid provoca por el momento menos restricciones que la de 2020 “y si el brote disminuyera pronto, el impacto económico sería más bien leve”, sostuvo.

Hipótesis

Al revés, “si la variante se afianzara en el tiempo, con un número elevado de contagios y presiones sobre el sistema sanitario, entonces el crecimiento sería más débil”, matizó.

En este supuesto, la escasez de mano de obra aumentaría, perturbando más que la en la actualidad las cadenas de suministro mundiales y alimentando el alza de precios.

El año pasado, el incremento de los precios al consumidor en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE, el llamado “club de los países ricos”) fue el más elevado en 25 años.

Ante el peligro de una inflación galopante, la Reserva Federal estadounidense podría subir drásticamente las tasas de interés de referencia, lo que elevaría el costo de endeudamiento para los países emergentes, ya de por sí con deudas récord.

En tanto, el Banco Central de Brasil, una economía emergente clave, podría elevar su tasa básica al 5% tras conocerse que la inflación de 2021 trepó a 10,06%, su mayor nivel desde 2015.

En ese contexto global adverso, podría erosionarse la confianza de las empresas y de los hogares. En última instancia, el consumo y los flujos comerciales, que son el motor del crecimiento mundial, se verían afectados.

Gigantes

Las dos mayores potencias mundiales, Estados Unidos y China, no se libran del riesgo de un freno en la recuperación y de la acechanza de ómicron, asegura el BM.

El crecimiento estadounidense fue revisado a la baja para 2022 a 3,7% (-0,5 puntos porcentuales) después del 5,6% en 2021 (-1,2 puntos porcentuales). “La inflación persistente y un endurecimiento aún más rápido de la política monetaria podrían conducir a un crecimiento más débil de lo esperado”, señaló.

En tanto, el crecimiento chino está estimado en 5,1% (-0,3 puntos porcentuales) frente al 8% (-0,5 puntos porcentuales) en 2021. China se desacelera “más de lo previsto”, apuntó la institución.

El crecimiento de América Latina y el Caribe se recuperó hasta situarse en 6,7% en 2021, pero se prevé que caiga a 2,6% en 2022 y a 2,7% en 2023.

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