La tokenización es una innovación financiera consistente en digitalizar cualquier tipo de activo, desde instrumentos financieros como depósitos, acciones o bonos; materias primas como la soja, el oro o el petróleo; o propiedades inmuebles y proyectos productivos.
Tokenomics: los desafíos del nuevo sistema financiero digital
La posibilidad de elaborar representaciones digitales de casi cualquier activo constituye los cimientos del nuevo sistema financiero global de redes interconectadas donde cada token podrá comprarse y venderse instantáneamente en cualquier momento desde y hacia cualquier región del planeta.
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Conceptualmente los tokens son representaciones digitales que usan el formato de una clave criptográfica (una combinación larga de números y letras) irrepetible que asegura la identificación inequívoca del activo que representa. Esta característica garantiza su invulnerabilidad, facilitando su negociación y transferencia.
El sistema financiero ha sido impactado últimamente por tecnologías disruptivas como inteligencia artificial, big data, machine learning y blockchain.
Precisamente esta última tecnología de registro distribuido es la que ha posibilitado durante la última década la creación de tokens que pueden negociarse o transferirse global y ágilmente las 24 horas de los 7 días de la semana (24x7) desde y hacia cualquier lugar del planeta.
Larry Fink, presidente y director ejecutivo de BlackRock, una de las mayores empresas de gestión de activos del mundo, dijo en enero de 2024 que la próxima innovación a la que asistiremos será la tokenización de los activos financieros.
En un sentido más amplio el BIS (Banco de Pagos Internacionales) publicó en abril de este año un documento titulado “Finternet: el sistema financiero para el futuro” firmado por el propio presidente de la institución, Agustin Carstens. En ese documento el BIS avizora un nuevo sistema financiero basado en múltiples plataformas interconectadas, sustentado en arquitecturas “tokenizadas” con registros unificados e interoperables.
Durante los últimos años varios autores han escrito sobre el proceso de tokenización de la economía, pudiendo mencionarse, entre otros libros: “Tokenomics” (S. Au, T. Power), “Economía de Tokens” (S. Voshmgir), o “Crypto Economía” (A. W. Wang)
Tokens en el ecosistema Cripto
La creación de tokens ha posibilitado el surgimiento de un nuevo segmento financiero paralelo al tradicional denominado de finanzas descentralizadas (DeFi), basado en la tecnología Blockchain.
El sistema DeFi, a partir de los diversos criptoactivos desarrollados busca crear en forma descentralizada los mismos productos y servicios financieros suministrados actualmente por el sistema financiero convencional.
Para tener una idea de magnitud, una forma generalmente aceptada de medir el tamaño de este segmento es calculando el valor del total de activos (TVL - Total value locked) que se encuentran depositados en garantía en las diferentes plataformas DeFi, monto que actualmente supera los 90 mil millones de dólares estadounidenses.
Luego del advenimiento del bitcoin en el año 2008, una segunda fase cripto se inició en el año 2015 al crearse la red Blockchain Ethereum que permite desarrollar “contratos inteligentes”, pequeños programas que se registran y son ejecutados en la red, lo que comúnmente se llama “dinero programable”.
Precisamente estos contratos posibilitaron la creación de una enorme cantidad de productos financieros digitales, basados en tokens, entre los que se pueden mencionar:
- las criptomonedas estables (Stablecoins) cuyo valor de mercado supera actualmente los 170 mil millones de dólares.,
- los tokens no fungibles (NFT) vinculados, por ejemplo, al arte digital, o a la industria del entretenimiento,
- activos de “mundo real” (RWA) que incluyen desde activos físicos y tangibles como inmuebles, proyectos productivos, obras de arte, materias primas o activos financieros,
- las ofertas Iniciales de criptomonedas (ICO) herramientas tanto de inversión como fuente de financiamiento, asimilables a las ofertas públicas de valores negociables (IPOs)
- las nuevas plataformas de gobernanza, las DAO, Organizaciones Autónomas Descentralizadas.
Como todo sistema novedoso, el universo DeFi enfrenta numerosos desafíos. Las debilidades que presenta en términos de escalabilidad, seguridad y privacidad están siendo abordadas con nuevas innovaciones tecnológicas entre las que se destaca lo que se denomina ZKP - pruebas de conocimiento cero.
La ZKP es una tecnología basada en criptografía que permite que se verifique la veracidad de una pieza de información sin tener que revelar la propia información.
Pero la privacidad de la información no es el uso más interesante que se prevé para las ZKP en el mundo cripto. Al ser la Blockchain un “encadenamiento” de transacciones, donde unas se vinculan con otras por medio de claves criptográficas, se pueden generar pruebas ZKP para verificar en lotes, grandes cantidades de transacciones y de esta forma aumentar la eficiencia de la red, sin ceder seguridad. La red ethereum espera con la implementación de ZKP llegar al objetivo de poder verificar 100.000 transacciones por segundo. Asimismo, esta tecnología permitiría con facilidad y seguridad, validar transacciones “cross-chain” (entre diferentes Blockchain), lo cual potenciaría la interacción entre las diferentes redes vinculadas a los procesos de tokenización.
