7 de octubre 2019 - 00:03

El superávit comercial alcanzaría en 2019 los u$s14.000 millones

El resultado sería explicado por una importante caída de las importaciones (-22% interanual) y un leve avance de las ventas externas (+5%).

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Por una marcada caída en las importaciones y gracias a un tibio avance en las exportaciones, la balanza comercial de bienes parece representar el único “brote verde” para la economía argentina. Es que, según un informe de la consultora Ecolatina, el superávit comercial alcanzaría u$s14.000 millones en 2019. Cifra que destaca en un contexto donde, desde mediados del año pasado, se derrumbaron prácticamente todos los indicadores: el consumo interno, la inversión y el gasto público, entre otros.

“A modo de ejemplo, mientras que en el primer semestre del 2018 el déficit comercial se agravó en relación a igual período de 2017 (pasó de u$s-2.600 millones a u$s -4.900 millones), en la segunda mitad del año pasado el rojo se convirtió en un superávit, pasando de u$s-5.700 millones a u$s +1.000 millones. Asimismo, esta dinámica se repitió en la primera parte de 2019 y el saldo comercial totalizó u$s +5.600 millones”, analiza Ecolatina.

Dichas estadísticas responden, sobre todo, a un desplome en las importaciones que roza el 30% interanual en el acumulado a agosto (último dato disponible) y no a un avance de las exportaciones, que crecieron poco menos de 4% interanual en los primeros ocho meses del año. “En consecuencia, la recuperación del frente externo es más un subproducto de la crisis que el resultado de una mayor competitividad cambiaria o la apertura de nuevos mercados. Para que estas dos políticas arrojen resultados concretos, será necesario que las mismas sean sostenidas en el tiempo”, detalló el informe.

Por otra parte, según se analizó, “dado que la recesión sigue sin encontrar su piso, la mejora del saldo comercial se mantendrá en la segunda mitad del año, y el superávit comercial de bienes rondaría u$s14.000 millones en 2019”. Este resultado sería explicado por una importante caída de las importaciones (-22% interanual), que cerrarían 2019 en la zona de u$s 51.000 millones y un tibio avance de las ventas externas (+5%), que acumularían u$s65.000 millones este año, impulsadas en parte por la baja base de comparación que dejó la sequía de 2018 y los mayores saldos exportables que arroja una demanda interna deprimida.

Las expectativas para el año que viene, de todas formas, no son alentadoras. “Lamentablemente, el desempeño económico no mejoraría en 2020. A modo de ejemplo, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central arrojó una caída del PBI de 1,5% interanual. Además, el dólar cerraría el año próximo en la zona de $90 según el informe. De esta manera, marcaría un avance cercano al 35% en 2020 -conforme al REM, diciembre 2019 terminaría con una divisa en la zona de $65, levemente por debajo de la inflación (+40% interanual)”, remarcó el informe, que sostuvo: “En consecuencia, el tipo de cambio real permanecería relativamente estable a lo largo del año próximo. Si consideramos los elevados pagos de deuda pública relevante (al sector privado y organismos financieros internacionales) en moneda extranjera que debe afrontar nuestro país en 2020 (u$s25.000 millones, más de 5% de PBI) y que los mercados de crédito permanecerán virtualmente cerrados, esta evolución parece lógica: el peso no se fortalecería, aun en un contexto de importantes restricciones a la demanda de moneda extranjera”.

En ese marco, la consultora proyecta un superávit comercial cercano a u$s19.000 millones para el próximo año, un récord histórico medido en dólares corrientes. “Un resultado positivo de esta magnitud será fundamental por dos motivos. Por un lado, por su impacto tradicional sobre los sectores transables. Por el otro, porque el sector privado aportará dólares frescos para los pagos de deuda que el sector público debe realizar. En consecuencia, si este superávit no se materializara, y no aparecen fuentes de financiamiento alternativas como por ejemplo asistencia china, los pagos de deuda del año próximo deberían reestructurarse. Aunque tampoco puede descartarse un escenario de default con un superávit de 5% del PBI, lo cierto es que sin él sería casi inevitable”, concluyó el informe, que remató: “Al igual que este año, a la mejora del saldo comercial de 2020 se llegaría tanto por una caída de las importaciones, como por un leve avance de las exportaciones.

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