20 de octubre 2014 - 18:01

En 2015 se sigue ampliando el presupuesto para las universidades públicas

Por Aixa Ratta (*).-

La educación no solo juega un papel fundamental en el desarrollo de un país, sino que es un factor clave en la formación, integración e inclusión de su población. En este sentido, el Gobierno Nacional procuró fortalecer las políticas tendientes a amplificar y democratizar este campo, promoviendo la incorporación de cada vez más estudiantes a la educación superior a través de la apertura de nuevas universidades públicas y el correspondiente aumento de las asignaciones presupuestarias destinadas a estas instituciones.

Se abrieron, hasta hoy, nueve universidades nacionales nuevas, especialmente en el conurbano bonaerense y en las provincias de Río Negro, Tierra del Fuego, San Luis y Chaco. Gracias a estas políticas educativas, muchas provincias pudieron contar con la primera universidad pública nacional, como es el caso de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNDTF) y la Universidad Nacional del Chaco Austral (Uncaus). La puesta en marcha de estas nuevas instituciones en jurisdicciones que no contaban con una adecuada oferta académica de educación superior permitió reducir la distancia y los costos que implican el desplazamiento de los estudiantes hacia los centros universitarios tradicionales. A su vez, se facilitó el acceso a la universidad a jóvenes provenientes de familias que nunca habían tenido la posibilidad de cursar estudios superiores, implicando una movilidad social para estos sectores ya que, al finalizarlos, tienen mayor posibilidad de conseguir un trabajo formal y mejor remunerado.

Estos avances en materia educativa, se evidencian en el Anuario Estadístico de la Secretaría de Estadística Universitaria, donde se observa un incremento del 68% del número de egresados universitarios en el período entre 2001-2011. En el año 2011, hubo 109.360 egresados universitarios, de los cuales el 67% provenían de universidades estatales y solo el 33% se recibieron en universidades privadas, mostrando la relevancia de la educación pública en la formación de los futuros profesionales.

El gobierno nacional ha realizado un considerable esfuerzo en fortalecer los recursos destinados a las instituciones educativas en todos los niveles. Las partidas presupuestarias anuales destinadas a las universidades nacionales aumentaron un 2025,87%, pasando de $ 1.831.482.448 en el 2003 a $ 38.934.99.164 en el proyecto de presupuesto presentado en el Congreso para el año próximo. Esto implica que las universidades nacionales recibirán en 2015 un monto de $ 37.000 millones más de lo que recibía en el año 2003. A su vez, si se realiza una comparación interanual, el presupuesto presentado para el 2015 incluye un incremento del 32% en las partidas presupuestarias destinadas a estas instituciones públicas en comparación al año anterior, pasando de $ 29.544.448.617 en el 2014 a $ 38.934.999.164 en el 2015.

La UBA no estuvo exenta del aumento de las partidas presupuestarias a las universidades públicas nacionales. En los últimos trece años, los recursos nacionales destinados a esta institución crecieron un 2141,27%, pasando de $ 298.494.999 en el 2003 a $ 6.690.065.571 en el presupuesto 2015 presentado en el Congreso. Esto implica que la UBA recibirá en 2015 $ 6.391.570.572 más de lo que recibía en el año 2003. Mientras la UBA incrementó su presupuesto en 22.4 veces (2141%), el total de las universidades lo hizo en una cifra menor, pero igualmente importante: 21.25 veces o 2026%. A su vez, la variación interanual de las partidas presupuestarias destinadas a la Universidad de Buenos Aires, mostró un crecimiento del 30%, pasando de $ 5.160.641.275 en el 2014 a $ 6.690.065.571 en el próximo año.

Las universidades públicas cumplen una doble función: por un lado, democratizan el ingreso a la educación superior, ya que al ser gratuita y pública no existe una traba económica para poder acceder y, a su vez, garantiza mayor cantidad de profesionales altamente capacitados que impulsaran el desarrollo económico a través de generación de valor agregado en sus actividades laborales. La universidad pública permite avanzar hacia una sociedad más culta, integrada y justa, donde cualquier persona que desee estudiar pueda hacerlo independientemente de su situación socioeconómica. Asimismo, la implementación del programa Progresar permite que 368.010 estudiantes entre 18 y 24 años cuenten con un ingreso de $ 600 para iniciar, continuar o terminar sus estudios primarios, secundarios, terciarios, oficios o universitarios.

Fortalecer las instituciones existentes, crear nuevas universidades e incentivar la inclusión en las mismas ha sido el camino elegido para que cada vez más argentinos tengan una educación pública de calidad.

(*) Integrante del Grupo de Estudio de Economía Nacional y Popular (GEENaP)

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