13 de marzo 2022 - 20:49

Claudio Goldman, de Accenture: "Las energéticas ya no podrán planificar el capital a largo plazo"

El director de la empresa del sector energético destacó las tendencias que marcarán la industria de los hidrocarburos en 2022, en medio de una escalada de precios y reacomodamiento internacional.

accenture
Gentileza: Accenture

Claudio Goldman, director de Accenture Argentina y Líder de las Industrias de Energía, Recursos Naturales, Petróleo y Gas para Sudamérica Hispana, destacó las tendencias que marcarán la industria de los hidrocarburos en 2022, en medio de una escalada de precios y reacomodamiento internacional.

La primera es la transformación del negocio principal. En este caso, la mayor parte de los esfuerzos de los líderes se basan en un enfoque decisivo para comprimir sus transformaciones digitales. Y justamente la energía es un sector que tradicionalmente se ha quedado atrás en la ampliación de las innovaciones digitales. Es más, un estudio de Accenture del 2019 concluyó que el 10% de las mejores empresas en transformación digital generaban el doble de valor que las rezagadas, una brecha que se ha ampliado de 2X a 5X, producto de la pandemia.

“Este año todas las empresas energéticas deberán adoptar los avances tecnológicos como catalizadores y facilitadores de un cambio rápido”, remarcó Goldman, y agregó: “Se trata de adoptar un enfoque más amplio para aprovechar todo el potencial de las tecnologías digitales. Crear empresas ágiles e inteligentes basadas en la nube, los datos y la inteligencia artificial (IA). Utilizar la tecnología para desmantelar los silos organizativos, conectar la empresa y tomar mejores decisiones, más rápidas y basadas en el análisis”.

La segunda tendencia son los enfoques más dinámicos para la asignación de capital. Según el análisis de Accenture, este año las empresas deben aclarar el papel que desean desempeñar durante y después de la transición energética y escalar activamente nuevos modelos para impulsar la diferenciación y el crecimiento futuro. En el mundo ya se habla que el conflicto entre Rusia y Ucrania podría impactar directamente en las metas de descarbonización planteadas para 2030.

Será por eso que se necesitarán grandes inversiones no sólo para lograr la rotación requerida, sino también para satisfacer las necesidades de un sistema energético que seguirá creciendo. De hecho, según cálculos de Accenture, el éxito de la transición a un nuevo sistema energético requerirá inversiones de capital de más de 100 billones de dólares hasta el 2050.

Claudio Goldman.jpg

Para Claudio Goldman, la “naturaleza y el alcance” de las inversiones de cada empresa dependerán, por supuesto, de su papel en el “futuro energético”. “Independientemente del arquetipo que elijan, todas las organizaciones tendrán que ser capaces de asignar su capital de forma más dinámica y acertada”, señaló en especialista.

“Dado que las tecnologías, las fuentes de energía y las vías de demanda evolucionan con tanta rapidez, las empresas energéticas ya no podrán planificar el capital a largo plazo. Tendrán que comprimir considerablemente sus ciclos de planificación, de años (o incluso décadas) a meses”, aseguró.

La tercera tendencia es la colaboración. Ante la creciente necesidad de nuevas soluciones e innovaciones energéticas, el 2022 puede ser el año en que se vean a las empresas energéticas pasar de las colaboraciones selectivas a las asociaciones ilimitadas con otros dentro y fuera del sector, incluidos los clientes y los proveedores. Una tarea que podría beneficiarse significativamente de la colaboración ampliada es la formación de métricas creíbles en materia medioambiental, social y de gobernanza (ESG). En este sentido, Goldman destacó que “hoy las nuevas tecnologías son un gran aliado para reducir las emisiones y cumplir con los objetivos ESG”.

La cuarta tendencia es la preparación de las personas. Según Accenture, la transformación que se está produciendo en el sector requiere de una nueva fuerza laboral. “En 2022, la industria debe capacitar a sus trabajadores para crear nuevas soluciones energéticas y construir su ventaja digital. Deben impulsar habilidades entre sus colaboradores para pasar más rápidamente de la experimentación, a la ampliación de las innovaciones en áreas como la captura, el uso y el almacenamiento de carbono, el hidrógeno, los combustibles sostenibles y el almacenamiento”, indicó el experto en Energía, Recursos Naturales, Petróleo y Gas.

Por último, está la ciberseguridad. Las transformaciones de las empresas energéticas dependerán cada vez más de las nuevas tecnologías, como el Internet de las cosas (IoT). Lamentablemente, su dependencia a estas nuevas tecnologías las expone a más amenazas cibernéticas. La consultora estimó que en solo en 2021 el costo de la industria energética por cada violación de datos superó los 4 millones de dólares en promedio.

“La buena noticia es que la ciberresiliencia es lo más importante para los CEOs de la industria, y el principal objetivo de sus inversiones digitales. En 2022, las empresas seguirán implementando soluciones innovadoras como la gestión de identidades autónomas para disminuir su riesgo. Para esto es fundamental migrar sus infraestructuras de datos a la nube”, afirmó Goldman.

“Hoy las empresas energéticas tienen la oportunidad de convertirse en organizaciones ágiles, capaces de soportar cualquier condición económica o de mercado que se les presente. Y pueden acelerar la creación de un sistema energético que sea seguro y sostenible. En resumen, 2022 es el año para consolidar su relevancia y preparación para el futuro”, concluyó.

Dejá tu comentario