15 de junio 2019 - 00:01

García Rosas: "La estrategia para el futuro del negocio es apostar por la gente joven"

El rubro fotográfico en Argentina continúa acomodándose a la era digital. El fin de los rollos y la aparición de los smartphones obligó al sector a readaptarse. "Debimos transformarnos por completo", dijo el ejecutivo en diálogo con ámbito.com y señaló que apostar por la juventud y les permitió posicionarse.

Víctor García Rosas, CEO local para Fujifilm.
Víctor García Rosas, CEO local para Fujifilm.
Fujifilm

El rubro fotográfico integra el grupo de los que más ha sufrido el cambio de la era analógica a la digital. Con la aparición de las cámaras digitales hace 20 años, la transformación impactó fuerte y golpeó la producción y venta de películas fotográficas. La adaptación momentánea a partir de la venta de cámaras compactas permitió permear la crisis, pero la llegada de los smartphones le dio una nueva estocada. “Debimos transformarnos por completo”, dijo en diálogo con ámbito.com Víctor García Rosas, CEO local para Fujifilm.

La readaptación fue obligada. Hoy el negocio puso el foco en la juventud, con una renovación de la marca a partir de nuevos modelos de cámaras que apuestan a una lógica adaptada a los tiempos que corren: lo instantáneo. “La mejor estrategia para asegurar el futuro del negocio es invertir en la gente joven”, señaló.

No todos los actores del mercado lograron atravesar con éxito el cambio y algunas empresas quedaron atrás. Sin embargo, la compañía de origen japonés pudo con éxito sortear la crisis y posicionarse en la cima del mercado dentro del país: “Por primera vez nos hemos convertido en líderes en el mercado en Argentina”.

El ejecutivo - que lleva 25 años en la empresa y desde hace 15 años es la cabeza del equipo a nivel local - repasó los pormenores del negocio, dentro de un contexto económico adverso producto de la recesión y la fuerte depreciación de 2018 y en medio de un clima de incertidumbre por las elecciones.

P.: ¿Cómo vienen transitando la crisis económica?

G.R.: Los años electorales, cuando hay incertidumbre sobre el próximo gobierno y no se sabe las medidas que van a tomar, el consumidor siempre posterga decisiones de compra. Esto indudablemente afecta directamente a la demanda.

P.: ¿Cuánto los afecta la coyuntura?

G.R.: Nosotros tenemos tanto por ganar en el mercado que a pesar de esta situación, el objetivo es aumentar el negocio, lo cual estamos cumpliendo. Los primeros cinco meses lo demuestran ya que estamos mucho mejor que el año pasado.

P.: ¿Qué impacto tuvo la depreciación del peso?

G.R.: Por la devaluación, la suba de los precios ha impactado muy fuerte. Sin embargo, la caída en el mercado fotográfico fue mucho menor a distintos rubros. En 2017 vendimos más de 20.000 cámaras instantáneas en el país. Es nuestro fuerte. Si bien en 2018 cayó por la situación económica, esperamos que repunte para este año. Mundialmente año tras año el parque de cámaras que se venden tiene un crecimiento del 20%. En 2018 a nivel mundial se vendieron más de 10.000.000. El fuerte nuestro es trabajar fuerte en ese aspecto para preservar la cultura de la fotografía.

P.: ¿Qué porción tienen del mercado actual en Argentina?

G.R.: Tenemos más del 50% y nuestro objetivo es seguir creciendo. El año pasado estábamos en más del 30% y para el cierre de 2019 queremos llegar al 60%. La devaluación tuvo un impacto en el negocio de las cámaras Instax, pero en el segmento de ventas de papel fotográfico e impresión hemos crecido.

P.: Es un negocio que se está acomodando…

G.R.: A pesar del contexto económico estamos creciendo con respecto al año pasado porque estamos aumentando nuestra participación en el mercado. Por primera vez nos hemos convertido en líderes en el mercado en Argentina. Es una tendencia de la firma a nivel mundial. El 85% de las fotos que se imprimen en el mundo se imprimen con papel fotográfico de nuestra firma.

P.: ¿Cómo los afectó la transformación de la era digital?

G.R.: El rubro fotográfico es uno de los que más ha sido impactado por la tecnología. Hace 20 años atrás lo digital estaba por empezar y el negocio que había en el mercado era la venta de películas fotográficas. De las cuatro marcas que había en aquel entonces solo quedan dos, entre ellas nosotros. Para nosotros es un logro muy grande haber podido acompañar el avance de la tecnología cuando otros no pudieron hacerlo.

