29 de abril 2019 - 00:01

Ganó el socialismo en España y ya busca aliados para gobernar

El bloque de izquierda superó al de derecha. El Partido Popular hizo la peor elección de su historia. El ultra Vox estuvo por debajo de lo anticipado, pero registró un éxito sonoro y logró una bancada fuerte.

Optimismo previo, festejo posterior. Pedro Sánchez se mostró muy confiado a la hora de votar. Con los resultados en la mano, los simpatizantes socialistas llevaron sus festejos a las calles de España.
Optimismo previo, festejo posterior. Pedro Sánchez se mostró muy confiado a la hora de votar. Con los resultados en la mano, los simpatizantes socialistas llevaron sus festejos a las calles de España.

REUTERS

El socialista Pedro Sánchez se impuso ayer en las elecciones legislativas de España y, aunque quedó lejos de la mayoría para seguir gobernando en soledad, quedó en muy buena posición para conseguir aliados.

Escrutada casi la totalidad de los votos, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue el claro vencedor de los comicios, con el 28,7% de los votos y 123 escaños en el Parlamento.

Se trató de la primera victoria de la socialdemocracia española en once años.

El PSOE prácticamente duplicó al otro gran partido español, el Popular, (PP), que registró el peor resultado de su historia, con 16,7% de los sufragios y 66 bancas. Este resultado es muy negativo para el nuevo líder conservador, Pablo Casado, un aznarista que sale muy golpeado de los comicios.

Los liberales de Ciudadanos se situaron en el tercer lugar, con 15,8% de los votos y 57 escaños, seguidos por Unidas Podemos (izquierda radical), con 14,3% y 42 diputados.

Junto a Unidas Podemos, los socialistas alcanzarían los 169 escaños, algo por debajo de la mayoría de 176 asientos en el Congreso de los Diputadios. Así, Sánchez podrá analizar diversas opciones para alcanzar esos apoyos, que podrían incluir a partidos nacionalistas regionales.

Para votar la investidura de Sánchez, los separatistas catalanes ponen como condición la celebración de un referéndum de autodeterminación reconocido por el Estado español, un escenario que es muy difícil que se concrete.

Para la comunidad de negocios, una alianza de centro entre el PSOE y Ciudadanos, que gozaría de una mayoría suficiente, sería una excelente opción, ya que eliminaría la influencia de Unidas Podemos, de cuyo líder, Pablo Iglesias, recelan. Sin embargo, el líder liberal Albert Rivera dijo en la campaña que no aceptaría esa posibilidad ya que desconfía de las concesiones que Sánchez pueda hacerles a los líderes independentistas catalanes hoy sometidos a proceso por rebelión.

De hecho, Sánchez y Rivera han tenido una relación muy áspera en los últimos meses, que habría que reconstruir por completo.

Anticipándose a esa posibilidad, Pablo Iglesias hizo público anoche su reclamo de que Pedro Sánchez lo convoque rápidamente para pactar una coalición de Gobierno. Todas las opciones parecían abiertas anoche,

El socialista, jefe de un Gobierno minoritario desde junio, pidió ayer después de votar “una mayoría parlamentaria lo suficientemente amplia que permita cuatro años de estabilidad”, después de “muchos años de inestabilidad”.

El llamado bloque de izquierda (PSOE y Unidas Podemos) superó largamente al de derecha (PP, Ciudadanos y Vox).

Una alianza de estas últimas tres agrupaciones le arrebató en diciembre último al PSOE el Gobierno regional en su exbastión de Andalucía.

El partido de extrema derecha Vox, hasta hoy ausente en el Parlamento y fundado hace apenas seis años fue, justamente, la revelación de estos comicios (ver página 21): logró el 10,3% de los votos y 24 bancas. Ese resultado estuvo algo por debajo de lo anticipado por las encuestas, pero de cualquier forma supuso un éxito para Santiago Abascal y la derecha dura.

“La resistencia ya está en el Congreso y no van a pararnos”, afirmó el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, poco después de que se divulgaran los resultados oficiales. El dirigente ultra exhortó a sus votantes a “estar contentos” porque la agrupación ha “hecho historia”.

El número dos de Vox aseguró que “cada diputado va a ser un auténtico torbellino” y prometió que su bancada se convertirá en “la fortaleza contra las imposiciones de los totalitarios”, en referencia a la izquierda.

Ortega Smith habló cerca de la plaza Colón, en Madrid, ante cientos de simpatizantes que coreaban consignas tales como “España cristiana y nunca musulmana”.

Las elecciones españolas registraron la segunda participación más alta de la democracia con el 60,7% del padrón de 36 millones de votantes potenciales, un aumento de más del 9 puntos porcentuales con respecto a las anteriores legislativas.

Por regiones, se destacó la participación en Cataluña, donde alcanzó el máximo histórico del 64,20%, casi 18 puntos más que hace tres años, cuando había sido del 32%.

Los principales líderes políticos llamaron a la participación al ir a depositar sus votos, al cabo de una campaña extremadamente polarizada.

Agencias ANSA, Reuters, Télam y AFP,

y Ámbito Financiero.

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