Epidemiología bonaerense: "La situación de hoy es muy similar a la del año anterior"

Iván Insúa, director de esa área en el ministerio de Salud provincial, destacó que durante enero del año anterior hubo 7 casos confirmados. Afirmó que están tomando todos los recaudos, aunque podría haber más casos si siguen las lluvias, por la migración del ratón colilargo.

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Gentiliza: Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires

El hantavirus es endémico en la provincia de Buenos Aires, y de hecho, para esta altura de enero de 2018 ya se habían reportado siete casos, uno menos que los seis confirmados en la Provincia de Buenos Aires durante este año. Con todo, dos nuevos casos sospechosos en Castelli, marido e hijo de una mujer fallecida en esa localidad, encendieron las alarmas.

Ante este panorama, el director de Epidemiología del ministerio de Salud bonaerense, Iván Insua, aclaró que ambas personas “estuvieron expuestas al mismo galón” que la víctima fatal, por lo que se descarta otra vez la transmisión de persona a persona.

En diálogo con ámbito.com, el funcionario enfatizó en que la situación es la esperada y similar a la de años anteriores, aunque reconoció que puede haber más casos si continúan las lluvias, por la migración del ratón colilargo.

Periodista: ¿Cuántos son los casos confirmados y cuál es el panorama en la localidad de Castelli?

Iván Insua: Los casos confirmados en concreto son seis. El último fue el de la mujer fallecida en la localidad de Castelli, que fue trasladada a La Plata el día 16 en terapia intensiva y el sábado a la madrugada falleció. Quedan por confirmar dos casos más, que en principio pertenecen al mismo grupo familiar y estuvieron expuestos en el mismo galpón y en el mismo campo, por lo que se descarta la transmisión de persona a persona. Los dos se encuentran en excelente estado de salud y la internación de estas personas fue preventiva. Cabe agregar que nuestro equipo de respuesta rápida está trabajando en Castelli para realizar la desinfección y la desratización del área que está implicada en el contagio de esta mujer, que es en un predio de una estancia donde ella vivía.

P.: ¿Todos los casos están con aislamiento preventivo?

I.I.: Sí. Es un aislamiento respiratorio que tiene por función cuidar al personal de salud, aunque no tenemos ninguna evidencia de que en la provincia de Buenos Aires haya ocurrido en el pasado o que esté ocurriendo en el presente una transmisión persona a persona.

P.: ¿Cómo nos encontramos con respecto al mismo período del año anterior?

I.I.: En el año 2018 tuvimos 25 casos de hantavirus con cuatro fallecidos. Y el porcentaje de letalidad es del 17%, o sea que de cada 10 fallecen casi dos, lo que está dentro de lo esperado. Considerando que el período de mayor prevalencia es en marzo, esperamos más casos y también un incremento proporcional del fallecimiento, pero son probabilidades nada más. Pero la situación es muy similar a la del año anterior. De hecho, en enero de 2018 hubo siete casos. Todo dentro de lo esperado para nuestro territorio y ninguno de nuestros notificados estuvo en contacto con otros casos en el sur del país.

P.: ¿Las lluvias tienen que ver con que se den más casos en un menor período de tiempo?

I.I.: Sí, la lluvia lo que trae es una mayor población de roedores que migra desde las zonas altas. Las zonas endémicas de nuestra zona central incluyen Santa Fe, Entre Ríos, Provincia y Ciudad de Buenos Aires, y en todos esos lugares, actualmente hay crecidas. Eso hace migrar poblaciones de ratones, a tener contactos con heces y orina, y pueden aparecer otras enfermedades que lo tienen como vector como la leptospirosis. Entonces sí, esperamos incrementos de casos por esa situación.

P.: ¿Siempre se trata del ratón colilargo? ¿Y es el mismo el que está en Buenos Aires que en Epuyén?

I.I.: Siempre es el ratón coligarlo, pero son diferentes las familias o subfamilias. De todas formas lo importante es el virus que circula en estos ratones. Acá la cepa predominante es la de Andes Central, que a su vez se divide en dos genotipos, los únicos que circulan en Provincia. Y es distinta la del Sur.

P.: ¿Que precauciones toman desde el ministerio de Salud bonaerense?

I.I.: Lo que hacemos siempre en esta temporada es dirigir la información a los servicios de salud para que estén atentos sobre cuándo sospechar de hantavirus. Cuando un paciente presenta fiebre, dolor muscular articular y detrás de los ojos, cuadro gripal y dificultad respiratoria, se le debe preguntar si estuvo en zonas periurbanas o zona rurales, si ingresó en un galpón que hacía rato que no se limpiaba, si se alojó en un camping no autorizado, en un refugio de montaña o armó un campamento cerca de un río en zonas de riesgo. Con eso se avanza en la sospecha, porque el principal elemento para disminuir la morbilidad y la mortalidad es el diagnóstico temprano, para colocar al paciente de inmediato en terapia intensiva y disminuir la mortalidad de la enfermedad, que llega en algunos lugares de América Latina hasta el 50%. En nuestro país llega al 40% y en la provincia de Buenos Aires, al 17%.

P.: ¿Qué personas tienen más chances de fallecer por hantavirus?

I.I.: Hay ciertos parámetros asociados a la predisposición de una persona sobre cómo responde inmunológicamente y de acuerdo a como tenga ese sistema de defensas es cómo también va a evolucionar la enfermedad. También inciden las patologías preexistentes, y, por otro lado la cantidad de virus que una persona incorporó al cuerpo. Por ejemplo, si un individuo ingresa a un galpón que no se limpió hace tiempo y decide barrer a puertas cerradas sin mojar el piso, aspirará todo ese volumen de materia fecal y orina del colilargo; distinto es si abre la puerta por un instante. Por otro lado, incide la característica del virus y la transmisión persona a persona, que está marcando una mortalidad mayor en el Sur. Por último, es determinante la actividad que se realiza, por ejemplo quienes se abocan a las tareas agropecuarias, que acceden a galpones que sirven de refugio para el roedor, con semillas, comida para el ganado, gallineros. Por ese contexto, por lo general hay más casos de sexo masculino, ya que son más los varones que realizan tareas en zonas periurbanas o rurales.

P.: ¿Es mayor el peligro en galpones que al aire libre?

I.I.: El virus vive muy poco en la orina y la materia fecal, y ni bien entra en contacto con el rayo de sol, las partículas virales se inactivan. La vía de contacto para el contagio de la enfermedad es respiratoria fundamentalmente y por otro lado también puede ser por contacto en piel, a través de una lastimadura, por ejemplo. En caso de tener un galpón, lo básico es conocer las reglas de limpieza segura, que constan en abrir ventanas y puertas para ventilar y para que ingresen los rayos ultravioletas, nunca barrer en seco, rociar toda la superficie con lavandina y dejarla actuar ente 30 y 40 minutos, después baldear y quitar los restos con secador y dejar ventilar el ambiente. Esto debe realizarse con botas, barbijo y guantes gruesos para lavar los platos.

P.: ¿Alguna recomendación extra para la población?

I.I.: Que cuando se viaje a una zona rural, periurbana o dentro de la Provincia de Buenos Aires, siempre es bueno hacer una consulta con Medicina del Viajero, porque hay muchas enfermedades endémicas también transmitida por ratones, por ejemplo la fiebre hemorrágica argentina. Cuando se piensa en las vacaciones, se piensa en vacunas para el exterior como la de la fiebre amarilla, pero también hay que informarse si se viaja al interior del país.

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