P.: ¿Y qué rol jugó la llegada de los smartphones?

G.R.: Tuvimos un segundo impacto cuando se terminó el negocio de la película fotográfica. Si bien vinieron las cámaras digitales, que nos dieron un nuevo oxígeno y se transformó el negocio por el caudal de venta porque era novedad, luego con la salida de los smartphones con cámaras volvió a golpear muy fuerte al rubro. Debimos transformarnos por completo porque hoy en día la mayoría de las impresiones fotográficas están en mano de los fotógrafos profesionales. Antes la mayoría de los usuarios imprimía fotos que sacaba con la cámara digital. Hoy esa porción son las que son capturadas por los fotógrafos profesionales. La mayor parte de las fotos que se imprimen se dan en contextos sociales como fiestas, casamientos, bautismos, graduaciones. Si bien la gente ha bajado los gastos en la cantidad de personas que invitan a un evento, la calidad de la comida, los costos de salón, lo que no quiere nunca es que termine el evento y no tener la foto. Todo lo demás es innegociable. En cambio la foto es inmortalizar el momento. Y no hay mejor back up para una foto que tenerla impresa en papel fotográfico.

P.: ¿Se perdió el hábito de imprimir fotografías?

G.R.: Contra lo que todo el mundo piensa, todavía hay impresión de fotos. Eso es porque la gente se ha dado cuenta que no existe mejor back up de una foto que tenerla impresa en papel fotográfico. Vos la podes tener guardar en la PC pero si le entra un virus es irrecuperable. Lo mismo ocurre con el celular, que si se rompe, te lo roban o lo perdés, te quedas sin nada. Eso hace que de a poco se intente recuperar el hábito de la impresión.

P.: ¿Cuánto representa la producción y venta de rollos para el negocio de la empresa?

G.R.: La producción de rollos actualmente es casi ínfima, casi no existe. Hoy el negocio en ese segmento es el papel fotográfico, los químicos necesarios para producir la foto, los distintos sistemas de impresión profesionales y el relanzamiento de las cámaras Instax. Para nosotros fue un éxito y un acierto. Está enfocada en mujeres jóvenes de nivel socioeconómico medio y alto para quienes tener una foto impresa es en parte una novedad porque no llegaron a ir a la casa de fotografía a llevar el rollo o el CD a imprimir, algo que si vivimos los más grandes. Lo ven como novedoso y cool tener una foto instantánea que podes regalar, escribir encima o usar para decorar espacios de una casa. Esto nos permitió volver a estar en contacto con el usuario final. Cuando dejamos de vender el rollo habíamos perdido el nexo con el consumidor final.

P.: ¿Cuál es la apuesta para el año que viene?

G.R.: Siguiendo el lineamiento de la empresa a nivel mundial, queremos fortalecer la cultura de la fotografía ofreciendo mejores productos y estimulando a las personas a que impriman sus recuerdos. Pero además también queremos promover la fotografía instantánea, que es para la gente joven. La mejor estrategia para asegurar el futuro del negocio es apostar e invertir en la gente joven.

P.: ¿Cuánto afecta el contexto actual al desarrollo sustentable del negocio?

G.R.: A nivel general cuando hay procesos económicos negativos la conciencia de la sustentabilidad de una manera u otra queda un poco de lado. Reina el tratar de preservar económicamente a la empresa y se postergan decisiones que están más atadas a la sustentabilidad. En el caso nuestro, todos los nuevos sistemas de impresión son amigables con el medio ambiente y en ese sentido estamos enfocados a mejorarlos. Es parte de la cultura de la compañía.

P.: ¿Qué opinión tiene sobre la igualdad de género?

G.R.: Nosotros somos bastantes desiguales. Las cámaras Instax están prácticamente enfocadas al público femenino. Por otro lado, el nuevo consumidor de la fotografía y más del 60% de quienes van a imprimir foto son mujeres. Nos gusta decir que tenemos desigualdad en favor de la mujer.

P.: ¿Y en términos laborales ves posible acortar la brecha en el corto plazo?

G.R.: Soy un convencido que tiene que haber igualdad de oportunidades. No me convenzo todavía de que todas las empresas tengan que tener igualdad en puestos de trabajo para mujeres y hombres como en la política. Creo que tiene que haber igualdad, eso es lo más importante. Un gobierno o una compañía pueden ser más eficiente teniendo más mujeres o más hombres pero depende de la calidad del profesional. Pero sí soy defensor de que las mujeres tengan los mismos derecho y oportunidades que los hombres.

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