Conceptualmente el mundo DeFi se caracteriza por utilizar redes financieras altamente automatizadas que, a diferencia de las plataformas centralizadas, no tienen un único punto de falla, no dependen de una única fuente de información, y no se rigen por ninguna autoridad central que pueda alterar o censurar los servicios financieros que prestan.
Esta última característica hace que la arquitectura descentralizada del universo DeFi sea una fuente de preocupación para los reguladores, ya que su propio diseño impide definir líneas claras de responsabilidad y rendición de cuentas cuando están en juego objetivos de política pública como la protección de ahorristas minoristas o la integridad de los sistemas financieros.
Las CBDCs
En respuesta al crecimiento y adopción de las criptomonedas privadas a nivel global, y empujados por estas transformaciones tecnológicas, las autoridades monetarias de diversos países comenzaron a desarrollar las denominadas CBDC (Monedas Digitales de Bancos Centrales, por sus siglas en inglés).
Mientras que un pequeño número de países ya han lanzado su CBDC, como el Banco Central de las Bahamas con su "Sand Dollar", otros bancos centrales se encuentran en la fase piloto, como China con su "e-Yuan". Una encuesta realizada por el BIS señaló que el 93% de los bancos centrales declararon que analizan involucrarse en alguna forma de CBDC, y de este universo el 18% afirmó que plantea lanzar una moneda digital pública para los ahorristas minoristas en el corto plazo.
Europa se ha subido a esta tendencia. El eurodigital se encuentra en fase de preparación, apuntando a un lanzamiento en octubre del 2025.
Todos estos desarrollos digitales tanto públicos (CBDC) como privados (DeFi) están atravesados por los incesantes avances tecnológicos que presentan tanto oportunidades como riesgos.
Por ejemplo, una amenaza tecnológica concreta para la economía de tokens es el advenimiento de la denominada “supremacía cuántica”. Es probable que algunos algoritmos complejos que utilizarán el exponencial poder de cómputo de procesadores cuánticos (especialmente el algoritmo de Shor) podrán, en un futuro cercano, “romper” los sistemas criptográficos actuales y por lo tanto poner en jaque a prácticamente toda la economía tokenizada.
Por ello ya se están elaborando, tanto a nivel público como privado, planes de migración de sistemas criptográficos de bancos centrales, entidades financieras e incluso de Blockchains, para poder implementar algoritmos de encriptación pos-cuánticos.
El DREX, una posible síntesis entre los dos mundos
El crecimiento de la innovación evidenciado en el mundo privado por las DeFi así como la respuesta del universo público con las CBDC podría encontrar una síntesis en la moneda digital pública Drex que comenzó a desarrollar el Banco Central de Brasil (BCB) hace un par de años con activa participación del sector privado.
El Drex es parte de una agenda más amplia del BCB, cuyo objetivo es fomentar la competencia y la inclusión en el sistema financiero a través de la innovación. En la práctica, la Plataforma Drex es un ecosistema basado en una Blockchain permisionada (Blockchain privada) en el que los intermediarios financieros regulados podrán convertir depósitos a la vista y dinero electrónico en Drex para que sus clientes tengan acceso a diversos servicios financieros inteligentes.
Los casos de uso concretos del Drex, consensuados con el sector privado, incluyen el desarrollo de operatorias de entrega versus pago (DvP) por ejemplo, para realizar operaciones inmobiliarias o de compra de bienes registrables, y otras operaciones como pago de impuestos, compra de títulos públicos y otros activos, con la posibilidad cierta de incorporar el innovador universo de las finanzas descentralizadas (DeFi) en el futuro.
Desde el punto de vista tecnológico para desarrollar el Drex, el Banco Central de Brasil se inclinó en favor de la Blockchain Hyperledger Besu. Esta cadena de bloques es ampliamente interoperable con el ecosistema DeFi, en especial con la Blockchain Ethereum que es donde se desarrollan la mayoría de los productos financieros digitales actuales.
Si bien el Drex es la iniciativa más avanzada a nivel global para hacer realidad los libros de contabilidad unificados e interoperables, otras iniciativas están desarrollándose bajo el paraguas del BIS, como el “Proyecto Ágora” que reúne a siete bancos centrales: el Banco de Francia (en representación del Eurosistema), el Banco de Japón, el Banco de Corea, el Banco de México, el Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de Nueva York, con el objetivo de lograr que la tokenización mejore el funcionamiento del sistema monetario internacional.
Conclusiones
El advenimiento de nuevas tecnologías disruptivas está modificando cotidianamente la fisonomía del sistema financiero global.
La tecnología blockchain ha popularizado la utilización de tokens, abriendo la posibilidad a que prácticamente cualquier bien, activo o derecho pueda digitalizarse y negociarse 24x7 desde y hacia cualquier lugar del planeta.
El proceso de tokenización es imparable e implica un cambio radical en el funcionamiento del sistema financiero tal como lo conocemos.
El caso del Drex brasileño es un excelente ejemplo para observar donde los sectores público y privado interactúan virtuosamente potenciando la innovación e inclusión financiera en un marco de protección a los consumidores.
Carlos Weitz- Expresidente de CNV y Profesor de Fintech, Bigtechs, Criptoactivos y Monedas Digitales. Universidad de Buenos Aires.
Daniel Díaz – Profesor de Tecnología de la Información. Universidad Nacional Rosario.
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